orfhy_luna Orfhy Milagro

Grace Wendell es una adolescente de 18 años, se ha criado toda su vida en un orfanato, pero al cumplir su mayoría de edad, pierde la vida en una de las Invasiones inglesas contra el Virreinato del Río de la Plata en 1806. Su alma fue arrebatada sin escrúpulos por un invasor, convirtiéndola al instante en un Ángel Protector, siendo su principal deber el cuidar almas humanas y guiarlas por los caminos del bien. Pero, tantos años en el mismo deber, cuidando de tantas personas, la lleva a perder la fe en esos seres que ella alguna vez fue. Ahora, después de casi tres siglos. Se le encomienda una nueva alma, misma que debe guiar y cuidar hasta donde sus reglas se lo permitan. Pero al ver esos ojos dulces de color gris se dará cuenta que la especie humana es más que sólo pérdidas y dolor. Demonios, Ángeles, todo y mucho más ¿Estas seguro de poder controlar la luz que crece y crece en tu interior?


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PROLOGO

Un nuevo nombre fue escrito en el año de 1806 sobre pergaminos amarillentos, desgastados y con cientos de nombres que tenían siglos de haberse escrito, con la tinta dorada firmando para saber que desde ese año, ella sería proclamada una de los Ángeles Protectores o Guías. Sus alas fueron dadas, afirmando su lugar, siendo pequeñas en ese entonces, pero conforme pasaban las décadas esas mismas crecían para dar por sentado que su cargo se elevaba.

No importaba cuántos años habías servido como guía en el cielo, solo cuantas almas llevarás por el bien.

Grace Wendell conocía a la perfección la historia después de 1788, había sido Ángel Guía de Charles Darwin (1882), Anna María Hall (1889) y Millard Fillmore (1874). Algunos de sus protectores fueron su responsabilidad años después, ya que sus Ángeles renunciaban y eran reubicados con otras almas. Ella nunca se había quejado, no después de siglo y medio, cuando sus almas se volvían más oscuras cada vez.

Cada asignado para ella, se convertía en un ser maligno, lleno de prejuicios y corrompido por la maldad del mundo que con cada año, se volvía más oscuro a sus ojos. No soportaba ver tanta maldad. Dejó de ver sonrisas y finales felices llenos de amor, a lágrimas de desesperación y vidas de terror.

Su eternidad no se había vuelto tan dolorosa.

En muchas ocasiones decidió renunciar, dejando sus protectores a alguien más que soportará ver como causaban daño. Por que ella no lo soportaba. A pesar de ser Ángel lleno de luz, ella no la sentía por dentro. Cada década, convirtiéndose en siglos.

Había vivido poco según otros Ángeles, pero ella había visto las dos caras del mundo en el que habitaba y se preguntaba si ellos fueron capaces de ver lo que ella. Y sin embargo, seguía ahí, luchando batallas con y contra otros.

Ahora estaba en la era moderna, siendo testigo de lo avanzada que se volvía la sociedad, observando como cada vez las esperanzas de muchas personas se perdían al igual que las suyas. Su mirada no se había vuelto tan oscura como esos días en los que las pandemias azotaron su mundo. Cargando culpa por no poder sanar a sus Protegidos.

—Señorita Grace —La voz tranquila y dulce de un Ángel Querubín llamó a la mencionada que estaba sobre la Torre más alta en París, observando las luces brillar en el cielo, como muestra de la celebración del nacimiento del Señor. Giró su rostro lentamente hasta ver a ese ángel de rizos rubios—. El arcángel Rafael solicita su presencia.

Simplemente asintió, se colocó de pie y desplegó sus alas, mismas que aparecieron de repente tras su espalda, como si nunca hubieran estado. Alzó el vuelo con esa ropa moderna, constando nada más de una blusa con tirantes y jeans de lona, ropa no adecuada para este invierno.

Perdiéndose entre las nubes, pasando esa oscura noche hasta llegar a esa grieta en el cielo, pasó volando, llegando a un plano donde las nubes dejaron de ser grises y la oscuridad no reinaba. Era luz. Sus pies enfundados en botas altas se movieron sin causar sonido en ese suelo que parecía mármol. Frente a ella, una enorme puerta de madera sujetada a pilares de roca Blanca y lisas. Cruzó su obstáculo y se adentro a un lugar donde varios Ángeles caminaban de un lado a otro sin alas, puesto que no era necesario tenerlas ahí. La mayoría de esos Ángeles portaba ropas de la época actual, otros cargaban togas o capuchas blancas con detalles dorados en los bordes.

Dejó de lado eso y siguió su camino hasta el final de ese largo pasillo, donde pudo apreciar al hombre que la llamaba.

—Señor —Su voz neutral llamó la atención del arcángel—. ¿Solicitó mi presencia?

—Por supuesto querida —El hombre sonrió al verla, aparentaba estar en edad media, siendo un adulto, se alejó de lo que estaba haciendo con algunos Querubines y se acercó a ella. Su aspecto sólo dejaba ver una cabellera castaña oscura a los hombros, barba sin afeitar y unos ojos chocolate. En aspecto era algo robusto pero siempre cargaba con una sonrisa—. Hace un rato que no te veo y me preguntaba que te habías hecho.

—Tomando mi día libre antes de ser reasignada, señor. —Comentó obvia Grace, tratando de no sonar borde.

—¡Por supuesto!—Sonrió mostrando la perfecta hilera dental perlada alzando un pulgar contento—. Y déjame decirte que hoy, aproximadamente hace diez minutos, ha nacido tu nuevo Protegido —Exclamó alegre el arcángel, quería ver la misma sonrisa en la chica, pero sólo observó una mirada seria y un asentimiento por su parte—. Querida, debes...

—Debo ir por mi protegido —Interrumpió serenamente, deseando salir de ahí cuanto antes—. Gracias por la información. Hasta pronto.

Fue detenida al dar dos pasos más. —No, aún falta por hablar —Su brazo derecho se enredó en sus hombros, dando un medio abrazo a la pelinegra—. Mi Señor fue el encargado de darte esté protegido —Comenzaron a caminar a la salida. Rafael quería despedir a la chica personalmente—, dijo que tenía un destino que debes cuidar.

—Es lo mismo de siempre ¿Qué tiene de especial y que ha cambiado? —Preguntó ruda—. ¿Será el próximo presidente? ¿Un gran músico? ¿Un actor reconocido? ¿Qué será?

—Es algo que no puedo decirte. Sólo que debes cuidar de él con mayor esfuerzo. Lo verás más adelante. —No le importó la actitud molesta, simplemente lo dejó pasar por que sabía de la situación, comprendía a la chica y quería lo mejor para ella.

En cambio, Grace sólo deseaba cambiar de trabajo y si pudiera servir como una Querubín o Serafín, sería feliz. Por que ya no soportaba más. Y sin embargo, acató las órdenes de su superior y volvió a emprender el vuelo de regreso a la tierra. Buscando a ese nuevo Protegido que necesitaría su ayuda más de lo normal.

En Estados Unidos, el condado de Taney, Missouri, exactamente la ciudad de Branson, una nueva vida había sido traída al mundo. En el hospital, la madre rubia Juliette Blunt junto a su esposo pelinegro Roy Hawley, acababan de tener un hijo. Pharell Hawley, un hermoso bebé de rasgos Europeos cuyo único propósito en ese instante, era ser la felicidad de sus progenitores.

Tras el enorme ventanal de esa habitación de hospital, una hermosa chica con alas de casi dos metros, observaba la escena milagrosa tras el cristal. Sus ojos apresuraron, luego de analizar a los progenitores, llegaron al recién nacido que no abría los suyos y estaba tranquilo. Ella no vio ese algo que debía decirle lo especial que era. Lo único que sus iris únicos de guía detectaron, fue una chispa gris en su corazón.

La marca del pecado.

—No hay brillo, luz, piano o Arpa que te adorne.

Susurró en sus pensamientos. Bajo hasta la entrada y se hizo invisible ante ojos humanos. Sus alas se ocultaron y camino precisa hasta esa habitación. No espero mucho y se transformó en una enfermera, tomando sólo la ropa prestada, se adentra con una mascarilla.

—Buenas noches, vengo a ver cómo se siente. —Sólo podía ser vista por los padres y ese bebé.

—Oh, muy bien —Contestó la madre del crío con sonrisa dulce—. Más ahora que lo tengo aquí. —La felicidad en esa habitación era mucha, ella misma sentía lo bondadosos que eran esas personas.

—¿Puedo verlo? —Preguntó, señalando al bebé.

Grace lo tomó en sus brazos luego del permiso dado, sintiendo su pequeño cuerpo tibio y delicado. Sin quererlo una media sonrisa se formó en sus labios cubiertos. Reviso cada extremo de su piel, buscando alguna marca, pero no vio nada. Suspiró y lo devolvió a su madre.

—Será un niño muy fuerte. Su destino es brillante. —Recordó las palabras de su arcángel, los padres le observaron curiosos.

—¿Cómo dice?

Bajó su mascarilla y les sonrió con dulzura. Roy no parecía convencido, comenzó a temer por esa enfermera.

—¿Cómo se llama?

Preguntó Juliette insegura. La pelinegra volvió a sonreír observando a ese bebé. Abrió sus lindos ojitos y la observó, el gris de sus pupilas le sacaron un jadeo inoportuno. La sensación se extendió por todo su cuerpo, el cosquilleo le recorrió desde dentro hacia fuera erizando su piel. Confundida por la reacción a esos ojos no enmudeció.

—Será maravilloso, puro y bondadoso —Prosiguió con sus palabras. Los Hawley observaron a su hijo luego a la chica—. Hará mucho bien. —Con una sonrisa en los labios, comenzó a caminar hacia la puerta.

—¡Espera! —Juliette la detuvo—. ¿Cómo lo sabes? ¿Quién eres? —Preguntó intrigada, pero algo en su interior le vibraba, sintiendo una paz al tenerla cerca. Y al verla sonreír, no desapareció el sentimiento cálido.

—Grace —Murmuró, le lanzó una última mirada al niño—. Grace Wendell.

Cerró la puerta, saliendo rápidamente de ese hospital y emprendiendo vuelo al cielo. Donde debía buscar respuestas para ese pequeño Ser que era su protegido.

En cambio, luego de esa visita. Roy Hawley busco información de la supuesta enfermera Wendell. Pero nunca obtuvo información, ella nunca trabajó en ese hospital y no se conocía a ninguna; Juliette Blunt solamente sonreía a su hijo, mismo que no se detenía en saciar su hambre, ella sabía que lo que esa muchacha le había dicho, no era mentira. Por que cuando supo que nunca existió como enfermera, si existía como Protectora.

Juliette siempre creyó en los Ángeles y estaba segura que su hijo tenía una. Grace Wendell. Y jamás la olvidaría.—————

22 Mart 2021 23:09 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Orfhy Milagro ¡Hola Querido Lector de Inkspired! 🌐 Este mundo es muy difícil de encontrarle pies y cabeza, te pierdes entre puertas que van a otras vidas, en distintas épocas. No te preocupes, si sientes que encajas ¡Genial! Eres bienvenid@ a disfrutar del mundo fuera de lo Real. Aquí nada tiene lógica. E-mail: 📨 [email protected] 📚 El que lee más e imagina más. Sabe más. 📜 👤 ORFHYLUNA

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