Deseos oscuro Hikayeyi takip edin

Se peinó el cabello hacia atrás mientras mordía sus labios para contener la rabia que lo quemaba por dentro no podia soportar tanto cinismo en una persona, trató de respirar tranquilamente pero no consiguio ningún alivio alguno, al contrario estaba más molesto de lo que ya estaba. ¿Cuánto tiempo llevaba esperando que abriera su boca?. ¿quince minutos o quizas dos malditas horas?, para que hablará y confensara, pero al parecer este solo sonría con tranquilidad y observaba con atención su caminar desesperado por obtener alguna repuesta que lo culpara por todos los crímenes que habia cometido.

Xavier observó al individuo desde la otra pared que más bien era una ventana, para observar detalladamente sus movimientos, y se sorprendió rotundamente al ver la serenidad y la paz en su rostro, como si no le importara la vida de las personas que habia matado. Este observó con diversión la pared y sacó la lengua para molestar al que estaba del otro lado. El agente Novoa golpeó la mesa para amendrentarlo pero solo escucho una risa maquiavelica de su parte.

- ¿Crees que con eso me vas a asustar?. - Sonrió con malicia.

El agente lo vio molesto y mando al demonio su ética y lo tomó del cuello de la camisa que aún llevaba llena de sangre.

- Dime algo maldito psicópata. - Gruño molesto. - ¿Tu mataste a Heather, Romina, Ashley y a Jhon?. ¡Habla por una mierda!.

Lo miró fijamente mientras otro agente tocaba el hombro del agente Novoa para tranquilizarlo.

- Si. - Respondió tranquilo. - Yo los mate y sabes que, lo volveria hacer de nuevo y de nuevo, y todas las veces que sean necesario. - Sonrió.

- ¿Por que lo hiciste?.

- Simple. Por amor. Y ahora que tengo toda tu atención. - Miró la pared y se cruzó de brazos. Les voy contar una historia de amor, con un final. - Se levanto de la silla y se acerco a la pared. - Encantador. - ¿Tú que piensas Tais?. ¿Te gustó nuestra historia de amor lleno de sangre y lujuria?, por que yo la ame.

- ¡Tú estas loco!. - Susurro Novoa.

- Quizás. - Se encongio de hombro. - Pero toda locura tiene un inicio y yo les contare el mío.