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556 GÖRÜNTÜLEME
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okuma zamanı
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único.

Eran las pasadas las dos de la mañana cuando Taehyung miró la hora en su celular antes de salir de casa, era una locura salir a esa hora pero no podía más en la soledad de su departamento con la única compañía de su mente ruidosa. Había sido un día complicado y su pecho había comenzado a pesar cuando se sintió totalmente en blanco al tratar de iniciar su examen.

No recuerda cuando comenzó a sentirse así nuevamente, el primer año era una emoción y felicidad en su pecho cada vez que pisaba su facultad, sin embargo, esa pequeña voz asfixiante que hace bastante no escuchaba, susurró nuevamente tras su oído como un ángel malo convenciéndote de hacer travesuras.

Cerrando los ojos recordó cuando conoció a su novio, la escena reproducida en su cabeza le hizo sonreír un poco, todo había sido gracias a su pésimo sentido de la orientación.

🌻

—Hey ¿estás perdido? —Taehyung sintió su boca abrirse tres metros porque el chico era increíblemente atractivo—. ¿Eres de nuevo ingreso?

—Uh... s-si —tartamudeó, porque el rostro amable del chico solo aumentó su nerviosismo de tener que hablar con desconocidos—. Me d-distraje y no sé en qué lugar estoy.

—Estás en la facultad de derecho —el chico le respondió—. ¿A cuál perteneces?

—Artes —dijo bajito, sorprendido de que la apariencia del chico fuese bastante opuesta a lo que un estudiante de derecho usaría, pero él no era nadie para juzgar.

—Eso es un poco lejos de aquí —rio—. Cruzaste la facultad de arquitectura completa antes de llegar aquí, si tienes problemas para llegar puedo llevarte.

Taehyung asintió con timidez y fue guiado por el guapo chico que amablemente le sacaba temas de conversación para que el silencio no los invadiera. Cuando por fin llegaron, el chico le indicó el pasillo que conectaba las facultades de arquitectura con la de artes.

—Hasta pronto, Taehyung. —se despidió con un movimiento de su mano.

—Gracias por la ayuda, Jungkook —susurró al verlo caminar lejos de él.

🌻

El recuerdo se alejó cuando una repentina ráfaga de viento lo golpeó y lo hizo acurrucarse aún más dentro de su abrigo negro, había caminado por unos diez minutos por las oscuras calles y ya reconocía un par de tiendas que quedaban cerca del departamento de su novio, cerró sus manos en puños dentro de sus bolsillos al pensar que tal vez era mala idea molestar tan tarde a Jungkook.

«Sabes que mi puerta siempre está abierta para ti, no importa cuando ni a qué hora»

Recordó las palabras de su novio y aceleró el paso, ansioso por llegar a la calidez del hogar del mayor que siempre le hacía sentirse mejor, en eso, recordó cuando comenzó a enamorarse de él.

🌻

Fue un día de esos, cuando durante clases, durante exámenes, miraba a su alrededor y se sentía completamente fuera de lugar, incapaz de seguir el ritmo de los demás, provocando que su mente lo atacara con una interminable lista de preguntas:

«¿Por qué me siento así?»

«¿Por qué pareciera que todos entienden menos yo?»

«¿Y si mamá tenía razón y me equivoqué?»

«¿Y si realmente no tengo talento para esto?»

«¿Debería dejarlo?»

«Pero me esforcé tanto para llegar aquí.»

«¿Y si...?»

—Hola, Taehyung.

Taehyung saltó de la sorpresa, miró hacia arriba y fijó su mirada en el chico pelinegro, con mochila en hombro y que le ofrecía una amable sonrisa.

—J-jungkook —dijo bajito—. Hola.

No es que no se lo topara seguido, coincidían bastante en la cafetería central de la universidad y Jungkook lo saludaba siempre, a lo que Taehyung correspondía con sonrisitas nerviosas. Taehyung veía a Jungkook rodeado de amigos siempre, a diferencia de él que solía andar solo la mayoría del tiempo.

—Pasé a saludar a un amigo y te vi aquí solo ¿Puedo sentarme? —señaló el espacio vacío a su lado.

Taehyung solo asintió con timidez.

—¿Y qué tal tus clases?

—Uh... ¿normales? —dijo inseguro—. Estoy empezando a creer que no es lo mío —murmuró.

—¿Por qué lo dices? —inquirió el mayor con curiosidad.

—Pareciera que todos entienden menos yo —suspiró, porque a pesar de que no conociera mucho a Jungkook, el chico le transmitía una confianza enorme—. Es raro, no sé cómo explicarlo.

—Lo creas o no, lo entiendo —Jungkook respondió—. Creo que me sentí igual que tú cuando entré —rio suavemente—. ¿Pero sabes lo que hice? Busqué dentro de mi memoria, busqué esa voz interior y ese sentimiento que en un principio me hizo decir "esto es lo que quiero para mi vida", y me convencí de que, a pesar de que sienta que el mundo avanza sin mi, es porque cada uno avanza a ritmo diferente ¿me entiendes?

Taehyung lo miró con los ojos bien abiertos, y sonrió, las palabras de Jungkook llegando y destruyendo por completo toda la inseguridad construida en ese momento.

—¿A qué hora es tu siguiente clase? —el mayor preguntó de repente.

—Creo que... —Taehyung revisó su horario en el celular—. En dos horas.

Jungkook sonrió—. Perfecto, hay un lugar que conozco cerca de aquí en donde venden una comida increíble ¿quieres venir conmigo?

Y Taehyung se preguntó cómo podría negarle algo a aquellos ojos luminosos y a esa sonrisa tranquilizadora del chico que con tan solo un par de palabras había logrado sacarlo de las arenas movedizas de su mente insegura.

Y así, Jungkook de a poco había logrado flecharlo y causar una invasión continúa hasta conquistar con su nombre y apellido la totalidad de su corazón.

🌻

Desde ese día en el jardín de su facultad, Jungkook y él habían comenzado a coincidir más seguido, salían a comer entre clases e iban a la biblioteca juntos a estudiar, y así para final de año eran amigos bastantes cercanos. El mayor se había convertido en un pilar importante de su vida, siempre tenía las palabras correctas para subirle el ánimo y gracias a él pudo dejar de cargar solo con todos sus problemas.

Vio a lo lejos el edificio y suspiró de alivio una vez estuvo frente a la entrada, con rapidez se adentró y saludó al conserje que ya lo conocía porque ya prácticamente vivía allí. En el ascensor golpeteó el suelo con su pie impaciente y corrió fuera una vez llegó al piso correspondiente. Tomó aire y y finalmente tocó el timbre, su corazón golpeteando rápido en la espera.

—¿Taehyung? —un Jungkook adormilado y con el cabello desordenado abrió la puerta.

—J-Jungkookie —sollozó el menor, sin aguantar más las lágrimas, abrazándose con fuerza a su novio.

Jungkook sintió el sueño desaparecer al instante al escuchar a Taehyung llorar, y con cuidado cerró la puerta y guió al castaño hasta su habitación.

—¿Qué sucedió, amor? —susurró, limpiando el rostro mojado de su novio.

—Tu-tuve un mal día —respondió—. Me quedé en blanco durante un examen y peleé con mamá otra vez —murmuró, sus ojos llenándose una vez mas de lágrimas—. Me dijo una vez más que solo estoy perdiendo el tiempo y haciéndoles gastar dinero.

Jungkook suspiró, su novio solía llorar demasiado por eso ¿De qué servía estudiar lo que tanto anhelaba si sus padres siempre se lo reprocharían?

—Y he estado pensando tanto en encontrar un trabajo y pagar yo mismo las mensualidades pero es demasiado, Jungkookie. —murmuró, entrelazando su mano con la del mayor—. ¿Por qué es tan difícil de entender que esto es lo que yo quiero, lo que me hace feliz?

Y así, Taehyung fue desahogándose, los minutos pasando y la noche siguiendo su camino. Jungkook solo lo dejó hablar, escuchando con atención cada palabra.

El tiempo que Jungkook lleva conociendo a Taehyung, ha logrado entender muchas cosas aunque su novio no se las diga directamente. El menor a lo largo de su vida había aprendido a callarse, a guardarse las cosas, creció escuchando discusiones de las que nadie fuera de la familia era consciente, creció absorbiendo emociones muy malas que terminaron por afectar su comportamiento, su manera de desenvolverse en el mundo.

Crecer a la sombra de un hermano mayor perfecto, también causó una inseguridad enorme en su persona, ambos hermanos tienen una diferencia de edad tremenda de 9 años, y ahí es donde comenzaron más problemas, nunca tuvo nadie con quién jugar ni compartir sus fantasías infantiles, su hermano siempre estaba estudiando y luego de un tiempo dejaron de compartir habitación porque -según palabras de su madre- lo molestaba y distraía.

Jungkook sin necesidad de preguntarlo, sabía de las noches eternas en las que la angustia se sentía tan inmensa y pesada dentro de su pecho que lloraba hasta el amanecer, en tardes enteras encerrado en su habitación con la única compañía de su corazón destrozado.

El menor, una que otra vez, le había comentado de la manera en que a veces, sentía su propia voz recordándole su miseria y provocando una sensación desesperante en su ser, entonces comenzaría a arrastrar insistentemente las uñas de sus manos por sus brazos ante la necesidad de distraerse, de aliviar algo pero sin saber realmente qué.

Jungkook lo amaba, amaba todo de Taehyung, y deseaba tanto que su novio lo entendiera, que nunca lo dejaría y que podía apoyarse en él lo suficiente como para no sentirse solo. Porque Taehyung no lo estaba, lo tenía a él, y Jungkook , al verlo romperse frente a sus ojos, parecía no encontrar la manera de hacerle ver todo lo que valía.

—Estoy tan cansado, Jungkook —el castaño liberó por fin aquellas lágrimas que nublaban su vista, el nudo en su pecho sintiéndose tan fuerte y asfixiante, al igual los sollozos subiendo por su garganta. Se sentía tan mal, tan solo.

—Lo sé —Jungkook respondió en un susurro, viendo como el chico frente suyo y que amaba con locura se rompía en pedazos, mirando como sus delicadas manos temblaban con suavidad y quitaban con lentitud y desesperanza las lágrimas de sus ojos.

Taehyung dejaba salir sonidos muy bajos, estaba conteniéndose, no queriendo que el castaño lo viera de esa manera, pero una vez las manos de su novio sujetaron su rostro con dulzura, comenzó a sollozar con dolor, el nudo subiendo a su garganta, su mente llenándose de todos los recuerdos dolorosos, de los que nunca habló, los que siempre mantuvo ocultos bajo su sonrisa rota.

Había llegado a su límite una vez más, le pasaba seguido, generalmente en las noches, de madrugada, en la soledad de su habitación. El insomnio lo atacaba y la respiración se le aceleraba en incomodidad al mismo tiempo que el sudor cubría su cuerpo mientras tapaba su llanto con la almohada. Pero esta vez era peor, tal vez el que al fin tuviera alguien en quién apoyarse, quien lo sostuviera en su llanto, había hecho a su cuerpo dejar salir todo de manera arrasadora, sabiendo que podría ser completamente destruido, pero también seguro de que el castaño que ahora mismo besaba su frente con delicadeza tenía la suficiente voluntad y fortaleza de recoger todos su pedazos rotos.

—Taehyung, no puedo solucionar muchas de las cosas que suceden —Jungkook dijo con pesar, levantando la cabeza de su menor y mirando sus ojos brillantes por las lágrimas. Era increíble lo hermoso que se podía ver en todas las ocasiones posibles, y aún siendo así de bello, estaba tan roto por dentro, tan herido—. No puedo hacerte creer que todo se solucionará pronto, porque no lo sé. —Taehyung se apoyó en la mano que acariciaba su rostro, cerrando los ojos que aún dejaban caer su dolor—. Pero puedo hacerlo desaparecer a momentos, dame el permiso de hacerte feliz, después me encargaré de rellenar cada espacio vacío que tengas, de sanar cada herida en tu corazón ¿me lo permites?

—¿Lo harías? —el castaño lo miró, viendo la determinación en aquellos ojos oscuros que brillaban como siempre, como si las estrellas encontraran un hogar permanente en su mirada—. ¿Te quedarás conmigo aún a pesar de verme así? ¿Me aceptarías aún así con todas mis pequeñas grietas?

—Lo haré —respondió con firmeza, totalmente seguro de sus palabras—. Juntos lograremos sanarte, sanarnos ambos, porque no podría dejarte cuando mi corazón hace tiempo dejó de ser mío y pasó a ser de tu completa propiedad —susurró, acariciando con sus labios las mejillas húmedas de su chico—. Te pertenezco, Taehyung, si me alejo de ti moriría de tristeza.

Y sin agregar más, buscó los labios de Taehyung en un beso profundo, sus dedos acariciando las mejillas del menor, borrando todo rastro de lágrimas. Bajó a su mandíbula, acariciando y besando suavemente, las manos bajando a acariciar la cintura delgada por debajo de la desgastada sudadera negra, sus labios ahora en su cuello, dejando su presencia entre colores rosas, violetas y rojos.

Quitó con cuidado la ropa superior, los ojos de Taehyung cerrados y su boca entreabierta, jadeando con ligereza cuando fue recostado con cuidado sobre la mullida cama, el calor de su novio invadiéndolo placenteramente cuando lo cubrió con su cuerpo, las manos recorrieron su abdomen, acariciando con tanta delicadeza cada rincón visible. Jungkook besó alrededor de su pecho, subiendo de vez en cuando a robarle pequeños besos que le quitaban la respiración.

Se sentía tan increíble, Jungkook le murmuró en todo momento cuanto lo amaba y cuán perfecto era ante sus ojos. El mayor se quitó la camiseta blanca que traía puesta, presionando su ahora pecho desnudo con el de Taehyung, que tembló ante el contacto de sus pieles.

Entre más caricias y suaves gemidos, Jungkook había quitado la totalidad de la ropa en el menor, preparándolo entre suaves empujes de sus dedos, con la otra mano acariciando el abdomen de su chico, dejándose llenar por los preciosos sonidos de placer provenientes de la boca del castaño.

Bastó poco tiempo para que ya se encontrara empujando dentro de su novio, entrando con cuidado, sin intención de lastimarlo. Despejó su frente y acarició con los dedos su rostro, admirando las expresiones de placer, asegurándose de borrar cualquier tipo de tristeza que lo manchara.

Taehyung entonces, cuando sintió aquella calidez golpeando repetidamente en su interior, cerró sus ojos sintiéndose tan placenteramente lleno, no pudiendo evitar las lágrimas que se agolparon nuevamente bajo sus párpados. Jungkook había comenzado a moverse lento, su cuerpo recibiendo chispas que acariciaban su cuerpo de pies a cabeza, el placer revoloteando de manera tan sublime en su ser hasta concentrarse cálidamente en la parte baja de su vientre.

Atrajo a Jungkook hacia él, se abrazó a su espalda y dejó salir las lágrimas. Lloraba por todo lo que estaba pasando, el cúmulo de sensaciones haciendo un desastre incontrolable de sí mismo. El mayor al verlo se detuvo y sostuvo el rostro de su novio entre sus manos, depositó besos suaves por sus mejillas, quitando cualquier rastro de humedad visible. Se dirigió a sus labios y lo besó con toda la tranquilidad y amor que podía transmitirle.

—Te tengo, Taehyung —movió sus caderas y embistió con tanta lentitud y profundidad que hizo derretir al chico bajo su cuerpo.

—Te amo —respondió sin aliento y sonando tan sincero cuando las manos ásperas de Jungkook bajaron a su cintura, acariciando suavemente su piel.

Jungkook apoyó uno de sus brazos a un lado de la cabeza de su chico, y con el otro envolvió con firmeza su cintura. Atrapó sus labios en un beso profundo y empezó a moverse con cuidado, con lentitud y precisión.

Taehyung arqueó su espalda, el rostro de su novio a su lado, pudiendo escuchar los jadeos y suaves gemidos directamente en su oído. Se sostuvo de él, gimiendo y cerrando sus ojos, subió una de sus manos a la nuca de Jungkook, dejando suaves caricias en su cabello.

No fue tanto tiempo cuando Taehyung pudo ver las explosiones de colores bajo sus párpados, su boca abriéndose y dejando salir un gemido alto, aferrándose por completo al cuerpo de su novio, totalmente extasiado de la sensación tan volátil de su cuerpo. Jungkook lo siguió segundos después, temblando en placer y teniendo cuidado de no caer sobre el menor. Abrió sus ojos y miró el rostro sonrojado de Taehyung, quien tenía los ojos aún cerrados y de su boca escapaban suaves jadeos en busca de aire.

Salió de su interior, importándole poco la suciedad, y se recostó a su lado para volver a observarlo, se miraba tan perfecto y etéreo con el sudor y la luz tenue haciendo brillar su piel como escarcha en el cuerpo de una deidad, y no pudo evitar acercarse y besarle una vez más, Taehyung correspondiéndole con cansancio.

—Te acepto con todo lo que significa ser tú, con todas tus cargas y todos tus defectos, porque te amo con toda mi existencia y si estamos juntos no hay túnel tan oscuro ni camino con tantas piedras. —susurró sobre sus labios, mirando de cerca sus orbes oscuras que le revelaron por completo todo su ser—. Y así como yo te acepto, lograras lo más importante que es aceptarte tú mismo, hasta que te des cuenta que no me necesitas para que ilumine tu camino. —acarició con ternura su mejilla húmeda—. Que solo te necesitas a ti, y cuando eso suceda, seremos ambos los que brillarán con tanta intensidad que cegará a todo el mundo —borró con su pulgar la lágrima que quiso resbalar de sus ojos—. Porque eres mi compañero de vida, Taehyung, y no hay manera de que eso cambie.

Y viendo la sonrisa tan sincera que Taehyung mostraba después de tanto tiempo, lo envolvió en sus brazos, atrayéndolo a su cuerpo y acariciando su desnudez.

Le prometió su amor entre susurros hasta verlo dormirse, y lo hizo el también, esperando por un mañana mejor, donde juntos comenzarían de una vez a buscar la manera de ser felices.

22 Kasım 2022 23:55 3 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Son

Yazarla tanışın

voo voo 🦖 escritora aficionada (al borde del retiro) que se cansó de esperar por más fics kooktae así que los hizo ella misma 👍

Yorum yap

İleti!
DM Dolores Moctezuma
Aaaaahhhhhh...no puede ser, hermosamente poético!!!!!
November 25, 2023, 02:59
Cutie VJK Cutie VJK
Escribes tan triste como bonito jaja me tropecé contigo y he llorado por horas jaja 🥹
November 23, 2023, 02:32
Jessica  Villalobos Jessica Villalobos
Woooww...!!!esto es lo justo, lo preciso.. hermoso simplemente hermoso❤️‍🔥🥺❤️‍🔥✌🏽🐻👑🐰💜💜💜🇨🇱
November 22, 2023, 04:38
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