Esta es la primera parte de la historia de Juan y Felipa, una pareja de enamorados quienes no saben cómo va a terminar su relación de muchos años.
Juan es un joven de 28 años, es periodista, escritor y profesor de literatura; es un joven inteligente y muy atractivo. Tiene una relación con Felipa, una licenciada en diseño de interiores, muy reconocida, de 25 años. Ambos llevan juntos más de 10 años, 11 el domingo.
El problema es que ella, Felipa, cree que ya es hora de que se casen, o al menos que se comprometan formalmente; puesto que la mayoría de sus amigas ya han pisado la iglesia o el registro civil, hasta niños tienen, lo que a ella le causa a veces la sensación de ser una solterona a su pronta edad. Ella viene de un hogar construido, con padres amorosos, que se casaron jóvenes y vivieron muy felices; siempre vio besos, abrazos, y ninguna discusión entre ellos, eran una pareja maravillosa, lo que hace que ella considere el matrimonio como algo hermoso y el final perfecto para cualquier relación. Más aun una relación de más de 10 años.
Juan, por otro lado, proviene de un hogar separado. Sus padres se separaron cuando él tenía apenas 10 años. Esto le dejó un mal recuerdo, dado que los últimos 5 años antes del divorcio sus padres se la pasaron discutiendo como perro y gato; más sus visitas al psicólogo, la indiferencia de su hermana mayor y los meses que pasó con sus primos, le mostraron que el matrimonio no siempre es el final perfecto para una relación tan bonita.
Pero la semana pasada le llegó una invitación de la boda de su hermana Marina, quien se casa en España con su pareja este el jueves. Juan se encentraba en España terminando los arreglos para la publicación de su último libro, esto coincidía con la boda de su hermana por lo que aprovecharía para asistir y acompañarla en ese momento especial para ella.
Él pensaba que su hermana al ser mayor, tendría los mismos conceptos que el entorno al matrimonio, pero aparentemente no fue así; esto lo ha confundido, puesto que ha comenzado a pensar que no necesariamente un matrimonio arruinaría su relación con Felipa. Este pensamiento era algo nuevo para él, ya que los últimos 10 años solo lo había pensado algunas veces. Generalmente el matrimonio no era un tema del que solía hablar.
Felipa sin en embargo había comenzado a pensar que Juan a pesar de amarla no se casaría con ella, cuando ella está convencida de que ya es hora. Ambos tienen una buena estabilidad económica, se aman, tienen planes juntos. Entonces, ¿por qué no sacarse de una buena vez? Irma, su mejor amiga, comenzó a decirle que hay hombres que no se casaran nunca por miedo al compromiso Algo que resulta ser una realidad en los hombres y no solo en ellos algunas veces. Pero Felipa no pensaba que sea este el caso, aunque no podía dejar de pensar que era una posibilidad de tantas. Casi Once años de relación sin que Juan le proponga matrimonio la hacían pensar mucho en el futuro de su relación. Le preocupaba pensar en que tal vez serían los eternos enamorados; que llegarían a hasta los 50 años, no tendría niños y que nunca se casaría; puesto que Juan tenía la idea de no tener hijos, por el momento, alegando que era pronto. Algo que para Felipa; siendo tía de un par de gemelos, hijos de su hermana menor de 21 años; comenzaba a ver como una excusa tonta.
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