Madrid, mi ciudad, yace yerma entre el Covid, la incertidumbre económica y la tensión política. No siempre fue así . No siempre será así . Pese a que el mundo parece estático, la tierra se mueve constantemente, sobre si misma y alrededor del sol. En algún momento el péndulo se moverá hacia un tiempo más alegre. Mientras tanto, encerrados en un tenso monólogo interno, entre dudas, mis paisanos esperan una señal que les reactive. El sol volverá a brillar.