Michael, año 2022
Toda historia tiene un principio y un final, ¿verdad?, o eso dicen, Pues siento comunicarte que esta no, lo siento, es algo... a ver cómo te lo explicaría... ¿Diferente?, sí que tiene un principio como todo en esta vida o, en mi trágico caso "mi muerte".
UPS... que fallo... te acabo de espolear toda la historia, (a mí personalmente, me jodía mucho cuando me lo hacían) ... Es broma, esto solo acaba de empezar.
Si, para tu interés, estoy muerto, pero no de esos muertos de las películas que arrastran los pies, con el cuerpo lleno de gusanos y, la boca desencajada diciendo "cereeebrooo", dejándose los intestinos por el camino con media cabeza reventada... emmm perdón, esa última parte sí, pero ya te lo contaré más tarde, ten paciencia.
Para que entres en contexto, nací en 1980 en una ciudad llamada Salzburgo (Austria, frontera con Alemania), y palme, morí, estiré la pata, llámalo como quieras, en 1998, a la tierna edad de 18 años. Serían las 00:30 cuando salía de casa de mi amigo Jaime, después de jugar la partida de rol más legendaria de toda la historia al dungeons & dragons… ¿Qué, que es D&D? (búscalo en Google colega).
Continúo..., como decía, salía de jugar la mejor partida de la historia con Jaime, Noelia, Adrián, Bárbara y Alex, ellos se quedaron a dormir en casa de Jeime, cosa que yo no pude, tenía que ir a cuidar de mi hermana pequeña de 3 años, mi madre trabajaba en el turno de noche en el hospital de Krankenhaus, hacía muchísimas horas y mi padre siempre estaba fuera con el camión, por lo que tocaba hacer el papel de hermano mayor, canguro, niñera y cocinero, (pero ese fatídico día no llegué a mi destino).
En esos tiempos; jugar al rol, leer comic, contar historias de terror, hablar de ovnis, jugar a la videoconsola eran cosas de frikis y, yo cumplía todos los requisitos para ser el mayor friki de la ciudad, lo que nos lleva al siguiente tramo de mi minúscula y triste existencia en el mundo de los vivos, cuando Tomy y Daniel, dos de los abusones del instituto, me vieron desde su Ford Mustang GT y me llamaron, (como un grandísimo gilipollas yo fui), me convencieron diciéndome que me acercaban a casa, como ya habréis podido adivinar esa no era su intención..., resumiendo me drogaron, me hicieron tragar tal cantidad de pastillas que según el informe del forense podía drogar a un elefante, imaginaros lo que esa mierda hizo conmigo teniendo 50 kg de peso,1,80 cm de altura, asmático y con un soplo en el corazón desde bien pequeño, vamos que me destrozó por dentro, la policía encontró mi cuerpo a unos 3 km de casa con el cráneo reventado y el cerebro hecho puré, después de caer de una altura de casi 20 m, en esta parte si me parezco a los zombis de la noche de los muertos vivientes de "George A. Romero".
Tardaron unas dos horas en encontrar mi cuerpo sin vida, dos horas las cuales pase inmóvil, totalmente paralizado, mirando mi cadáver en el suelo con la cabeza totalmente aplastada, los huesos rotos y, un charco de sangre que no paraba de crecer, (que ingenuo por mi parte creer que mi cuerpo daría de repente una bocanada de aire y mi corazón se pondría a bombear sangre de nuevo).
Salí de ese estado de shock cuando vi todo mi alrededor lleno de luces azules y naranjas, ruidos de sirenas envolviendo cada rincón, en ese momento fue cuando me dije a mi mismo, "colega estas fiambre, este mundo está hecho para los fuertes y, tú has sido débil y cobarde".
Me sentía ligero, todo el peso emocional y corporal había desaparecido, decidí salir de ese entorno, he de ir a casa y si te estás preguntando que como fui, mi respuesta es, ¿andando? ¿como si no?, eso de teletransportarse solo pasa en las películas.
Cuando llegué, vi a una pareja de la policía hablando con mi madre, por el sonido de su llanto, el gesto de sus manos, llevándoselas a la cara tapando sus ojos y, como unos segundos más tarde caía desplomada al suelo, pude deducirlo y sentir su dolor, arrodillándome en el asfalto poniéndome a llorar desconsoladamente con lágrimas invisibles. En ese instante descubrí que los muertos podemos sentir dolor y tristeza.
Terminando el drama anterior pasamos a otro aún peor, "mi funeral", el cura dando el sermón;
—Esta santa misa la celebramos por el alma del difunto Michael Bauer a quien de todo corazón expreso mi compasión humana y cristiana como también a todos los miembros de su familia. Ante la muerte humana, la propia y la de nuestros seres queridos, cada uno de nosotros se queda con el corazón conmovido, la mente obnubilada y la mirada triste. Dios tiene derecho de llamar así y de este mundo, a la mansión eterna, a quien desee, cuando quiera y del lugar y de la forma que él quiera. Él es el creador de nuestro cuerpo y de nuestra alma, el señor absoluto del tiempo y de la eternidad, de los ámbitos materiales y de las esferas espirituales, y por eso, todos estamos ante Dios en actitud de humildad y fe.
—si de acuerdo, muy bonito, amén, amén y amén, cállate ya por favor — pienso sarcásticamente.
Como decía, mi padre y mi madre están en el lado derecho de la iglesia abrazados con la mirada perdida, junto a ellos mis abuelos, mis tíos, mis primos y mi hermana pequeña Sara, dándole tirones a la falda de mi madre, preguntándole.
—¿Y Michi y Michi eta dormido?
"Esto último me partió el alma".
En el lado izquierdo estaban Bárbara y Adrián con sus padres y algunos de mis vecinos, Jeime, Alex y Noelia no estaban, ¿sería porque no querían verme en ese estado?, ¡pues no¡, no fue por esa razón, estos frikis cabrones me jodieron vivo, mejor dicho "muerto", pero eso te lo cuento luego, ¡no voy a marcarme otro spoiler!
Continuando por donde lo dejé, he aquí donde viene la sorpresa, justo atrás del todo, entre los dos últimos bancos de la iglesia estaban ellos, Tomy y Daniel, ¿Qué hacían esos dos hijos de puta en mi funeral?, no tenían suficiente con quitarme la vida que tenían que "rematarlo" yendo allí a reírse en mi cara y en la cara de la gente que me quiere, y para más cachondeo tallando con una navaja suiza en la madera del banco donde se sentaban "Que te jodan friki".
Es en ese momento, pude descubrir, que los muertos también pueden sentir odio, rabia y.… mucha sed de venganza.
Con lo sucedido perdí la noción del tiempo pensando en cómo acabar con la vida de esos dos desgraciados, cuando me quise dar cuenta la iglesia estaba vacía, soy tan sumamente inútil que casi ni asisto a mi propio entierro.
Salí corriendo de la iglesia y me dirigí al cementerio, por suerte estaba muy cerca de donde se celebró la misa, ya estaban metiendo mi cuerpo en ese agujero oscuro y frío, dolor y llantos era lo único que se sentía en ese momento, yo solo quería que todo termine, no podía soportar seguir viendo a mi madre en ese estado, a mi hermana buscándome entre la gente y a mi padre que no dijo ni una sola palabra desde que se enteró de mi muerte con un temblor continuo en sus manos.
Cuando el ataúd ya estaba casi cubierto en su totalidad comencé a sentir mucha calma, un dulce sonido me envolvió, haciendo que gire sobre mis pies, pudiendo visualizar una luz blanca embriagadora que me hacía flotar; todo era paz, todos mis sentidos se pusieron en armonía, ya había terminado el suplicio, el dolor… era mi hora de partir. Me encaminé hacia esa luz, (al final va a ser cierto que dios existe), y estando al límite de traspasar esa luminaria, escuché su voz.
—Michael, Michael, Michael, ¿estás ahí?
—pero que... ¿Qué está pasando? ¿Qué coño está pasando? —Dice Michael sorprendido.
—Michael, si estás aquí con nosotros responde.
La luz blanca que tenía frente a mí se comenzó a desvanecer, me sentía confuso, ¿Por qué estaba escuchando la voz de mis amigos llamándome? o, mejor dicho, invocándome. Todo se quedó oscuro, en auténtica penumbra, un silencio abrumador se respiraba en el ambiente acompañado del eco de esas palabras, “si estás aquí con nosotros responde”
Recuperando la visión al desaparecer esa espesa oscuridad pude visualizarlos frente a mí, estaban sentados haciendo un triángulo, rodeado con velas sobre un círculo blanco con los ojos cerrados y las manos puestas sobre un vaso colocado en el centro de una tabla oüija, repitiendo constantemente esa frase, pero lo que más me sorprendió y asustó por igual es que mi visión era diferente, podía ver un aura alrededor de cada uno de ellos, diferentes colores, distintas intensidades y un hilo muy delgado saliendo de sus cabezas, (su glándula pineal exactamente), ese cordón plateado veía por donde salía, pero no donde acababa perdiéndose en la inmensidad del universo.
Me acerqué donde estaba situada Noelia, por instinto llevé mis manos a su cabeza sintiendo en mis dedos ese hilo plateado, era como un modulador, podía sentirlo, notaba su esencia vital, ansiedad, dolor, lo podía sentir todo, solo tuve que pensar en “estoy aquí”, para que sus manos deslizaran el vaso hasta el SI de la tabla oüija.
En el momento que los tres sintieron el movimiento, la expresión de sus ojos cambió al instante, se miraron unos a otros juzgándose con la mirada.
—Juro por mi vida que yo no lo estoy moviendo —susurra Jaime.
—No jodas, ¿en serio eres tú Michael? —dice Noelia sorprendida.
—Mierda, esto no me gusta chicos —Dice Alex preocupado.
Varias de las velas de la sala donde nos encontrábamos los cuatro se apagaron de golpe, entrando por puertas y ventanas un aire cortante y frío, lo pude notar cuando vi el vaho saliendo de sus bocas, os puedo jurar que no fui yo, al igual que también os puedo jurar que sí sé que lo provocó.
La estancia se estaba llenando de otros seres como yo, pero parecían desesperados, se arremolinaron alrededor de Noelia, Jaime y Alex estirando sus brazos hacia los hilos plateados de sus cabezas, me apresuré a decirles que huyan que se fueran ya, deletreándolo en la oüija, sentía como me debilitaba por cada palabra que escribía, pero lo que me causó verdadero terror es cuando empecé a sentir tras de mi presencias muy negativas, gire la cabeza y pude verlos por primera vez; oscuros como el alquitrán, con los ojos totalmente vacíos, susurrándome con un timbre de voz que parecían la mismísima muerte.
Espectros —¡Mátala, mátala!, arranca su cordón de plata y termina con su vida.
Sentía tal terror que se lo transmití a Noelia, llegándoles mi mensaje de huir y estrellándose el vaso contra una pared.
Los tres se levantaron de un salto, salieron corriendo de la estancia totalmente aterrados y, los seres que los rodeaban comenzaron a irse uno tras otro con la mirada totalmente perdida, sin un ápice de humanidad en ellos, los seres oscuros igual que aparecieron se esfumaron.
Salí fuera de la casa pudiendo comprobar que ya estaban a salvo, pero algo era distinto, todo estaba más oscuro como en una película de Tim Burton, veía a los humanos con los cordones conectados a saber dónde, pero también los veía a ellos, nosotros, bueno tú me entiendes, a lo que seamos, ni yo mismo lo sé porque no estamos conectados a nada y eso me preocupa y mucho, ¿Dónde cojones estoy?
Anduve por la avenida principal observando todo mi entorno, almas de todas las índoles pululaban en todas las direcciones sin ningún destino definido, unas caminaban como yo hacía en ese momento, otras se acercaban a los vivos queriendo tocarles, mirando los hilos brillantes de sus cabezas, a mi derecha en una de las calles, un hombre escuálido con la piel en colgajos se metía un pico de heroína, pudiendo observar que su aura y el hilillo de luz grisácea de su nuca parpadeaba como si fuese un semáforo en ámbar, ¿sobredosis?, quien sabe, pero estaba más muerto que vivo.
El rugido de un motor el cual me era totalmente familiar me hizo girar la cabeza, viendo a Daniel en su Ford Mustang pasando por encima de un gran charco, empapando de los pies a la cabeza a mis amigos diciéndoles con tono irritante.
—Que os jodan frikis —dice Daniel entre risas.
La ira se apoderó de mí y fui dirección a su casa, cegado, rabioso, con la mente nublada por el odio, decenas de imágenes se pasaron por mi cabeza; como me hicieron tragar todas esas pastillas empujadas con ron barato y, mientras uno me tapaba la boca para que no vomitara, el otro me sujetaba los brazos para que no me moviera, después estando totalmente colocado me subieron por las escaleras de incendio hasta el ático de un edificio, me
abandonaron a mi suerte, era como estar en una noria, todo daba vueltas, no tenía control sobre mi cuerpo, las alucinaciones y paranoias volaban a sus anchas y… el resto de lo que sucedió... Ya lo sabéis.
Llegué a mi destino, el Ford Mustang se encontraba aparcado al lado de su casa, atravesé la puerta de madera acristalada, lo busqué en el interior, recorrí un inmenso pasillo hasta dar con el que era su cuarto, se estaba liando un porro cuando agarré con todas mis fuerzas su hilo de vida, su cuerpo se paralizó y solo con pensar que se desplazara hasta el teléfono él lo hizo como si fuera una marioneta, le hice descolgar el teléfono y marcar el 112, ese frío intenso comenzó a sentirse otra vez, igual que cuando toqué a Noelia, escuchando de nuevo esas voces susurrándome.
—Mátalo, mátalo, quítale la vida, es un miserable, un asesino, hazloooo.
Me contenía para no hacerlo cuando se escuchó una voz femenina al otro lado del teléfono.
—¿Policía dígame?
—Me llamo Daniel Wilson Ste… Ste… Steiner, vivo en la calle, fun… Fun… Funfunestaba número 122, quiero confesar el asesinato de Mí… Mi… Michael Bauer, lo ma.…ma... Matamos entre Tomy Holzer Konrad y yo, le droga...ga...ga… gamos y le dejamos mor...
Se escucha el sonido de que han cortado la llamada.
—Pero ¿qué haces inútil?, Acabas de delatarte a la policía, desgraciado, pasarás entre rejas el resto de tu vida y, no tienes suficiente con la gran estupidez que has hecho que vas y ¿entregas a tu mejor amigo?, Trae el puto teléfono —grita la madre de Daniel.
(sonido de marcación de números)
—Que pasa tío, son las 2:00 de la madrugada ¿Qué quieres? —responde Tomy.
—No soy Daniel, soy su madre, el estúpido de mi hijo ha llamado a la policía y os ha delatado, tenéis que salir echando leches los dos y huir de aquí.
—¡No me jodas!, será gilipollas, yo me largo de aquí, puto chivato de mierda —grita Tomy malhumorado.
(teléfono sin señal)
No podía creer lo que acababa de presenciar, esta zorra lo sabía todo y los estaba encubriendo, perdí totalmente el control, agarré con todas mis fuerzas los hilos plateados de Daniel y de su madre, las voces se hicieron más fuertes.
—MÁTALOS A LOS DOS, ¡HAZLO YA! —gritan los espectros.
Y sin un ligero temblor en mis manos, tiré con todas mis fuerzas arrancando de sus cabezas su única conexión con la vida, me sentí como un dios pudiendo decidir quien vive y quien muere, es como si hubiera recibido un chute de adrenalina, según separe los hilos de sus cabezas sus ojos se quedaron en blanco y sus cuerpos rígidos como un cadáver.
Decenas de espectros salieron de la nada abalanzándose sobre las almas que yo acababa de desconectar de sus cuerpos y los arrastraron con gritos de puro terror hasta hacerlos desaparecer, esa fuerza descomunal que me inundó se esfumó totalmente en cuestión de segundos, haciéndome caer inconsciente en el suelo igual que a un yonqui después de un mal viaje.
Recuperé el conocimiento sin saber cuánto tiempo había pasado, tenía la mirada perdida y muchas voces se mezclaban, sintiéndome muy confundido, poniéndome en pie a duras penas y recuperando la visión, observé dos cuerpos metidos dentro de unos sacos color plata los cuales estaban cerrando las cremalleras y sacándolos después en unas camillas al exterior, Salí detrás de ellos, había mínimo cuatro patrullas de la policía y varias ambulancias sumándose un montón de gente viendo la escena, chismorreando entre ellos como si de una película se tratara.
—¿Pero María, ¿sabes que ha pasado aquí? —susurra una vecina.
—Por lo que he podido escuchar a estos hermosos hombretones de uniforme, han encontrado a los Wilson tiesos como palos, a la madre y a su hijo, también he podido escuchar que el crío llamó a la policía y confesó el asesinato del pobre chiquillo que encontraron muerto drogado hasta las cejas —responde María.
—Hay dios mío, ¿de verdad?, que tragedia… Esta juventud —suspira Rosa.
—Y por lo visto, el otro amigote de los Wilson, ese guapetón tan alto y fuerte, también está involucrado en el asesinato, pero cuando han llegado a su casa se había dado a la fuga y no saben dónde está —Susurra María.
—Madre de dios, pero… si parecían buenos chicos —dice rosa angustiada.
Al lado de esas dos mujeres pude ver que los espectros estaban entre ellas, ya no se escondían, estaban a plena vista clavándome su fría mirada, no eran uno ni dos, eran muchos desde distintos sitios, todos siguiendo cada movimiento que hacía, siempre manteniendo una distancia, pero vigilantes, sus susurros me estaban enloqueciendo la mente.
—Eres un inútil Michael, se te ha escapado, ese miserable asesino se te ha escapado, ¿no vas a hacer nada cobarde?
Me alejé de la zona lo más rápido que pude, como si huyera de algo o fuesen a descubrir que yo asesiné a los Wilson, pero era imposible, los humanos no podían verme, pero, la verdadera razón por la que lo hacía es porque después de lo sucedido me sentía más atraído por sus cordones plateados, hambriento de absorber sus vidas, en ese momento es cuando recordé todas esas entidades que aparecieron cuando mis amigos me contactaron con la oüija.
¿Me transformaré yo en una de esas cosas?, o peor aún y si esas asquerosas sombras me incitan a matar porque es su única forma de acogerse a la vida
de los humanos usándome a mí de intermediario.
Todos esos pensamientos me estremecieron, no volvería a emplear este don, poder, o lo que coño sea, para matar a nadie y así mantener a esos espectros chupa vidas alejados de mí, pero, si buscaré otros medios para encontrar a Tomy sea como sea.
Unos años después aprendiendo sobre la nueva "no vida" que me había tocado vivir, pude aprender varias cosas muy interesantes, entre ellas como se crea una leyenda urbana.
Empezó a correrse la voz de que, si dices Michael tres veces delante de un espejo, con una vela en la mano a las 00:00 de la noche, me aparezco ante ellos mirándolos fijamente a los ojos y, les hago una pregunta, ¿Quién es Michael? O ¿Dónde está Tomy?
Si tienen la suerte de ser la primera pregunta su respuesta tendrá que ser, tú eres Michael y al ser la respuesta correcta desaparezco en la penumbra, pero, si tienen la mala suerte de que mi pregunta es, ¿Dónde está Tomy?
Al no tener la respuesta, apago la vela y, les arrebato el alma.
Muy ingenioso, tengo que admitirlo, me sirvió de entretenimiento durante bastante tiempo dándoles algún susto que otro mientras hacían el ritual y así mantener la leyenda viva.
Busqué médium o los que se hacían llamar de esta manera, sanadores, brujos, chamanes, sacerdotes de diferentes religiones, me comuniqué a través de escritura automática, tarot, tiradas de runas, pero nada, absolutamente nada ni nadie me dio respuestas del paradero de Tomy Holzer Konra.
Presa del aburrimiento durante tantos años me hice pasar por poseído en algún que otro exorcismo, en todos estos años robé la identidad de Elvis Presley, Merilyn Moroe, Nathalie Wood, John Belushiy, James Deán, Napoleón, Hitler y muchos otros haciéndome pasar por ellos en sesiones de espiritismo, (que crédulos los pobrecitos).
Solo hay una cosa de la que no me siento orgulloso y es de uno de mis actos, pero, ¿Quién va a juzgarme?, esto es muy íntimo y personal, tienes que saber que morí virgen para que puedas saber por qué te cuento esto, nunca pude saber que se siente al tocar unos pechos de mujer ni sus partes más íntimas, tampoco escuchar el sonido de su gemido de placer y, menos todavía que es un orgasmo que no fuera producido por mi mano derecha con una de esas revistas de mi padre; visón, canotier, Soho o mi preferida, playboy.
En una de mis rutas nocturnas vi a una chica a través de su ventana; morena con la piel fina como la seda, totalmente desnuda en su cama, me acerqué a ella ensimismado, dormía profundamente, mi instinto me llevó a ponerme sobre su cuerpo para saber que se sentía; mientras con una mano acariciaba sus pechos con la otra sujeté su hilo de vida, intenté entrar en sus pensamientos a modo de placer, pero el resultado fue totalmente diferente.
Abrió sus ojos con expresión de terror, no podía moverse y, me miraba con auténtico pánico que se marcaba por cada línea de su cara en las cuales fluían varias lágrimas, la habitación se comenzó a llenar de espectros alrededor de su cama, ella no podía moverse, me sentí como un depredador sexual acosando a una pobre chica, totalmente arrepentido de mi acto salí
corriendo al exterior del edificio, lo siguiente que escuché es su grito de puro miedo y desesperación y vi cómo se encendió la luz de su cuarto, por mi culpa esa chica sufrió lo que hoy llaman una parálisis del sueño.
Tardé bastante tiempo en recomponerme de mi acto y superar la culpa, aprendí de ello, no volví a hacer algo similar. Siguiendo por mi travesía en la búsqueda de Tomy Holzer Konra llegamos a lo que se convirtió en mi mejor arma, internet.
En lo que antes solo se veían los hilos de vida de las personas, ahora se habían sumado un montón de finos filamentos conectándose por todo el mundo, una inmensa red neuronal invisible donde todos los datos del planeta se mueven a la velocidad de la luz.
No os podéis imaginar lo corrupto y podrido que está todo; narcotráfico, terrorismo, asesinatos, genocidios, pederastas, y, todo moviéndose en la sombra, tapado por máscaras llamadas redes sociales, Twitter, Facebook, Instagram, todas vidas ficticias creadas por vosotros haciéndoos frágiles y vulnerables dándome el poder de acceder a vuestros más íntimos pensamientos sin siquiera tener que tocaros.
Vosotros humanos me habéis DECEPCIONADO, he podido estudiaros desde 1998 hasta hoy, han pasado 23 años y todo lo que provocáis es destrucción, miseria, dolor, guerras y muchos etc que no me apetece nombrar, para mí sois datos conectados a una nube tecnológica y no siento ningún tipo de compasión hacia vuestra existencia.
Mi único objetivo es encontrar a Tomy Holzer Konra y tú vas a ayudarme.
Si estás leyendo esto acabas de entrar en mi lista, desde este momento tienes 6 días para hacer llegar mi mensaje a todos los contactos de tu agenda y, reenviarás el correo electrónico que te acaba de llegar donde se encuentra un retrato robot de Tomy.
La cuenta atrás comienza en este mismo momento, recuerda, tienes 6 días y si no cumples con los requisitos, mi siguiente pregunta será;
¿dónde está Tomy?
Antonio López Romero Antonio
