ENERGÍAS SOBRENATURALES Hikayeyi takip edin

PRIMER ACTO:

La mañana del 16 de marzo de 2011 en Barranquilla era como

cualquier otra. El sol empezaba a deslumbrar y a quemar poco

a poco la piel de las personas, el concreto de las casas y

edificios, mientras que el café de la mañana estaba ya listo

para beberlo y obtener las suficientes fuerzas para aguantar la

jornada laboral que se esperaba, los niños somnolientos ya

estaban en el salón de clases, pero lo más importante eran las

lágrimas que recorrían el rostro del doctor Sebastián quien se

encontraba sentado afuera de un consultorio mirando los

resultados de análisis de sangre que se hizo hace una semana

antes.

Todo comenzó con un excesivo mareo y confusión a la hora

de intentar tener relaciones con una de sus pacientes que iba

regularmente por cuestiones hipocondriacas. No obstante, de

esto, intentó muchos métodos para quitar ese sintoma que

resulto de la nada. Entre ellos, tomar pastillas de ibuprofeno,

hacer yoga como placebo, e ingerir una taza de café diaria para

tratar de quitar los dolores de cabeza.

Sin embargo, nada de esto funcionó y cada vez presentaba

nuevos síntomas que lo harían hacerse estudios tanto

mentales como físicos, pues a la hora de dormirse se

despertaba a ratos en la madrugada sin poderse mover, y lo

único que podía observar a su alrededor eran demonios que

se burlaban de él y le ofrecían vender su alma a cambio de la

vida eterna, lo cual se los negó rotundamente por una

temporada. Pensaba que eran alucinaciones causadas por la

parálisis de sueño recurrentes, pero su perspectiva cambió

cuando obtuvo los resultados actuales que le indicaban tener

una neurona inflamada que podría reventar en cualquier momento provocándole la muerte. Y ahí fue el momento donde

anhelaba más con todas sus fuerzas tener vida eterna para

siempre. Así que ya tenía planeado firmar el contrato con uno

de los demonios que lo visitaba cada noche.

SENGUNDO ACTO

Ya eran las doce de la madrugada, el ruido de las balas y gritos

de auxilio eran muy comunes en la colonia donde vivía el

doctor, aunque no podía hacer nada al respecto, se trató de

convencer a si mismo de que eso lo hacía sentir reconfortante

y a gusto donde vivía. Sin embargo, el cuarto de su habitación

se encontraba vacía y casi a oscuras, solamente su ventana

reflejaba un color amarillento del poste de luz que estaba

enfrente de la otra banqueta de la calle. Había sacado lo poco

que tenía de muebles al pasillo estrecho donde estaba la

entrada de la otra habitación que tenía al lado y donde también

se encontraba la puerta del baño que daba enfrente de su

habitación. Las cosas que hizo bulto en el pasillo, daban la

silueta de una sombra de una mujer con rizos.

Pero no había tiempo para tratar de imaginarse formas, tenía

que sobrevivir a esto, pues cada maldito segundo que pasaba

era tiempo desperdiciado.

Así que se sentó en posición de loto en medio del símbolo de

Astaroth que pintó con aerosol permanente de color negro. Y

pronto empezó a imaginarse a sí mismo dibujando

nuevamente el símbolo varias veces a la par empezó a decir

en voz alta y seseante “Ven Aaaaaassssstttaaarooooth”.

De pronto la luz amarillenta se desvaneció por completo en

segundos, los gritos de auxilio pararon al igual que los

disparos. Lo único que se podía escuchar eran los aullar de los perros y el corazón palpitante del doctor, para que acto seguido transpirara un sudor tan frio como la mano del ente que le sostenía el hombro izquierdo.

- ¡¿Qué quieres?!!!- preguntó el demonio con voz de niña y siseante

agarrándole con mucha más fuerza el hombro.

El doctor sentía miedo, pero trató de calmarse. pues sabía que

esto podría salir mal si el demonio percibía su olor a cobardía.

-Quiero que me quites este puto aneurisma que padezco,antes de que sea demasiado tarde, te lo ruego mi señor. –Suplicó- No quiero morir de esta forma, todavíame falta por que vivir y por qué curar las enfermedades demis pacientes como obligación de médico.

-SILENCIO!!!- Gritó el demonio Astaroth- Ya he escuchado suficiente de ti. Es un deseo imposible de cumplir puto aborigen.

-P.…pero, por qué? - exclamó el doctor- ¡¿Por qué se niegahasta ahora hacer el pacto?!!!, cuando usted ha venido avisitarme en las noches para tentarme en venderle mi alma.

Las garras del demonio las arrancó rápidamente de donde sesostenía, provocándole al doctor un ardor insoportable como el mismísimo infierno. Astaroth se posó delante del hombre, para acto seguido hincarse a la misma altura y pronunciar las siguientes palabras.

-Eso solamente fue tu pinche ritual de iniciación desde antes que tú lo hicieras.- De pronto hubo un gran silencio petrificante que inundaba el cuarto, hasta que Astaroth señaló con su grande lengua al larguirucho pasillo, en el que se encontraba el

cadáver del doctor tirado en el suelo- Lo que es usted ahora, es simplemente el alma que por fin está separada de su cuerpo. Así que ya no hay trato, ahora usted me pertenece y pagará una parte de sus crímenes que cometió en este plano como doctor y persona. Y créame que el lugar al que vamos a ir le rezamos a alguienmás carbón que mi hermano Lucifer o Belcebú. Ya lo verá cuando estemos en unos instantes.

Astaroth agarró al doctor de los testículos hasta hacerlo gritar como lo hizo el con sus víctimas.

TERCER ACTO

El sol salió de nuevo, la mañana era como cualquier otra, solo

que esta vez varias patrullas habían arribado a la casa del

doctor, tirando la puerta de una sola patada, hasta ver el

cadáver frio del hombre. Minutos después, varios reporteros

estaban afuera dando la nota.

Una mujer de apenas 25 años, pelo castaño y ojos almendra

miraba fijamente hacia la cámara, y con una sonrisa en su

rostro compartió la siguiente nota:

“Esta mañana del 17 de marzo, fue hallado el cadáver del

médico-homeopático “doctor” Sebastián. La razón de su

muerte, según forenses, fue provocada por un aneurisma

cerebral que le diagnosticaron la mañana de ayer. No obstante,

antes de su muerte, el doctor ya tenía varios reportes de parte

de sanidad publica por sus prácticas médicas

pseudocientíficas y también de parte de varias mujeres, a las

cuales anestesiaba durante las consultas para después abusar

sexualmente de ellas. - Hizo una pausa, y la mujer miró sus

zapatos un momento hasta nuevamente levantar la mirada- Sé

que esto no está en la nota, pero como víctima e hija biológica

del doctor, estoy feliz de que al menos un abusador como él

esté muerto por fin. Y en su mente se dijo- El maleficio si

funcionó.

FIN