N/T: Recomiendo escuchar la canción Moondance de ab6ix a la vez que lees y que os deis tiempo a apreciar la letra.
Jungkook P.O.V
Nunca había amado tanto las noches de luna llena hasta que le conocí.
Tan bonito e irreal, vestido de seda blanco con tu cabello rubio alborotado por el viento de primavera y tus lindas alas blancas cual fénix blanco.
No podía creer lo que mis ojos habían visto, un ser tan etéreo y hermoso que no tiene nada que envidiar a la luz de la luna porque él brillaba aún más.
Su belleza cautivaba hasta al más casto y devoto de los hombres.
Y yo no iba a ser menos, incluso si era un pecador en vida y acabé condenandome al fuego por ello.
No importaba porque tuve el placer de ver al más majestuoso de los ángeles.
Acabe siendo atraído como un imán positivo a otro negativo.
Primero sólo lo observaba de lejos cada luna llena, luego me iba acercando más hasta que notará mi presencia, él sabía que estaba ahí y siempre me dedicaba miradas que me dejaban incapacitado para moverme.
Pero una noche de primavera me atreví a sentarme a su lado.
Estaba nervioso, creía que el corazón se me saldría del pecho.
Pero él puso una mano en mi hombro y me habló dulcemente, como si nos conociéramos de toda la vida.
Su voz profunda no hacía más que embellecer más todo su ser.
Empezamos conociéndonos como buenos amigos, pero desde el comienzo mi corazón siempre latía muy rápido, mis pulsaciones siempre subían cuando estaba a su lado.
Cada noche de luna llena yo seguía viéndote y cada vez el sentimiento de quererte más y más cerca aumentaba.
No podía evitarlo, eras como el sol, necesitaba orbitar cerca de ti para existir.
Todos los días esperaba a que la media luna estuviera llena, para poder verte y tocarte.
Mis manos a medida que aumentaba la confianza iban tocando todo lo que me dejaras de tu perfecta piel canela.
Un día de primavera dijiste que te gustaba y no sabes el revuelo que causaste en mi interior, estaba eufórico, era la mejor noticia de mi vida.
Pero también estaba asustado, nuestro amor estaba prohibido, no figuraba como posible en ningún libro, ni legalmente estaba permitido.
Pero eso nunca impidió que nuestros corazones hablarán.
Sólo deberíamos amarnos te decía constantemente en cada día de luna llena.
Y tú me respondías que tomará tu mano y que lo hiciéramos juntos.
Que nos enfretasemos al mundo para luchar por nosotros en cada luna llena.
Ella nos iluminaba con más fuerza que a nadie, como dándonos fuerza para seguir adelante en nuestros deseos.
Y eso hacíamos, enfocarnos en nuestro amor sin importar nada.
En muchas cosas ocasiones le preguntaba a luna sobre qué es lo quería Taehyung, si él sentía lo mismo.
Ella me respondía que cuando nos entregaramos por primera vez, sabría la respuesta con total claridad.
Y quise saberla.
Una noche escondidos bajo la luz de la luna, empecé a acariciarte como siempre.
Metía mis manos sobre tus ropas de seda y acariciaba lentamente, haciendo que tu piel se erizara.
Mientras tu sonreias complacido yo me aventure a darte un pequeño beso en el cuello.
Te tensaste por un momento pero luego me pediste que siguiera, que te había gustado eso.
Yo empecé a repartir pequeños besos por todo tu cuello y clavículas, haciendo de vez en cuando un par de mordidas y chupadas en exceso.
Te escuche gémir después de tanto y me ilusione porque eso significaba que te estaba gustando.
Te sonrojaste al hacerlo y yo no me pide resistir en besar esos lindos belfos rosados, de los que me tuve que resistir hasta hoy.
Nuestro primer beso fue lento, sabíamos como hacerlo, pequeños movimientos y mordidas reinaban en nuestra pequeña sesión mientras yo seguía acariciandote y tu tirabas de los pelos de mi nuca.
Parece que para ti no fue suficiente porque me obligaste a ponerte sobre ti y que te besara más duro.
No dude en complacerte, tenía muchas ganas de hacerlo.
Empezamos una danza con nuestras lenguas mientras él con necesidad me quitaba los botones de la camisa de seda negra para poder acariciar mi abdomen.
Creo que te gustó porque sonreiste en medio de nuestra guerra de lenguas mientras me acariciabas.
Me incitaste a que te quiera la camisa y eso hice, revelando un abdomen levemente marcado de color canela junto a un pecho esculpido por los mismísimos dioses.
Me quedé segundos parado para admirarte mientras tu cara se ponía roja y me decías que tocará como quisiera.
Recorrí un camino desde tu cuello hasta tu pecho, besando y mordiendo hasta que llegue a unos lindos pezones color chocolate que no dude en morder y chupar como un condenado.
Tú no podías parar de gémir y juntabas tus piernas lo máximo posible de lo excitado que te sentías.
Yo también estaba caliente, tu bello cuerpo alumbrado por la luna y tu suave fragancia a primavera hacían un buen trabajo en mi.
Después de un rato de trabajo en tu abdomen me empujaste y me quitaste los pantalones alegando que no podías más.
Estabas impaciente y necesitado por mi y eso me gustaba.
Porque querías que fueras mío y tus acciones me hacen creer que eres tan mío como yo soy tuyo.
Echaste mis pantalones fuera junto a los tuyos y me pediste que no me contubiera.
Y no lo hice, empecé a repartir suaves besos desde los tobillos hasta los muslos.
Me gustaba recorrerte poco a poco sintiendo como tiemblas, gimes y súplicas por mi.
Porque no podías con tanta atención e ibas a explotar.
Y yo estaba dispuesto a hacerte explotar.
Seguí repartiendo besos hasta que llegue a tu ropa interior que también era de seda blanca.
¿Qué coincidencia no? Tu seda blanca y yo seda negra, colores opuestos que se atraen y no pueden vivir el uno sin el otro.
Básicamente lo que nos pasa a nosotros.
Que incluso sabiendo todo lo que tenemos en contra no pudimos evitar amarnos.
Quite tu ropa interior y deje a la vista
Quite tu ropa interior y deje a la vista tu hombría.
Me acerque suavemente y le di un beso en la punta que hizo que te estremecieras.
Estabas a punto de llorar de todo lo que estabas sintiendo así que procedí a repartir más suaves besos mientras tu ponías las manos en la boca para que la luna no te escuchara jadear.
Si supieras que la luna fue la que me dio la idea de conocernos más profundamente...
Procedí a meterme tu extensión en la boca, disfrutando de esos dulces cantos angelicales que soltabas.
Hice movimientos de arriba a abajo con mi cabeza intentando que llegará lo más profundo posible.
Ahueque mis mejillas para que fuera más placentero para ti mientras tu tirabas más de mi cabeza para que llegarás más profundo.
De un momento a otro deje que me sujetará la cabeza para que me pudiera embestir como quisieras para que te liberarás.
Me sentía ahogado, que me quedaba sin respiración pero era muy placentero, la sensación de quedarme sin aire mientras estaba exitado era sublime para mí.
Estaba yendo más rápido lo que significa que estaba cerca.
Y tan cerca que su semilla me lleno toda la garganta, saco su miembro fuera mientras jadeaba con la respiración agitaba.
Yo me trague toda su esencia mientras el trataba de relajarse.
Aún tenía un problema entre mis piernas pero si el estaba cansado o no quería más lo respetaría y ya me encargaría más tarde de ello.
Pero nada más relajarte pusiste tres de mis dedos en tu boca.
Empezaste a lubricarlo con tu saliva mientras yo con mi otra mano te retorcía el pequeño botón de tu pecho.
Tu miembro estaba despertando por lo que sonreí y seguí disfrutando de la vista tan erotica y caliente que me estabas dando.
Todo sonrojado con los ojos casi cerrados y brillantes, mientras chupabas y mordias mis dedos.
Una vez que estuvieron listos los saque y los dirigí a tu entrada.
Hice pequeños círculos alrededor causando espasmos en ti y dolor para mi.
Dolor porque no aguantaba ni un segundo más sin entrar en ti.
Decidí meter el primer dedo lentamente, escuchándote quejarte hasta que estuvo dentro.
Lo mantuve por un rato hasta que te sacudiste un poco en señal de que me moviera.
Di vueltas en círculos y lo sacaba y metía lentamente, torturandote a ti y a mi en el proceso.
Metí el segundo dedo, te quejaste un poco más pero me obligaste a moverlo inmediatamente.
Estabas cegado por la excitacion y yo también pero aún así seguí preparándote con mucha paciencia y esmero para no hacerte daño.
Él tercero fue más fácil de meter y ya estabas hecho una merea de gemidos y balbuceos inentendibles.
Toque un punto dulce en ti haciendo que gritaras.
Me gustaba escucharte gritar, quería que siguieras gritando por y para mi.
Decidí que ya era suficiente y quite mis dedos escuchando tus protestas.
Pero en seguía me quite mi ropa interior liberando mi gran orgullo rebotar contra mi estómago.
Estaba apunto de explotar si no me metía en ese interior cálido y húmedo que había sido preparado para mí y sólo para mí.
Abrí bien sus piernas colocandome en medio.
Sujete bien mi miembro y me dirigí a su pequeño anillo de músculos ya lubricados.
Empecé a meter mi glande lentamente escuchándolo respirar fuertemente y apretar sus puños haciéndolos ver blancos.
Seguí avanzando hasta que quede completamente metido.
Le empecé a dar besos por los hombros para distraerle del dolor mientras se acostumbraba.
De un momento a otro me dijo que me moviera.
Saque lentamente mi miembro y lo metí de una estocada.
Le escuche sisear de dolor pero eso no le impidió que me pidiera que lo hiciera más fuerte.
Y arremeti una y otra vez en su interior con un ritmo rápido y desenfrenado.
Su cuerpo rebotaba contra el mio y el sonido de nuestros gemidos, jadeos y choques de piel estaban por todo el ambiente.
Choque su punto dulce una y otra vez, maltrandolo y escuchándolo gritar aún más fuerte que antes.
Quería que se desgarrada por y para mí.
Quería que todo el mundo supiera que ese bello ser llamado Taehyung era completamente mío.
Dando igual reglas y todo.
Que allí estabas entregandonos como almas gemelas que nunca debieron ser separadas.
Y que una vez unidas nadie podía separarlas y menos en luna llena.
Estaba apunto de llegar, tanto él como yo así que agarre su miembro y fui al compás de las embestidas hasta que el estalló entre nuestros estómagos y yo dentro de él.
Estaba exhausto así que me tumbe encima de él mientras estabas agitados los dos.
Él empezó a acariciar toda mi espalda, mientras yo me mantenía unido a él.
Me gustaba la sensación de estar unido a él.
Me gustaba ver que físicamente éramos uno ya que mentalmente ya lo éramos.
Al cabo de un rato me decidí separar de él, escuchandole protestar.
Pero no duro mucho porque ya le estaba abrazando fuertemente contra mi, dejando su cabeza descansar en mi pecho.
Tal vez me estaba pasando con la fuerza o tal vez no, sólo se que no quería terminar con esto.
No quería que la noche de luna llena se acabará.
Le susurre que lo amaba y que ya me quedaba claro que él sentía lo mismo.
Él me dijo que era lo más importante de su vida y que no le importaba esperar a cada luna llena para verme.
A mi tampoco me importaba, porque nuestras vidas sólo tenían sentido cuando nos veíamos en cada noche de luna llena.
Le dije que tendríamos muchos problemas pero a él no le importó, quería que estuvieramos juntos pese a todos los problemas que abarcaría.
Estaba feliz de escuchar eso, así que lo besé con todo el amor que podía tener y él me respondió de la misma manera.
Nos quedamos así hasta que la luna llena se marchará para poder irnos a nuestros mundos.
¿Qué tristeza no?
Porque cielo e infierno sólo se pueden reunir en la tierra, las noches de luna llena.
—Noa
Okuduğunuz için teşekkürler!
Ziyaretçilerimize Reklamlar göstererek Inkspired’ı ücretsiz tutabiliriz. Lütfen AdBlocker’ı beyaz listeye ekleyerek veya devre dışı bırakarak bizi destekleyin.
Bunu yaptıktan sonra, Inkspired’i normal şekilde kullanmaya devam etmek için lütfen web sitesini yeniden yükleyin..