justcallmegio Giovanni DeLucchi

Cuentan que hay una cafetería cuya ventana te puede llevar a través del tiempo, esta es la historia de un chico inseguro que decide cruzar esa ventana y descubrir por su cuenta sí los rumores son ciertos.


Короткий рассказ Всех возростов.
Короткий рассказ
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Un Viaje al Futuro

Hay muchos rumores sobre la posibilidad de un viaje en el tiempo, pero ninguno tan grande como el de cierta cafetería ubicada en mi ciudad, una cafetería sencilla con una señora que vive y trabaja en ella, se rumorea que salir por la ventana trasera de la misma te lleva a través del tiempo a un momento posterior de tu vida y que volver a cruzarla de te devuelve al presente, pero que es un suceso que sólo puedes hacer una vez en tu vida. Muy pocas personas han querido realmente asegurar la veracidad de dicho rumor, diciendo que no es más que simples fantasías y supersticiones, pero yo, decidí comerme mis bases científicas y mis ideas de que es posible y que no, y sólo por curiosidad, ir allí a descubrirlo por mi cuenta.

Llegué a esa cafetería, una cafetería antigua pero querida, toda mi familia ha tomado café en ella, mi padre es un regular cuando puede venir, mi hermano mayor ama las galletas y mi madre más de una vez ha venido a tomar un té aquí, la he conocido toda mi vida y siempre que he escuchado los rumores lo he dejado pasar como algo que simplemente era un chiste, una historia de terror entre niños en el colegio.

Me senté a tomar un café, me barajaba mentalmente sí realmente lo intentaría, sí iría hasta la ventana de atrás y la cruzaría, sí realmente podría vivir un poco de mi futuro o sí sólo sería un idiota cruzando la tan supersticiosa ventana de la cafetería que todos sabían, era solo un cuento.

Estaba sentado en la silla más cercana a la entrada, analizando todo con la mirada perdida, mirando a través de los mechones de mi pelo que me tapaban parte de la cara y de las gafas de aluminio que me permitían ver día a día, estudiando el aire como si tratara de buscar alguna “fractura” en el espacio-tiempo a mi alrededor como un último empujón para saber definitivamente si era verdad que podría conocer mi futuro.

Me tomaba a sorbos tranquilos el café, comía algunas de las galletas que tanto le gustaban a mi hermano y una vez terminado y habiendo pagado la cuenta, me dije que haría un todo o nada, lancé una moneda al aire, cara o sello, cruzaba o no cruzaba. Fue cara.

Caminé hasta la susodicha ventana, la señora que atendía la cafetería no me prestó atención, no habían más clientes, o sea, no mucha gente va a tomar café a las 4 de la mañana, o al menos, no mucha gente venía a esta cafetería en general. Miré la ventana, fuera se podía ver la nieve caer, era invierno, había un enorme viento y una neblina igual de densa, sabía que cruzar esa ventana o me llevaría al futuro o me dejaría con hipotermia. La moneda había hablado, así que abrí la ventana y sintiendo el enorme frío, con los ojos cerrados, simplemente salté y la crucé, cayéndome de frente.

Cuando abrí los ojos, me encontraba en la calle tras a la cafetería, eran aún las 4 de la mañana así que nadie vio al joven tirado en el pasto, a diferencia de antes el aire se sentía cálido, no había nieve en ninguna parte, no había neblina, todo se sentía como una típica noche de verano. Me levanté antes de que alguien pasara y me acerqué a la cafetería nuevamente, me sentía algo mareado así que no me fijé mucho en nada hasta que llegué a la puerta y ví que tenía una manilla digital diciéndome que era bienvenido.

La señora no estaba en ninguna parte, y las mesas eran muy diferentes, una chica joven, de unos 20 años estaba atendiendo, con una sonrisa me dijo que no me había visto antes y que tomara asiento, tomó una especie de tableta y me la entregó, diciéndome que eligiera algo del menú, no sentía mucha hambre así que decidí elegir unas galletas y un café simple, mientras se preparaba tras la barra, decidí tomar mi teléfono, cuando vi la fecha ahora estaba 10 años en el futuro, algo sorprendente, murmuré “era cierto” bajo mi aliento y decidí no continuar para no levantar sospechas y causar algún problema, eran las 4:30 de la Mañana cuando la chica me sirvió mi café y galletas, mirando mi teléfono a un lado, el cual la chica miró de una forma extraña, como si no lo reconociera, empecé a comer algunas galletas tranquilamente mientras seguía buscando en mi teléfono lo que pudiera buscar, entre las cosas decidí buscar mi nombre.

Encontré una página tipo portafolio, alguien casado que subía los trabajos que había hechos, muchas historias, muchas ideas, muchas de ellas se me hacían familiares, aunque tenían algunas modificaciones eran ideas que tenía en un cuaderno que aún tenía en mi poder, un cuaderno de ideas hecho y derecho, me alegró ver que mis ideas eran exitosas, generalmente pienso que lo que he creado no tiene valor y decidía dejarlo para después, así, historia tras historia, al final no terminaba nada.

La chica se acercó a mí mientras terminaba mi café y con curiosidad me dijo sí me gustaba ese artista, y que lo reconocía, ya que vivía cerca y a veces venía a tomar café, que de hecho, uno de los cuadros digitales que se encontraban en la cafetería fue hecho por él, mire al cuadro en cuestión, se me hizo familiar, era un cuadro digital que hice hace un tiempo atrás y que guardé en mi departamento, una sonrisa me recorrió la cara pero antes de poder decir algo un nuevo cliente entró a la cafetería. La cara se me hizo conocida en unos minutos pude identificar que se trataba de mi hermano mayor, se veía decaído, como a punto de derrumbarse, sus ojeras eran enormes y sus manos estaban llenas de callos, estaba viejo y su pelo se estaba cayendo, se notaba que era infeliz, con una voz algo enferma lo escuché pedir un café, la chica lo llamó por su nombre y le dijo que en seguida lo preparaba. Casi por inercia, me senté junto a él en la barra y le pregunté qué sucedía, me miró rápidamente, sus ojos mostraron cierto grado de sorpresa y luego de eso volvió a mirar al frente con su mirada algo melancólica, me comentó que su trabajo estaba siendo demasiado pesado y que la situación de su madre había empeorado, que su hermano menor estaba cada vez más distante del resto de la familia y que realmente estaba muy cerca de él rendirse con todo, me pregunté rápidamente que pasaba, si él era realmente mi hermano y yo era exitoso, ¿Por qué se encontraba tan mal?

Algo dentro de mí me dijo que debía investigar más, pagué mi café y me retiré de la Cafetería, quedaban un par de horas para que la sociedad empezará a funcionar así que decidí caminar un poco por la ciudad, era reconocible, muchas de las cosas estaban en su lugar, mi viejo departamento que me acercaba a la universidad, mi universidad tenía más facultades, obviamente la sociedad había avanzado.
En una hora había llegado a mi vieja universidad y por curiosidad decidí acercarme a lo que era mi carrera, un cuadro de honor mostraba una foto de los alumnos de mi generación titulados, entre ellos estaba yo, con una sonrisa, algunas de mis historias estaban puestas en escena como “Creaciones de nuestros estudiantes”, fue agradable, pero sentí que algo no estaba bien, y decidí continuar, antes de salir de la universidad me crucé con una cara conocida, era mi mejor amigo durante mis años de estudios, ahora impartiendo clases en la facultad, no me reconoció, pero al verme, reaccionó como si hubiera visto un fantasma y continuó.

Volví a tomar mi teléfono y decidí buscar a aquellas personas importantes de mi vida, todo parecía bien, ex-parejas ya casadas con otras personas, amigos con familias, viajando o con otros cambios drásticos en su vida, la mayoría no tenía agregada ninguna de mis redes sociales ni parecían estar aún en contacto conmigo, aun con todo eso, mi sonrisa no se retiró de mi cara hasta que encontré algo.

Buscando el nombre de mi mejor amiga, encontré un aviso fúnebre, y tras buscar un poco pude confirmarlo. Mi mejor amiga era alguien inestable emocionalmente, atropellada por la vida y la familia, dañada y pérdida, a la que rescaté solo siendo su amigo y tratándola como un ser humano, alguien que aunque se encontrara en otro país, le juré cariño y apoyo incondicional, el golpe fue fuerte, ¿Ella estaba muerta?, que demonios, repentinamente encontré el aviso de que ella fue encontrada muerta a causa de un suicidio. Empecé a desesperarme, ¿Cómo podría haber dejado que muriera? ¿Qué habré hecho mal? me preguntaba mientras caminaba sin rumbo.

Ya de día me encontraba frente a lo que supuesta mente era mi oficina, respire profundo y entré, la secretaria me saludó y me dijo que sí quería tomar una cita conmigo tendría que esperar un poco, le eché un ojo a la oficina, para ser mía no se sentía “mía”, habían cuadros y fotos de “mí” junto a otras personas importantes, incluyendo figuras de literatura, televisión, películas y videojuegos, tras esperar un rato, tomé una cita conmigo mismo para la tarde y decidí seguir investigando.

Encontré el asilo donde mi madre se encontraba al entrar en el tercer asilo que encontré y preguntar su nombre, ella estaba en pésimo estado, obviamente siendo maltratada por sus cuidadores, con el mínimo de víveres, tirada, como un saco de papas, la rabia en mi era enorme y entre lágrimas quería simplemente sacarla de ahí, de un momento a otro ella me miró, con sorpresa me volvió a mirar, a los ojos, a la cara, y con una fuerza casi inexistente susurró mi nombre, al rato me dijo, “lo siento, me recordaste a mi hijo… Hace tiempo que no viene a verme, te lo agradezco, no sé quién eres, pero gracias por alegrarle el día a esta vieja.” me dijo antes de que viniera la enfermera y me dijera que debía retirarme porque la hora de visitas había terminado.

Me hervía la sangre. Quería ir y encarar a mi mismo, acabar con el imbécil que no solo dejó que su hermano mayor estuviera en pésimas condiciones de trabajo, que no sólo dejó que su mejor amiga cometiera suicidio, si no que también abandonó a su madre en un asilo.

Esperando la hora de la cita, volví a mi viejo departamento, lo miré un rato y salí caminando en dirección a la universidad, pensé un rato que había pasado y decidí sentarme en alguna parte de la universidad a descansar y ordenar mis ideas, en eso, mi viejo amigo me vio y decidió acercarse, de una forma bastante directa, me preguntó si era yo.

¿Sí te digo que sí me creerás? le pregunté, y me hizo una pregunta bien clara, algo sencillo, cuál era el personaje con el que él jugaba en nuestro juego favorito, cuando conteste correctamente, se sentó a mi lado y me dijo que no pensaba volver a verme, le pregunté porque y me explicó que desde cierto tiempo después de que mi ex novia terminara conmigo cambié muy drástica mente de apariencia y de actitud, y que a pesar de que el resto no lo tomó muy en cuenta, a él le pareció extraño y que asume que en realidad había muerto, le pregunté porque creía eso y me dijo que poco después de que empezara a cambiar, unas cenizas que se asumió eran de un cadáver fueron encontradas en la ciudad, y que todo apuntaba que podría haber sido yo, sin entender mucho y aún confundido, quería preguntarle más, pero me dijo que estaba ocupado y que era un gusto volver a hablar conmigo después de tantos años, me dijo que tal vez podría simplemente cerrar el caso de una vez con su ayuda y volvió a hacer clases.

Cansado ya y tratando de digerir toda la información, caminé hacía la cita que tenía con este tipo que se supone, era yo. Al entrar en su oficina, los ojos del tipo se sorprendieron, saltó de su silla y dijo casi sin pensar “¡UN FANTASMA!”, la voz no era la mía, la actitud no era la mía, ni la silla podría haber sido mía, tenía una foto de una familia que no conocía y un montón de libretas y papeles con nombres de mis historias, nada de eso parecía mío, como si fueran robados.

Lo encaré, le pregunté quién era, qué quería, por qué dejó que todo pasará como pasó, el tipo estaba asustado, tratando de llamar a su secretaria, aparentemente para llamar a seguridad o a la policía, con un movimiento rápido de mano simplemente corté el teléfono y se lo volví a preguntar, aún con más rabia. El tipo empezó a llorar, me decía entre jadeos que pensaba que estaba muerto y que no sabía que un día vendría a buscarlo, que pensaba que por fín había arreglado su vida y que ahora venía a quitarle todo. Mi cara posiblemente mostraba tanta confusión como la tenía, pero decidí seguirla el juego, asumí que ahora era un fantasma del pasado y lo obligue de forma un poco violenta a que me confesara todo.

Después de un rato por fin todo había quedado claro, hace 9 años yo había cometido suicidio en la soledad de mi departamento viejo, este tipo era un joven escapado de casa que se había quedado en el departamento de un amigo que vivía arriba, encontró mi cadáver al notar un olor feo que provenía desde mi puerta y usando varias técnicas que sabía de la calle, entró a mi casa a descubrir mi cadáver colgando con un libro de ideas a un lado, pensando que era la oportunidad de salvar su propia vida, lentamente incineró mi cadáver en la soledad del departamento tras limpiar, cambió su apariencia para parecerse lo más posible a mi, una coincidencia de suerte, y aprendió lo más que pudo de mí en base a mis posesiones personales, tomó mi identidad, mi vida, mis ideas y salió adelante. Mientras nadie sabía que yo estaba muerto.

No supe como reaccionar ante eso, no supe qué hacer, no supe qué decir, simplemente tomé las ideas, y por primera vez en mi vida decidí cometer un robo. Él me tuvo que entregar la mayor cantidad de dinero que tuviera, sin importarme sí lo llevarían preso por fraude, le quité de todo, desde ahorros hasta fondos para proyectos, todo a una sola tarjeta.

Volví a la cafetería y me senté, había sido un día agotador y me encontraba ahí con solo un propósito, si todo salía bien, entonces sabía que pasaría. 30 Minutos después de llegar, mi hermano volvió a cruzar la puerta, esta vez para pedir un té. Me acerqué a él y le toqué el hombro, con una frase que probablemente no habría escuchado en años, una frase de hermano a hermano, de esas que te hacen recordar que son familia, le pedí que nos sentáramos en otra mesa. Le entregué la tarjeta, le dije lo mínimo, que venía del pasado y que probablemente jamás me creería el resto, le pedí que por favor arreglará la vida de nuestra madre y la suya, y como un último favor, que publicara un solo dibujo que hice, un dibujo antiguo de mi y mi mejor amiga, le dije que era mejor que no supiera el resto, finalmente, suspiró y se despidió de mí con un abrazo, me dijo que en 9 años por fin había visto a su hermano menor de verdad y que en el momento en el que me vió sentado junto a él en la mañana, sabía que el rumor de la ventana era real.

Me despedí de él con una promesa, que la próxima vez que nos veamos en este café en esta fecha, será entre los dos 10 años más viejos y juntos, cuando me dí la vuelta para caminar hacía la ventana, pude escuchar un llanto de un hombre que repentinamente su vida cambió. Con un último suspiro y un adiós a este futuro, que si bien no era especial, era mi futuro, crucé la ventana.

Caí en el frío de invierno nuevamente, no había pasado un sólo minuto desde que había salido por la ventana, volví a entrar a la cafetería y la señora me preguntó sí había descubierto sí el rumor era verdad o no, entre risas le dije que tal vez sí o tal vez no, y la señora me contestó que aunque lo fuera, nadie tiene escrito el futuro y que al final todo sucede por algo. Tomé un último café y tras ponerme mi abrigo, decidí caminar de vuelta a casa.

Llegué a mi departamento, el departamento donde vivía solo, sin amigos, sin familia y ahora sin novia, respire profundamente y entré, tras dejar mis cosas a un lado, decidí sólo hacer una cosa. Entré a mi habitación, y del techo descolgué una cuerda, una cuerda que llevaba colgada ahí desde hace una semana, una cuerda que estuvo en mi cabeza por meses, una cuerda que veía cada día cuando despertaba, una cuerda que llegué a considerar. Tomé esa cuerda y la tiré a la basura, respire profundamente, y empecé a leer el libro de ideas que estaba en mi mesa de noche, reía pensando en que tal vez lo que ví sólo era una señal, y mientras lo leía y me preparaba algo para beber, escuché a alguien que llegó al piso de arriba, no le dí importancia por primera vez en mi vida, pensé que sería mejor si simplemente lo ignoraba y me recosté en mi cama, esta vez con una sonrisa, escribí una última idea en aquel libro y decidí cerrarlo. Sea lo que sea, ahora sí estaba listo para el futuro y ahora, había decidido que sí lo iba a vivir.

9 декабря 2019 г. 3:25 2 Отчет Добавить Подписаться
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Об авторе

Giovanni DeLucchi Estudiante de Desarrollo de videojuegos con una imaginación que no le deja tranquilo, escritor desde que tiene memoria y creador desde mucho antes. Otaku, Gamer, Y todas esas otras cosas que lo hacen un inadaptado social.

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RD Roberto Delucchi
Muy bien... sigue así
Nataly Calderón Nataly Calderón
Me gustó mucho. Da mucho qué pensar.
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