No sé quien necesite leer esto pero recuerda que ese problema que estás atravesando es pasajero. Un día, te levantarás y te darás cuenta de que la tormenta que tanto te acechaba, ahora es un bello y radiante arcoíris. No decaigas. ❤️

Fueron muchas las noches preguntándole a la luna cuando volverías, entre lágrimas, entre sonrisas... Hasta que una mañana de noviembre decidiste regresar, y más allá de todo, agradezco todo este tiempo. Porque me ayudó a pensar, a estar para mí, a conocerme, y ese es un paso enorme. Quizás suene raro, pero gracias por irte todo este tiempo. Me pude convertir en alguien más fuerte.

De a poco voy acomodando mis pedazos. De a poco voy reconstruyendo lo que alguna vez fui, retocándolo de algunos lados. De a poco voy integrando a mi vida, la idea de que mi felicidad no tiene que depender de nadie, y que soy una mujer capaz de ser feliz por mi misma. De a poco voy regenerando todo ese amor que alguna vez tuve. De a poco, paso por paso, para finalmente mostrarle al mundo y estar orgullosa de en quien me convertí.

Un día, el psicólogo me pidió que le hable sobre la chica que me gusta. — Bueno, ella suele ser fría a veces, pero también es muy cariñosa con quien se lo merece. No le gustan los rodeos ni las mentiras y cuando ama, lo hace con toda su fuerza, así que siempre espera recibir lo mismo. No espera menos. Es una mujer increíble. Siempre supo salir adelante, es mi ejemplo a seguir. — ¿Y cuándo la conociste? — La primera vez que me miré al espejo. El psicólogo me miró y sonrió.

Era una noche estrellada de un sábado, aproximadamente las 8:30 pm. Estaba con él, apoyada en su hombro, escuchando atentamente lo que decía. Su brazo rodeaba mi cintura. Y en un momento lo miré. Y con su timidez tan característica, él agarró mi mentón y me atrajo hacia su rostro, y fue en ese instante en que nuestros labios se unieron por primera vez. Y no hubo vuelta atrás. Era una noche estrellada de un sábado, y cómo desearía una noche más.

“Después de la tormenta sale el sol”. Una frase que siempre escuchamos y que, al menos a mí, me suele reconfortar cuando la angustia y tristeza llegan. Pero, ¿cuándo es después de la tormenta? Muchas veces en el medio de las lágrimas nos preguntamos cuando se termina el dolor, o si algún día volveremos a estar bien. La tristeza no nos deja ver con claridad, pero la respuesta es clara: Cuando vos estés dispuesto a dejarla atrás y crear un nuevo cielo en tu interior.

Hace días que no me siento emocionalmente bien. No sé si es por el hecho de que llevo dos meses de cuarentena, o por el hecho de que me falta alguien muy importante en mi vida, o simplemente es algo ¿momentáneo, quizás? y ya estaré bien. Es difícil de explicar, pero los días pasan y es como si simplemente me sentara a observar desde mi pequeño lugar, sin el ánimo suficiente para ser partícipe de la realidad.

Se encontraba llorando desconsoladamente en el sillón de su amiga, después de que su tercer novio terminara la relación. — ¿Cuántas personas tendrán que pasar hasta que encuentre el amor ideal? —le dijo a su amiga entre lágrimas. — Los suficientes hasta que comprendas que al amor ideal no lo encontrás, sino que te encuentra.

Estamos constantemente deseando poder regresar el tiempo atrás y volver a vivir esos momentos donde fuimos felices, o volver a esos instantes donde quizás nos equivocamos y nos gustaría tener otra oportunidad para hacer las cosas bien. ¡Cómo nos gusta vivir en el pasado!. Vivimos más el pasado que el presente. Y algún día nos arrepentiremos.

Ella volvió a su casa a la noche, luego de estar varias horas disfrutando y pasando tiempo con sus amigos, que la hacían olvidar de todo. Subió las escaleras hacia su habitación y entró. - ¿Me extrañaste? -escuchó. Suspiró. Era su soledad, que volvía a hacerle compañía.

Por fin tenía enfrente suyo a la persona que más odiaba. A la persona que durante tantos años le había hecho la vida imposible, la maltrató y la humilló... “Esta es mi oportunidad”, pensó. Así que tomó aire y disparó. Pero sólo un espejo rompió.

¿Qué se hace cuando la persona que amas, ama a otra? ¿Se la olvida? ¿O se la conquista?

Gracias por hacer de mí una persona más fuerte. Quizás conocerte no fue en vano después de todo.

El mayor acto de amor, es el de amor propio. Es el de quererse, el de valorarse. El de saber cuando ya es suficiente y que no vas a permitir más que algo te duela. El de saber retirarnos cuando ya no somos bienvenidos, en vez de insistir. El de reconocer cuando algo en nuestra forma de ser está mal y cambiarlo (por nosotros). El de entender que somos humanos y somos un proceso: un proceso de aprendizaje, con subidas y caídas. El mayor acto de amor, es el de amor propio. ❤️

01:33 am. Escribo esto con más preguntas que respuestas rondando por mi cabeza. ¿Algún día seré suficiente para alguien? ¿O tengo que aprender a ser suficiente para mí?

Ya son varios los meses que pasaron desde nuestra última conversación. A veces te extraño pero, ¿vos me extrañás a mi? Ni siquiera sé el lugar que ocupo en tu corazón, si es que ahí hay lugar para mi. Un mensaje. Algo tan simple como eso me sacaría tantas dudas. Tan sólo eso te pido.

No creo que sea capaz de perdonarte algún día, porque el daño es muy grande, pero aún así ansío que ese día llegue para poder por fin dejarte atrás.

Eran la 01:30 de la mañana y lo único que se escuchaba era la lluvia, que golpeaba cada vez más fuerte. Estaba acostado junto con mi novia y nuestro gato, que adoptamos hace dos años. — ¿Por qué no dormís? —me preguntó con los ojos entrecerrados y la voz algo ronca. — Estoy pensando —la miré y miré a nuestro gato. — ¿En qué? — En lo feliz que me hacen. No puedo imaginar una vida sin vos, y por supuesto, sin él. Me miró y sonrió. El gato estiró sus patitas, como si me hubiera entendido.

Y de repente se me viene a la mente un recuerdo: estaba con él, abrazada, riéndonos de cosas que sólo nosotros entendíamos y disfrutando de su calidez. Y se me cae una lágrima, porque lo extraño y quiero volver a escuchar su voz. Quiero volver a estar junto a él y que el tiempo pase volando. Pero me seco esa lágrima y me rehuso a ahogarme en llanto. Porque tengo que seguir, no puedo sentarme a esperar a alguien que no sé si volverá.

“Eudaimonía. Término griego comúnmente traducido como felicidad, bienestar o vida buena. También se ha propuesto “florecimiento humano” o “prosperidad” como su traducción más precisa”. ¿Encontraste tu eudaimonía? ¿O todavía seguís en su búsqueda?

Qué afortunados aquellos que están con la persona que aman. A algunos nos toca ver cómo la persona que amamos, tiene los ojos en alguien más. Y no la culpo, porque entiendo y sé, que siempre puede haber alguien mejor que yo.

Como cuesta dejar ir a esa persona que te lastimó y que puso tus sentimientos en segundo plano, a pesar de que diste todo por amarla. Es un proceso difícil. Te preguntás que hiciste mal, llorás, buscás su atención de alguna forma, te inunda la bronca y la angustia. Hasta que finalmente soltás y ya no es más tristeza, sino felicidad y tranquilidad, la que abunda en tu interior. Y ahí es cuando te preguntás, ¿realmente valió la pena todo ese dolor?