Ignoro la realidad. Esta es una fantasía, todos los días espero que llegue el verano. Todos los días espero que llegues a mí. Estos fragmentos, pedazos de pensamientos que intento organizar no son más que sueños sin concretar. Sueños de mi infancia de lo que un día como hoy llegaría a ser y hoy no son más que eso, un rompecabezas de millones de piezas que no se como armar, del cual estoy como imbécil buscando el instructivo que el fabricante nunca agregó. El verano al fin llegó. Nada está bien.

Y aveces me pregunto cómo alguien como yo ha sobrellevarlo la cuarentena. Si, soy un chico de casa, pero no por obligación. Mirar hacia el techo y pensar en otro planeta, y me creo un mundo de ficción echo realidad, un mundo en el que estoy arriba del todo. En el que la maldad no existe, o al menos me ciego para no verla. Una sociedad en la que las mentiras se vuelven realidad, y todo va formando un rompecabezas en el cual siempre faltará una ficha, ficha que siempre tengo bajo la manga.

La ficha incorrecta en un rompecabezas

Ella es un rompecabeza hermoso, pero la vida se encargó de perderle algunas piezas, él prometió encontrarlas, para que pueda estar nuevamente completa, aunque en el proceso, el que pierda las piezas sea él.