Para olvidarte he creado un programa de Enamorados Anónimos No Correspondidos. Celebrábamos con un abrazo si pasábamos más de un día sin pensar en la persona que amábamos, y, adivina... Nunca hemos logrado abrazarnos y nunca me he sentido preparada para hacerlo, porque, no hay un día de mi vida en que algo no me recuerde a tí.

¿Por qué mi mente no deja de recrear películas que protagoniza tu sonrisa? ¿Por qué el viento no borra tu silueta? ¿Por qué no me dices algo que me haga alejarme para siempre?

Manché con lágrimas mi libro favorito. Cayeron dos gotas saladas sobre la palabra Amor. Tuve que reir con ironía porque esa era la razón de mi dolor. Mi cerebro te recuerda cada momento del día, y mi corazón, mi estrujado corazón tu nombre grita.

Corazón helado, lleva tiempo sin ser visitado. Ojos de fuego penetran un alma oscura y olvidada. —¡Ámame! —pidió con voz de caramelo. —Enséñame, nunca lo he hecho —respondió en un susurro entrecortado. Beso ácido, beso conquistador, que a su vida desolada trajo el calor.

A veces no escuchas lo que digo. ¿Será porque estabas dormido? ¿Será porque me quedé en silencio? ¿Será porque nunca te he dicho lo que realmente siento?

Eres la hora 25 de mi día favorito, porque haces que la alegría permanezca por más minutos que el reloj es capaz de cronometrar. Eres el día 32 de mi mes favorito, porque me haces sentir que pertenezco a un lugar y que tengo algo que es solamente mío. Eres el mes 13 del año en que te dejé ir...

Llevo el equipaje cargado de amores pasados, de besos amargados, de un Te quiero silenciado, de un propósito olvidado. Deshaz este nudo, que en mi garganta acuno, y que mi estómago tiene en ayuno; pues en mi corazón te auguro, un millón de sensaciones ligadas a tu uno.

—Tengo ganas de ese beso. —¿Un beso? —No es un simple beso. Es "ese" beso. El beso cargado de Te quieros y No te he olvidado. El beso que te demostrará todo lo que mi corazón ha sentido por tí durante todos estos años.

¿Por qué me visitas en sueños si escapas de mí en la realidad? ¿Por qué llegas a mi vida si no te vas a quedar? ¿Por qué dices Te quiero si no lo vas a demostrar? ¿Por qué ilusionas a mi corazón si no lo piensas amar?

Te amé, todo este tiempo que estuviste lejos de mí. Tu lugar nunca fue ocupado, porque nadie supo sembrar emociones como tú. Fuimos libres, presos de un amor. Por eso siempre regresamos, a donde todo inició.

—No debe hacerlo —negó el sentido común. —Puede salir mal —advirtió con dudas el pensamiento. Las mariposas en su estómago no se controlaban ni ahogándolas con litros de agua. Los nervios afloraban como las rosas más hermosas. —Ahora —incitó el corazón. El nudo en la garganta se deshizo, la voz fue tan baja, casi imperceptible; pero el rechazo fue mayor y el emocionado corazón sus latidos disminuyó.

Ella lo espera cada noche. Él llega con olor etílico, la ropa rota, moretones en la barbilla y la cartera vacía. —No me gusta cuando usas labial, pareces una prostituta. Los estruendos despertaron a todos los que tenían el alma tranquila. El rojo carmín brotó de las heridas. No hubo lágrimas mientras el alma se le rompía. Y aunque ella quiso gritar, de sus labios no salieron otras palabras que no fueran: "Lo hace por amor. Él me ama".