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Los Cuervos

¿Pero de qué estás hablando? –Preguntó Antoine algo distraído.

- Y de los cuervos boludo ¿no estábamos hablando de los cuervos?

- Ah, pero creí que te referías a otra cosa…

- ¿A qué me voy a referir si estamos hablando de los cuervos?

- Y no sé, Edgar Allan Poe…

- ¿Poe? Pero por qué no te dejás de decir pelotudeces Antoine, por amor de Dios escúchame, te digo que va a funcionar, es más, no hay ningún riesgo de que algo salga mal –Dijo Roque con firmeza.

- Siempre hay riesgos.

- Pero acá no. Mirá, lo único que necesitamos son dos personas de confianza.

- Y que uno sea chofer –Interrumpió Antoine –Y no solo eso sino que labure en una empresa de transporte urbano, decime dónde carajos vamos a encontrar a alguien así ¿Vos conocés a alguno? Porque yo no.

- Cuchame, estás exagerando al pedo. Esas cosas se consiguen fácilmente cabeza ¿Sabés la cantidad de colectiveros garcas que hay en el país? Es más, creo que para ser colectivero te exigen que seas medio garca. ¿Qué te pensás que hacen con el vuelto que no te dan cuando pagás en efectivo, eh? Sactamente, se lo comen. Y lo hacen todos eh. Por ahí parece una boludez, pero son tan garcas como los que te dan el vuelto con caramelitos en los supermercados, y no digo “en el chino” para no generalizar y que después me trates de racista. Pero te digo que los colectiveros son todos garcas.

- Bien –dijo Antoine algo resignado –Supongamos que tenemos a un colectivero ¿Después?

- ¿Después? ¡Pero la concha de tu hermana Antoine! Hace dos horas que te vengo explicando la idea ¿y todavía no la entendiste? Cuchame cabeza, ya tenemos un colectivero, bien. Trabaja en una empresa de transporte urbano, perfecto. Ahora necesitaríamos otra persona…

- Uno de nosotros –Interrumpió Antoine

- ¡No! –Dijo Roque al tiempo que negaba con la cabeza –Nosotros no podemos aparecer en el bondi. Tiene que ser otra persona, alguien que no puedan vincular con nosotros ¿entendés?

- Ah claro

- Mirá, esto es simple. Una vez que tengamos al segundo tipo la cosa es sencilla. Suponete que una persona quiere comprar merca o faso, o lo que sea, lo primero que tiene que hacer es enviar un mensaje a un número de teléfono, que vendría a ser el nuestro, no. Bien, una vez que recibimos el mensaje le preguntamos que por qué zona anda y que se acerque hasta alguna parada de colectivo, que esté dentro del recorrido de nuestro bondi claro. Bien, mientras tanto le escribimos a nuestro chofer y le decimos que tenemos un cliente y el producto que vaya a querer comprar, como para que esté al tanto. Al tipo que quiere comprar le indicamos el número del colectivo al que tiene que subirse y le decimos que cuando se suba le pague al chofer diciendo “Buenas, el boleto con descuento por favor” Así el conductor va a saber que el tipo es el comprador y le va a cobrar el precio del producto.

- Y se lo va a entregar –Interrumpió Antoine.

- No cabeza, para eso va estar nuestro otro tipo ubicado bien al fondo del bondi ¿entendés? Entonces nuestro cliente se acerca hasta él, simulan una conversación de amigos o yo que sé y ahí le pasa el paquete.

- Comprendo

- Ta todo calculado –Dijo Roque mientras encendía un cigarrillo.

- Pero todavía no entiendo porque el chófer no puede entregarle él mismo la droga –Dijo Antoine después de un breve silencio.

- Mirá que sos corto eh –Dijo Roque negando con la cabeza –Cuchame bien pelotudo, si al chofer lo llega a agarrar la cana con droga se vá todo al carajo. Van a empezar a preguntarle cosas y a hacer una investigación. En cambio si sólo maneja la plata no pasa nada.

- ¿Y si agarran al otro tipo?

- Si agarran al otro sólo le van a encontrar una o dos dosis de alguna droga. Ponele que a lo sumo esté una noche en cana y tenga que garpar alguna multa. Pero más que eso no creo. Por eso hay que tratar de que este tipo sólo se suba al colectivo cuando nosotros le digamos que tenemos un cliente ¿entendés? Así ya sabe qué droga tiene que llevar encima y no anda con mucho producto que pueda llegar a comprometerlo.

- Entiendo –Antoine permaneció en silencio rascándose la parte trasera de la cabeza.

- ¿Qué es lo que no entendés ahora? –Preguntó Roque viendo el aspecto dubitativo de su compañero.

- Los cuervos…

- ¿Qué pasa con los cuervos?

- ¿Para qué los necesitamos?

- ¿Cómo es que te cuesta entender algo tan simple, Antoine? ¡Es que a veces sos demasiado pelotudo ya!

- ¿Me vas a contestar o no?

- Mirá, el éxito de este método está en evitar lo máximo que se pueda el contacto entre nosotros y nuestros dos empleados, que vendrían a ser el chofer y el que entrega la merluza. Ahora, es obvio que algún tipo de contacto tenemos que tener con ellos porque tenemos que entregarles la droga, recibir la guita y pagarles su sueldo –Roque hizo dos comillas con los dedos en el aire –¿Tamo claro hasta ahí? Bien, entonces lo que necesitamos es encontrar una forma de contactarnos sin levantar sospechas. Es obvio que el primer contacto tendremos que hacerlo sí o sí. O sea para explicarles el modus operandi y dejar bien en claro las cosas. Lo mejor sería asistir a este primer encuentro medios disfrazados, o al menos maquillados, así si nos cruzan alguna vez por la calle no nos reconocen.

Acá es donde entran los cuervos, porque a los cuervos los vamos a usar para enviar la droga y para recibir la guita entendés. Así que tienen que ser amaestrados…

- ¿Cuervos? No sabían que existían los cuervos amaestrados…

-¿Qué? ¿Nunca viste Juego de Tronos?

- Leí el libro

-¿Qué?

- Canción de Hielo y Fuego

- Ves que sos un pelotudo. Cuchá, los cuervos amaestrados existen ¿Sino cómo crees que filmaron la serie?

- Con efectos especiales

- No digas boludeces ¿querés? Los cuervos van a servir.

- ¿Y por qué no usamos palomas? –Preguntó Antoine –Al menos esas sí estoy seguro de que se pueden amaestrar…

- Porque nuestro servicio va a ser nocturno, y si las palomas son medio blancas el contraste las va a hacer visibles a la noche. En cambio un cuervo negro pasa más desapersa.

- Comprendo.

Roque terminó de fumar su cigarrillo y colocó cuatro hamburguesas en la parrilla.

- ¿Va a querer algún aderezo, maestro? –Preguntó dirigiéndose al señor que se ubicaba sentado en un banquito a un lado de la parrilla.

- Ketchup y alioli, por favor –Dijo el sujeto sin prestar demasiada atención.

- ¡Uh! –Dijo Roque en tono de lamento –Alioli no me queda más che. Dejame ver si tengo kétchup…no che, tampoco. Pero le puedo poner mayonesa si quiere…

- La mayonesa se acabó recién –Dijo Antoine.

- ¿Y por qué no me avisas antes boludo? –Le espetó Roque –Mire maestro, me quedé sin mayonesa pero le puedo poner un poco de chimi si gusta –Dijo Roque dirigiéndose al cliente.

- No se haga drama –dijo el sujeto algo resignado –Así sólo está bien.

- Perfecto entonces, acá tiene su hamburguesa ¡Un espectáculo eh! –Dijo Roque mientras tomaba el dinero del sujeto -¡Uh! Disculpe de nuevo maestro, pero me quedé sin cambio che. Le puedo dar unas rodajas de tomate por el vuelto si quiere.

- No es necesario, quédese con el cambio no hay problema –Dijo el sujeto algo apurado alejándose del puesto.

- ¡Se lo anoto para la próxima! –Le gritó Roque. El sujeto lo ignoró.

- Aunque ahora que lo pienso va estar complicado amaestrarlos –Dijo Roque después de un largo silencio –Tendríamos que averiguar de algún profesional que pueda instruirnos en el tema ¡Además imagínate si llegan a perder algún paquete! Ahí sí que cagamos…

-¿Pero de qué estás hablando? –Pregunto Antoine algo distraído.

- Y de los cuervos boludo ¿no estábamos hablando de los cuervos?

- Ah, pero creí que te referías a otra cosa…

26 Temmuz 2021 02:14 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Son

Yazarla tanışın

Juan Soy alguien que a veces escribe y a veces duerme. Pero jamás las dos cosas juntas.

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