Capitulo I
Hombre que no valora a una mujer no tiene derecho a ser feliz
Marcando el reloj un cuarto para las doce de la media noche después de una larga e intensa discusión con su esposo Gavina de guerrero se dirigió corriendo ,hacia el cuarto, tomo su chaqueta, -bajo rápidamente las escaleras y tomo el primer taxi que paro al entender su mano; -debajo de la gran chaqueta de cuero refinada portaba luciendo un vestido coqueto y sexual con el que pretendía sorprender a su esposo después de que el llegara de trabajar, pero era típico en el maltratarla verbalmente, él era periodista pasa el resto de la semanas fuera del país y dentro de él, era apuesto e inteligente pero mal esposo, nunca tuvieron hijos en diez años de casado, era descendiente de una gran familia de políticos tal vez de ahí heredo tanta irresponsabilidad con ella. Siempre que llegaba de viaje ella se arreglaba muy bien para él, de la manera más precisa e indicada pero él nunca se fijaba en nada de sus detalles por lo contrario actuaba como si tuviera una amante que lo recibía antes de su esposa, pero ella nunca sospecho nada de eso, esta ciegamente enamorada a pesar de todo. Al ir dentro el taxi el chofer por la ventanilla del frente observo una lagrima que recorría su mejilla derecha él quiso preguntar qué le sucedía pero no se atrevió ella era una dama que a simple vista se notaba de que calidad y estrato era, ella con voz de tristeza le dijo que la llevara a un lugar donde nadie pudiera molestarla y no haya gente, el sonrió y con voz temblorosa le respondió, pero mi doña esos lugares no hacen parte de sus características usted merece una cena en un castillo, con abundante comida y mayordomos, ella fijo su mirada en él y lo miro de pie a cabezas y le respondió vistes normal para tener acento de poeta, el sonrió tanto que casi pierde el control del taxi, pero ella no le presto mucha atención a ese gran error y siguieron conversando por todo el camino, ella le pregunto su nombre y el con voz de confianza le respondió Esteban cogollo mi dama es un honor estar aquí como su chofer ella lo miro con esa mirada de contenta y le expreso en ráfaga varias palabras pero eres casado.? Pero tienes hijos? El amablemente le respondió si claro soy casado y tengo hijos y usted dama que de hecho no me ha dicho su nombre, ella le respondió no hace falta que lo sepas Esteban pero puedes decirme en confianza Reyna, el con todo respeto acepto su voluntad y le pregunta Reyna usted es casada? Usted tiene hijos? Ella le respondió apenadamente si soy casada pero no tengo hijos, la verdad es que estoy sufriendo mucho con mi esposo, con mi matrimonio pienso que en todos esos diez años no he hecho nada bueno, pienso que eh sido una víctima de una felicidad con limites Esteban, te cuento esto porque no sé a quién más decírselo, pero la verdad me siento muy triste, quisiera no existir y perder el sentido de dolor, tener un buen hogar, una buena casa, un estado económico bien, no me hace feliz a mí lo que me hace feliz es que me traten bien, que me hagan ver lo importante que soy y que me den mi lugar y mi porte eso es lo que a mí me hace feliz esteban. El admirado de todo lo que ella le contaba, no sabía que decir, quedo en shock estaba impresionado, ella le dijo Esteban que tienes, que te pasa, porque te quedas callado, el simplemente le respondió Reyna es que lo que usted me dije es admirable pienso que no soy nadie para escuchar lo que me dices, yo simplemente soy un taxista que así es que se gana la vida, al cambio tu eres una dama, eres una princesa y me asombro que pases por algo así, que hombre no daría su vida por estar al lado de alguien como tú, cuidando de ti, valorándote y haciendo de tus días los mejores, una mujer tan sencilla e inteligente que eres, no creo que este pasando por algo así, pero creo lo que me dices y gracias por la confianza, ella se puso a llorar lo tomo por el hombre y le dio muchas gracias se bajó del taxi y él también lo abrazo y se dieron ambos tantas gracias y ella se marchó.!!
Continuera...
Autor : Jorge Luis Guerrero Gomez
Jorgeluis Guerrero Gomez
