whererichkidscometodie Jessen Reyes

Fairy tuvo una vida un tanto complicada e inestable, pero mientras crecía, siempre estuvo enamorada de una sola persona. Y justo cuando su vida está en su mejor lugar, y tiene a la persona que quiere, que también la quiere, la vida los golpea; recordándoles que nada es tan fácil y feliz por siempre. Su novio ha tenido un accidente y no recuerda quién es ella, ni su vida juntos. Fairy cae en la lucha entre sus traumas del pasado, y su amor por Scott.


Dram Sadece 18 yaş üstü için.

#Amnesia #Drama #inkspiredstory #amor #comedia
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¿Quién eres?

2026

Mis pulmones ardían, mi mandíbula, manos, y estoy segura que mis piernas temblaban, pero no lograba sentirlo ya que había corrido por 15 minutos, en pijama y tenis.

Era la 1 de la mañana, corría al hospital y estaba confundida aún.

15 minutos atrás, recibí una llamada. Era del hospital, dijeron que había ocurrido un accidente y tuvieron que llamar al contacto de emergencia de Scott Payne: mi novio.

No dijeron más, o al menos, eso creo yo porque apenas oí que era Scott, tomé unos tenis y salí corriendo. No recuerdo haber cerrado la puerta tras de mí, y Tris, nuestra Husky estaba allí.


Joder.

Joder.

Joder.


Llegué al hospital y las luces del lugar resultaron cegadoras, a medida que avanzaba el color blanco, la pulcritud inquietante del piso y el olor a medicamentos se me revolvía el estómago.

O quizá no era eso.

Quizá era que me habían dicho que la persona con la que se supone comparto mi vida, tuvo un accidente.

¿Cómo pasó?

¿Qué ocurrió?

Llegué a recepción, mientras intentaba recuperar el aliento y ordenar mis ideas, apoyé mi frente en el recibidor y traté de controlar mi respiración.


-Scott... -respiré hondamente -. Vine por Scott Payne -dije enderezandome. La enfermera me vió de arriba a abajo, y asintió.


-¿Usted es Fairy Sunshine? -asentí. Mis piernas volvían en sí y se unieron rápidamente al temblor general que cargaba mi cuerpo.


-¿Él está bien? ¿Puedo verlo? ¿Qué pasó? -comencé a preguntar.


-El doctor vendrá en un momento, por favor siéntese.


¿Sentarme? ¿Esta mujer acababa de decirme que me sentara? ¿Cómo puedo sentarme si no tengo la menor idea de lo que está pasando?


Caminaba de una esquina del pasillo a otra. Mordía mi labio nerviosamente. Miré al piso y me encontré con mis pies, mis tenis; uno de cada uno. El derecho eran un converse rosa y el derecho una vans.

Fruncí el ceño y me di cuenta del ruido visual que me causaba aquello. Por unos segundos olvidé dónde estaba y sólo veía los zapatos. Junto a mis zapatos aparecieron unas patas blancas y peluditas. Volví en mí y ví frente a mí a Tris, sentada, con su correa en su hocico y su respiración agitada también. Tris es mi perra de servicio.

Perra de servicio.

Sonaba terrible.

La cuestión es que necesitaba de ella más que ella de mí. Sufría de ansiedad y EPT. Tris tenía 5 años conmigo. El mismo tiempo que Scott.

Me arrodillé junto a ella y le puse la correa. Miré a la enfermera que estaba perdida en videos de Instagram, y caminé a sentarme. Acaricié un rato a Tris, mientras ella descansaba su cabeza en mis piernas.


-¿Señorita Sunshine?


Me lavanté de la silla y miré al doctor frente a mí.


-Puede sentarse, es mejor así -dijo él sentándose-. Soy el Dr. Howard.


Me senté con una silla en medio de nosotros y lo ví.


-Digame ya, lo que sea, todo. No omita nada, sólo explíqueme qué ocurre y qué sucederá.


-Scott tuvo un accidente de auto, iba en la autopista y un auto sin frenos venía, tuvo una lesión en la cabeza. Aún no sabemos la magnitud del daño, lo sabremos cuando despierte. Por los momentos, debemos esperar. Le hicimos varios exámenes de rutina, para descartar posibles hemorragias internas, sólo vimos una lesión en el hemisferio derecho de su cerebro, lo que indica una posible... -se aclaró la garganta-. Está la posibilidad de que hayan ciertas cosas que Scott no recuerde, señorita Sunshine -finalizó.


Yo estaba allí, sentada, pero al mismo tiempo ya no me había ido. Estaba inmersa en mi cabeza.


-¿Sabías que podrías verte hermosa hasta bañada en lodo? -decía él, mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y luego besaba con delicadeza mi cuello y yo me eché a reír-. Lo digo en serio, eres la mujer más increíble y preciosa que haya visto.


-Y vaya que has visto un montón, pero dime, ¿acaso es ese un fetiche del que no me he enterado aún? -reí y él también, luego se puso serio y me acercó a él.


-Más aún, deberías confiar en mi capacidad para juzgar tu belleza, y tú, Fair, eres la más preciosa que haya visto -me besó.



-Señorita... -el doctor tocó mi hombro y me sobresalté.


-¿Sí?


-¿Escuchó lo que dije?


-Sí.


-¿Está bien?


-Sí.


Miré al doctor observar por unos segundos a Tris, y luego a mí.


-¿Podría firmar unos papeles?


No me moví.


-Claro.


-Podría hacerlo en el cuarto de Scott.


Sentí mi pecho apretado y ajeno.

Asentí de nuevo y caminé detrás de él. Tris iba a mi lado, y cada tanto me miraba, ella sabía qué ocurría conmigo.



Entré a la habitación, y lo ví allí, tirado en aquella cama, con una vía y un par de moretones. Podía respirar por sí mismo.

Un peso enorme me abandonó. Esperaba verlo respirar de manera artificial.


Tris miró a Scott en la cama, y comenzó a aullar en un volumen muy bajito, casi inaudible. Parecía hablar, en mi mente, me preguntaba qué había pasado con Scott.


-Tuvo un accidente, Tris. Estará bien -puse mi mano en su cabeza y la acaricié.


Me senté junto a la cama y tomé su mano, estaba fría, y él siempre estaba tibio.


Sentí un malestar terrible en el estómago, mi garganta estaba seca y de repente sentía la necesidad de echarme sobre él y llorar, que me abrazara y dijera que todo estaría bien.


Pero no podía en ese momento.


Respiré hondo y apreté su mano -Estarás bien, prometo que estarás bien -di un pequeño beso en su mano. La detallé unos segundos y noté pequeños raspones en sus nudillos.


-Algo se siente diferente, Scott -murmuré. Tris centró su atención en mí.


-¿Hablas del hecho de que llevas un par distinto de zapatos o que haya chocado? -imaginé que diría.


-Aquí están los papeles, señorita Sunshine -dijo una enfermera entrando a la habitación y esfumando la voz de Scott de mi cabeza.


Levanté mi cabeza y tomé los formularios, los leí rápidamente, o quizás no, y se los entregué de nuevo.


-¿Cuándo despertará? -pregunté.


-En cualquier momento, la anestesia no tardará mucho más en pasar -respondió ella, llevándose mi firma y saliendo de la habitación.


-Espero nos recuerdes... -murmuré.




2014


-¿Por qué bebemos vodka? -preguntó Lane.


Miré el vaso en mi mano y tomé otro trago -Es divertido estar ebria -respondí.


-Dilo por ti, luego tengo que cuidarte -le dió un trago a su vaso y yo sonreí orgullosa.


-¿Entonces cuánto crees que dure esta vez Blair con ese chiquillo? -pregunté mientras veía a nuestra amiga besuquearse con un muchacho al menos 1 año menor.


Lane fingió una arcada -Oh no, son las 5 de la tarde apenas -desvió su mirada-. Son repulsivos.


Yo me reí. Ella no exageraba, nosotras teníamos 14 apenas y comenzabamos a experimentar toda la onda chico-chica por primera vez en nuestras vidas. Así que, cuando ví a Blair recibir un escupitajo justo en la boca de su novio, frente a todos, a pesar de casi haber vomitado el vodka, también sentí curiosidad. ¿Por qué harían eso?


Luego de sentir que el alcohol me saldría expedido directo desde mi nariz, comencé a reír a carcajadas y Lane aún no se recuperaba de su estado de estupefacción mezclado con asco.


Fue cuando lo ví.

Supuse era uno de los amigos del novio de Blair, había venido con varios muchachos. Él se estaba riendo con ellos, con un vaso lleno de vodka en su mano, no parecía darse cuenta realmente de su entorno más que lo que estaba pasando en su primera percepción.

Sentí algo raro, tal vez la idea de mariposas revoloteando por el estómago era una metáfora muy gentil. Cuando lo ví, realmente sentí que vomitaría todo mi interior, intestinos, órganos, e incluso, de alguna manera visualice mi cerebro siendo licuado por completo y vomitado, todo se movía tan lento y fresco.


-Oye Lane...


-¿Sí?


¿Él quién es? -pregunté intentando parecer no tan interesada en saber su nombre.


Ella enarcó la ceja y sonrió ladina -Él, si no me equivoco y lo confundo con algún otro fulano, es Scott Payne -respondió-. Es lindo, dicen que las chicas siempre caen como moscas -me eché a reír por aquella comparación. Tuve una muy vivída escena de chicas volando y cayendo deliberadamente al ver a Scott. Seguí riendo.


-Vaya, como moscas -respondí- eso es bastante interesante, de verdad -respondí.


-Tambien dicen que tiene unos 18 y nunca ha estado en una relación antes, es el tipo de chico que te desnuda, te folla y se larga -dijo Lane dándole otro trago a su vaso.


-¡Ja! Tengo un radar para chicos lindos pero hijos de puta -dije- ha de ser por eso que siento que ya estoy enamorada -fingí suspirar y puse mis manos sobre mi pecho a la par que exhalaba, Lane se echó a reír.


Yo volteé, y lo ví, y me miraba.

O... ¿Me miraba? No veía tan bien de lejos. En lo que a mí respectaba quizá no era tan lindo como lo ví ya que no tenía puestos mis lentes. Volteé de nuevo hacía Lane nerviosa.


-¿Me miró? -susurré.


-¿Qué? ¿Quién te miraba? -preguntó alzando la voz y yo puse mi mano sobre su boca.


-Olvídalo -conociéndola a ella y su problema con la imprudencia, prefería no hablar de aquello en ese momento, al menos no por mi bien social.


Saqué de una cajita un poco de yerba y una pipa improvisada. La llené y guardé lo demás, saqué el yesquero y la prendí. Le di una larga calada y la guardé. Había comenzado a fumar aquel año apenas, lograba calmar mis ataques de ansiedad y pánico social que sentía algunas veces. No era quién diría la hija modelo para aquel tiempo.


-Huele realmente terrible eso -dije Jane.


-Tú hueles terrible -me dió un empujón y me reí, y luego tosí un poco.


Blair se acercó a nosotras y se agachó -¿Vendrán? -preguntó.


-Ir a... -dije.


-Fiesta, es cerca, vamos -respondió extendiendo su mano hasta nosotras, la agarré y miré a Lane suplicante.


-Vamos -nos paramos de la acera dónde estábamos sentadas y comenzamos a caminar.


Scott caminaba dando traspiés casi invisibles y es zigzag, al principio pensaba que estaba algo ebrio, luego con el tiempo entendí que era su manera de caminar.

Tenía sus manos metidas en los bolsillos de su suéter y un pantalón negro, era alto. Lo suficientemente alto como para tener que ponerme de puntillas al besarlo.

Sacudí mi cabeza y sentí mis mejillas arder.

Lane hablaba con Blair sobre algo que no comprendía, o simplemente no estaba poniendo atención. A veces prefería perderme en mi cabeza y crear escenarios imposibles, que estar realmente en la tierra.


-Está saliendo con ella -Blair señaló a una rubia alta que estaba en un grado más en nuestra escuela. Fruncí el ceño. Ella realmente no me agradaba, pero tampoco la despreciaba. Habíamos intercambiado una que otra palabra-. Bueno corrijo, ella está saliendo con él, él aún no está enterado de que tienen algo -rió-. Es mejor a qué estuviera enamorado, ¿a qué no?


-Pues definitivamente es mucho mejor -dije.


Llegamos a una casa, junto a otras casas. Había un montón de alcohol, de diferentes tipos y sabores.

Tenía 14 y quería estar muy ebria y un poco drogada, o tal vez muy drogada.

Tomé una cerveza y le extendí otra a Lane, ella negó-Ya ví que mezclaras una cosa con otra y yo tengo que llevarte en una pieza a casa -sonrió, seguiré con el vodka, la próxima me toca mezclar a mí.


Sonreí y asentí -Hecho.




La noche transcurrió conmigo bebiendo todas las clases de vodka, tequila, ron y cervezas que habían en la fiesta, bailando, riéndome e intentando no caer porque para ser honesta, ya estaba un poco (bastante), ebria. Vi a Scott, con un bong de agua, y en mi cabeza, en ese instante, me pareció muy bien sólo acercarme.


-¿Queda algo allí? -pregunté.


Él extendió el bong hasta mí y lo encendió con su Clipper, inhalé hondo y sentí como todo mi cuerpo se relajaba y dejaba caer. Parpadee y me di cuenta de que me había escurrido en el matero-banqueta en el que estaba sentada, me enderece y me puse de pie.


-¿Todo en orden? -me preguntó. Yo sonreí y me quedé viéndole, casi podría jurar, que la saliva cayó de mi boca.


-Todo bien -estaba en una lucha interna con mi cerebro que quería dejar a mis piernas soltarse y yo las necesitaba para caminar y no morir frente a él. Caminé unos pasos más y me senté debajo de un poste de luz.


Me quedé viendo la nada por lo que pareció una eternidad y la música y el bullicio desaparecieron igual. Estaba sentada sola.


-Oye, ¿Tienes para encender esto? -dijo Scott mostrando un cigarrillo. Asentí y palmeé el espacio en el poste junto a mí. Él me sonrió y se sentó torpemente. Creo que ahora sí estaba bastante ebrio.


-¿No tenías un Clipper hace unos minutos? -pregunté extendiéndole el yesquero.


-¿Puedes creer que no tengo idea de dónde lo dejé? -me preguntó, parecía de verdad incrédulo. Tomó el yesquero y prendió el cigarrillo, estiró sus piernas y le dió una calada, yo lo ví repetir aquello unas 16 veces más antes de sentir la necesidad de acostarme en sus piernas y dejarme llevar por mi muy atrofiado cerebro y de hecho, recostarme en sus piernas.


Él me quedó viendo, y yo a él, acarició ligeramente mi mejilla, y luego mi mano estaba en su cabello, luego me impulse y comencé a besarle, y él a mí.


Y allí, justo cuando pensé que iba a vomitar, sentía que iba más bien a chillar de emoción mientras nos besábamos.


Jamás en mi vida había quedado deslumbrada a primera vista por alguien, no así, no tan intensamente.


Sentí de golpe como mi cabeza se fue hacia abajo y se dió un golpe con el concreto cuando uno de los amigos de Scott lo tomó por la camisa y lo hizo parar.


-Mary está allí, llorando, porque tú, imbécil, estás besándote con esa niña salida de ningún lado.


Giré la cabeza a la vez que me levantaba y visualice a la rubia que iba en mi escuela llorando y viendo en mi dirección.


"Vaya, debe estar muy enojada para verme así" pensé, y justo unos segundos o minutos después, vomité. Vomité por un rato allí debajo de ese poste.



2026


-¿Qué es esto? -aquella voz me trajo de vuelta en un instante. Vi a Scott incorporado en la cama, tocando su cabeza y viendo alrededor.


Me levanté casi de un salto y me fui sobre él a abrazarlo. No tan fuerte, porque me asustaba herirlo, pero quería dejarlo sin aire. Él se quedó inmóvil, no movió ni un músculo, más bien, se puso rígido. Incómodo.


Me aparté, y lo miré. Él me miraba extrañado, desconcertado.


-¿Scott? -murmuré, Tris estaba en dos patas junto a él y también la miraba con extrañeza.


-No me siento cómodo con que me toquen, y mucho menos desconocidos -respondió.



Algo, algo que no se había roto en mí porque estaba siendo fuerte desde que recibí esa llamada hacía horas ya, se rompió en ese momento. Sentí que me habían arrebatado algo o robado. Me sentí borrada y diminuta.


-¿No... No me recuerdas? -arrastré mis palabras.


-¿Tuve sexo contigo ebrio? -preguntó.


Fruncí el ceño y di varios pasos atrás hasta que tropecé con la pared y me sobresalté. Miré a Scott, luego a Tris, y luego, la puerta, que tenía la ilusión en ese momento de hacerse más y más pequeña, así que apresuré mis pies para salir de aquella habitación lo antes posible. Sentía que todo a mi alrededor se estaba haciendo más y más pequeño, escuché las patitas de Tris correr tras de mí hasta alcanzarme y morder mi pijama para detenerme, se puso en dos patas y situó su cabeza en mi hombro, apoyé mi barbilla en su cabeza peluda y calientita y dejé salir las lágrimas.


Sentía un terror increíble, y no porque no estuviera dispuesta a hacer que Scott se enamorara de mí, sino porque toda la fase de Scott-mujeriego-follador-de-todas-escondan-a-sus-hijas ya había sido superada. Y yo, había estado allí, viéndola muy pacientemente, siendo su amiga, esperando que tal vez algún día me mirara de forma diferente, y sí, pasó, se enamoró de mí, pero tuve que esperar unos 7 u 8 años para que eso se volviera algo tangible, en silencio, riendo cada que me decía que salía con alguien o se follaba a alguien, sin que se notara que me estaba destrozando. Yo estaba segura que no podría aguantar verle con alguien más, no de nuevo, y no ahora que tenemos toda una vida juntos.


Me sentí impotente y enojada con quién sea que estuviera a cargo de nuestros destinos y vidas, porque alguien o algo debía estarlo, aquellas malditas situaciones no son cuestiones de azar, me refiero, ¿Por qué hacerle eso a una pareja perfectamente feliz, estable y sana? ¿No sirve ser mejor persona? Igual las cosas horribles siguen pasando, y peor, te pasan a ti.



04 Nisan 2022 06:58 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Sonraki bölümü okuyun Preguntas.

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Okumaktan zevk alıyor musun?

Hey! Hala var 3 bu hikayede kalan bölümler.
Okumaya devam etmek için lütfen kaydolun veya giriş yapın. Bedava!