sttepho SttephO

Taehyung solo podía pensar en una cosa; su pasado. Y bueno, Jungkook no paraba de pensar en el futuro. "La vida sigue... contigo o sin ti"


Hayran Kurgu Gruplar/Şarkıcılar Sadece 18 yaş üstü için.

#258 #drama #vkook #bts
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Devam etmekte
okuma zamanı
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Yeong

Los días pasaban iguales ante sus ojos, no había ninguna diferencia entre uno y otro, todos eran igual de dolorosos y solo podía preguntarse ¿porqué?.

Su sentir ya no estaba, los besos húmedos que eran repartidos a lo largo de su cuello no lo hacían sentir absolutamente nada, la carne firme de la cadera que sostenía no se sentía bien en sus manos. Pero era humano y por alguna razón no podía apartar a la hermosa criatura encima de su regazo, por más culpable y absurdo que se sintiera...no podía.

Cada lugar en su cuerpo que era tocado y acariciado por las delicadas manos ajenas se sentían calientes, quemaban y dolian, porque no eran sus manos, no eran las de ella.

Con ese pensamiento en su cabeza, se abrazo fuerte al pequeño cuerpo y completamente rendido escondió la cabeza en el hombro ajeno, respirando el olor dulzón que desprendía esté.

—Te haré sentir bien — No se estremeció al escuchar el pequeño susurró tan cerca de su oído y mucho menos ante el pequeño beso que recibió en su cuello —. Lo prometo.

Y él quiso creerle, aún sabiendo que era imposible quiso hacerlo, porque el solo soñaba con volver a sentir. Pero al final fue lo mismo de siempre, sexo vacío, besos sucios sin ningún sentimiento y un corazón tan silencioso que lo hacía dudar de vez en cuando que aún estaba allí.


❤️

Los ojos del menor seguían divertidos a su tía caminar de un lado a otro, no sabía por qué a la mujer le gustaba complicar todo y para ser honesto le parecía una estupidez su pequeña discusión.

—¿Estás seguro?— Lo cuestiono parándose al frente y cruzándose de brazos aparentemente nerviosa

Su dulce sobrino la miro con ojos grandes y divertidos, eso solo la hacía ponerse más furiosa, no podía estar bien con eso, definitivamente no.

—Ya le dije que si— Soltó con su tono más burlón—. No tengo nada que me até a este lugar —Sus ojos se desviaron al gran ventanal dejando ver la enorme ciudad de New York, lo que decía era cierto, no hay nada en el mundo que lo até a un lugar en especial.

—¿No tienes problema con regresar a Corea? ¿De verdad? —Preguntó nuevamente tomando asiento a su lado, haciendo que Jungkook la mirara y asintiera con una pequeña sonrisa —. No tienes que obligarte a nada, puedes quedarte aquí y... —No pudo terminar ya que la risa de su sobrino la detuvo.

—¿Por qué me quedaría aquí? —Se encogió de hombros ante la mirada acusadora de su tía —. Además... ya es hora de visitar a mamá —Bajo su mirada con una pequeña sonrisa en su bonito rostro, perdiéndose del aspecto melancólico se su mayor.


—Okey, regresemos juntos, Jungkookie —Acepto acariciando su cabello


❤️



Jungkook no sabía cuánto necesitaba una cama hasta que estuvo por fin en una, suspirando contento al hundir su agotado cuerpo en las suaves mantas, recordando lo mucho que le disgustaba viajar.

—¿Y?— Escucho hablar a su parlanchina tía, quién se sentó, hundiendo un poco el colchón y Jungkook no pudo evitar gruñir en disgusto ante su inoportuna presencia.

—¿Que? Ya le dije que está bien, no importa —Repitió cansado, su voz saliendo ronca ante sus enormes ganas de dormir.

—Sólo quiero estar segura de que ésto es lo correcto —Murmuró repartiendo suaves caricias al cabello de su sobrino, consiguiendo que el pequeño altanero abriera los ojos y la mirara con una pequeña y bonita sonrisa.

—Lo correcto —Susurro asimilando sus palabras —Lo correcto es que usted sea feliz, tía —Le aseguró dejándose vencer por el cansancio y las caricias en su cabello.

Yuri apretó los labios y suspiró melancólica, mirando a su sobrino dormir tranquilamente. Por supuesto que ésto no era correcto, al menos no lo era para ella.

—Lo correcto es que tú seas feliz, Jungkookie —Susurró besando castamente la frente descubierta del muchacho —. Siempre tú. —Dijo por último antes de salir de la nueva habitación del menor

Un nuevo comienzo, se daría así misma y a Jungkook un nuevo e increíble comienzo.


❤️

❤️

S

Sus ojos, al igual que todo su cuerpo se sentían pesados, pero ya no sentía deseos de dormir más, así que completamente rendido se digno a abrir sus ojos por fin. Miro a su alrededor aún sin mover un solo dedo, la realidad por fin golpeándolo, estaba de vuelta en Corea. s ojos, al igual que todo su cuerpo se sentían pesados, pero ya no sentía deseos de dormir más, así que completamente rendido se digno a abrir sus ojos por fin. Miro a su alrededor aún sin mover un solo dedo, la realidad por fin golpeándolo, estaba de vuelta en Corea.

—Que gran mierda —Se dijo así mismo, levantándose de la cama y mirando la hora en su celular —. Ya es medio día —Bostezo pasando una mano por su cabello no importandole lo mucho que durmió.

Se paseó por la sala ya amueblada encontrándose con una nota de su tía.


"No pude despertarte y despedirme así que lo siento, tengo que resolver algunos asuntos en Busan, así que te quedarás sólo por unos cuantos días.

En la encimera de la cocina deje dinero suficiente para que te alimentes, no comas solo comida chatarra.

Volveré pronto. "


Jungkook no pudo evitar reírse ante la palabra asuntos, él no era tonto, sabía que su tía se iba a ver con su ex esposo a sus espaldas. Pero aún así estaba feliz por ella, Jungkook de verdad deseaba con todo su corazón que fuera feliz y si esa felicidad era causada por su tío pues lo aceptaría gustoso.

Regreso a su habitación y se puso rápidamente su sudadera negra, dejando la gorra de está en su cabeza, no quería peinarse, ni mucho menos bañarse, quizás lo haría cuando volviera. Perezoso camino hasta la cocina, alcanzó el dinero y las llaves, para luego guardarlas descuidada mente en uno de sus bolsillos. Salió del departamento y se encaminó hasta el ascensor, a su lado estaban unos ruidosos tipos y a quienes por supuesto decidió ignorar.

—Hablo enserio, hyung.

—Ella de verdad es increíble.

Mientras las personas a su lado hablaban, Jungkook miraba sus botas preguntándose por qué el condenado ascensor se demoraba tanto ¿debería solo bajar las escaleras?

—¿Verdad? Yo también lo pienso, mamá dijo que él iba a venir a vivir con nosotros de ahora en adelante —Levanto la cabeza por un minuto y lo primero que observó fue al castaño bajito bufar y al enorme tipo peli morado desordenarle el cabello al más bajó. Los ojos de Jungkook se abrieron sorprendidos y brillaron cual bonitas estrellas, de verdad existían tipos tan altos, Jungkook estaba encantado.

—Me alegró, esperó que al menos ahora pueda vivir decentemente... —Ladeo su cabeza lentamente al ver con interés cómo el moreno se fue callando al notar que lo estaba observando demás.

Ahora no solo tenía la mirada del más alto en su persona, si no que también la del chico más bajó y para su buena suerte justo en ese momento el ascensor se abrió en todo su esplendor, dejó de mirar al par de chicos y se adentró a éste recargandose en una de las esquinas.

—Él dice que está bien, pero no se ve así en lo absoluto.

—Me gustaría verlo feliz...al menos una vez mas.

No le gustaba ser un entrometido, pero no podía no escuchar lo que esas dos personas conversaban y era molesto, muy molestó. Así que fue muy feliz cuándo por fin llegaron a el último piso y pudo salir de ese incómodo ambiente. Pero al recordar un pequeño detalle, detuvo sus pasos y se giró con las manos metidas en sus bolsillos.

—¿Disculpen? —Los llamó ladeando su cabeza.

—¿sí? —Cuestiono el más bajo mirando curioso al misterioso chico vestido todo de negro

—Necesitó hacer las compras ¿Pueden decirme dónde queda un supermercado cerca, por favor? —Preguntó el menor mirándolos curioso con sus grandes y bonitos ojos.

Los dos mayores se miraron entre ellos,no sabían si sentirse intimidados o encantados por el extraño muchacho.

—Mmm sólo sigue derecho, a unas tres o cuatro cuadras encontrarás uno —El moreno le señaló el camino.

—Oh, gracias —Reverencio en agradecimiento antes de retirarse.

—¿Quien es? —Preguntó Namjoon sin apartar la vista de la silueta del muchacho.

Por su parte Jimin se cruzó de brazos y frunció el seño tratando de recordar el rostro de algún vecino parecido al chico.

—No lo había visto antes, estoy seguro—Levantó una ceja y pensó profundamente dónde lo había visto antes —. Pero también estoy seguro de haberlo visto antes en algún lado -—Miró a su amigo confundido, quién le devolviodevolvió la mirada divertido.

—Dejalo así, tenemos que recoger a tu primo y ya se nos hizo tarde —Le recordó mostrándole su reloj, tanteandolo con uno de sus dedos.

Por un momento el castaño se puso pálido, Taehyung los iba a matar, definitivamente iba a matarlos. Sus pies se movieron impulsivamente y camino asustado a toda prisa.

—¡Apresurate, soy muy joven y bello para morir! —Gritó comenzando a correr lo más rápido que sus pies le permitían.

Namjoon no pudo evitar reírse de su bajito amigo, pero su risa se fue apagando al recordar el pésimo humor que se cargaba Taehyung últimamente.

—Dios mío, yo tampoco quiero morir —Murmuró para si mismo empezando a correr detrás del menor.

Lo que Taehyung odiaba más en el mundo era la impuntualidad y Namjoon no creía que a su amigo le agradará la idea de que ya fueran con una hora de retrasó.

—Si algún Dios, ángel o lo que sea que me este escuchando en este momento, permítanme vivir un poco mas, solo un poco más —Llorioqueo asustado por lo que sea que les haría su malhumorado amigo.

El clima se comenzó a poner frío y húmedo, al igual que las nubes grises empezaron a llenar el cielo rápidamente avisado una tormenta. Pero estaba bien, por qué a Jungkook le gustaba mucho los días lluviosos. Le daban paz y una excusa para sentarse a tomar leche caliente con galletas aunque ya fuera un adulto.

Miró cuidadosamente los estantes de comida, pero todo lo que pudo poner en su carrito fue ramen instantáneo, algunas frituras y uno que otra golosina. Pero no podía olvidarse de lo más importante, así que caminó rápidamente a la zona de lácteos y sus ojos buscaron rápidamente lo que había venido a buscar.

—Fresa, chocolate, mora, melocotón, ¿canabis?... —Su ceño se frunció desesperadamente al no encontrar lo que buscaba, pero una sonrisa se instaló en su rostro al encontrarla en una de las esquinas —. ¡Banana!— Soltó emocionado, podía vivir sin muchas cosas en la vida, pero definitivamente la leche de banana no era una opción.

Salió de la tienda con sus compras en una mano y con la otra comiéndose un helado, se detuvo en el lumbral al ver la fuerte lluvía y no pudo evitar soltar una maldición, no había traído un paraguas y no quería mojarse, así que lo más inteligente que se le ocurrió hacer fue esperar afuera del supermercado hasta que escampara un poco.

—Cuidado, Jimin —Fue lo único que escucho Jungkook antes de caer al duro, frío, sucio y mojado piso.

—Mierda, lo siento ¿Estás bien? — Escuchó que le hablaban pero él solo podía mirar su helado derramado en el piso.

—Te he dicho que no camines de esa forma —Jungkook levantó su cabeza y se encontró con el rostro regordete del chico del ascensor.

—¿Estás bien? —Escuchó la voz aguda de un hombre preguntarle por su estado y él solo desvió su vista hacía su costado derecho, encontrándose a un hombre joven alto y muy bien vestido.

Aún sin contestarle sólo lo miró, apretando sus labios en el proceso, la sangre hirviendole en las palmas de sus manos... dolía... mucho.

—Lo siento... D-de verdad... perdón — Jimin se disculpó preocupado de que aún no se levantará, una mueca se instaló en su rostro al pensar que de verdad se había lastimado y Dios, su mamá iba a matarlo. Y la mirada furiosa de su primo en su persona no le ayudaban a sus nervios.

Por su parte el pelinegro se levantó lentamente recogiendo sus compras en el proceso con la mirada de ambos tipos encima suyo.

—Estoy bien, no importa —Les aseguró mirando su ropa completamente sucia y mojada, inconcientemente haciendo un pequeño puchero al ver su preciado helado derramado en el suelo.

Taehyung no pudo evitar observar detenidamente cada una de las expresiones de aquel desconocido, hasta podría atreverse a decir que se veía adorable... como un niño.

—¿De verdad estás bien? —Preguntó Jimin mordiéndose las uñas con nerviosismo

Jungkook asintió una última vez decidiendo en el proceso que ya había tenido suficiente de las calles de Seúl y de esa gente. Así que sin importarle mucho que aún siguiera lloviendo se fue de allí decidido a comer y seguir durmiendo, necesitaba toda la energía posible para el día de mañana, sería un largo día.

—Deja de jugar en la calle, Jimin. Lastimaste a esa persona.

Regaño al más pequeño seguiendo con su curiosa mirada a eso bonito muchachito.

13 Aralık 2020 04:30 0 Rapor Yerleştirmek Hikayeyi takip edin
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Devam edecek...

Yazarla tanışın

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