Yo no soy de escribir cartas, y aquí estoy, escribiendo una que nunca verá la luz. Porque pienso destruirla en cuanto vierta todo mi dolor en este papel. Mira lo que me has hecho.
Si he de ser sincera, me tentaste desde la primera vez que te vi. Pero eso ya lo sabías, ¿no es así? Estás acostumbrado a que te deseen y yo no fui la excepción. No es que pueda culparte.
Ahora mismo, mientras escribo esto, me encuentro escuchando la canción con la que bailamos en tu apartamento. No voy a mencionar el título porque sé que la recuerdas.
No vas a leer esto porque no quiero abrirme a ti más de lo que ya lo he hecho. Porque la última vez que lo hice, me destrozaste. Y por eso estoy escribiendo esto en la soledad de mi habitación.
Sé que en estos instantes estarás con ella, es como debe ser. Me odio por desear estar en su lugar. Ella merece esta felicidad, no yo. Pero tú tampoco.
Yo no soy de escribir cartas, y aquí estoy, escribiendo una que nunca verá la luz. Porque pienso destruirla en cuanto vierta todo mi dolor en este papel. Mira lo que me has hecho.
Si he de ser sincera, me tentaste desde la primera vez que te vi. Pero eso ya lo sabías, ¿no es así? Estás acostumbrado a que te deseen y yo no fui la excepción. No es que pueda culparte.
Ahora mismo, mientras escribo esto, me encuentro escuchando la canción con la que bailamos en tu apartamento. No voy a mencionar el título porque sé que la recuerdas.
No vas a leer esto porque no quiero abrirme a ti más de lo que ya lo he hecho. Porque la última vez que lo hice, me destrozaste. Y por eso estoy escribiendo esto en la soledad de mi habitación.
Sé que en estos instantes estarás con ella, es como debe ser. Me odio por desear estar en su lugar. Ella merece esta felicidad, no yo. Pero tú tampoco.
Veronica Adams
