Los viernes en la tarde Hikayeyi takip edin

En la mañana, un hombre se encontraba solo en su oficina, había dormido muy poco, sus Implantes le ofrecían una vista muy nítida y detallada de todo lo que ocurría , cada cosa bien destacada, con una leyenda fina y clara.

Cerró los ojos muy fuerte, sufría de un letargo, de un sopor que no le permitía trabajar, entonces se recostó sobre su silla, y quiso dormir, pero no podía, mucha información, le llegaba a su cerebro, llamadas, mails y documentos, entonces el apagó su neuralink, como no lo había hecho en ya muchos años, y se encontró en un nuevo mundo, vio la madera de sus muebles, la manilla de la puerta, con infinito detalle, pero a la vez infinitamente simple y los objetos se mezclaban entre si como solo una cosa, como una sola realidad, miró su mesa, las flores, los tallos, el jarrón y vio cómo se fundían y formaban parte de la calma de su vista y sintió una paz acogedora, una tranquilidad silenciosa que no había sentido desde que era niño y llegaba del colegio a su casa los viernes y había paz.

Recordó esos tiempos con ternura y añoranza y sacó de entre sus cajones un viejo cuaderno de papel, como ya no se ven en estos tiempos, con tipografía escrita a mano, tocó las hojas suaves y recordó aquellos tiempos más simples para después inclinarse y mirar al techo con las manos sobre su estómago y dormir.