TODO SE TERMINO Подписаться

El matrimonio que tenía Alexandra se terminó un 24 de diciembre, justo cuando ambos esposos se estaban preparando para recibir a toda la familia en su casa para la cena tradicional de Nochebuena. Ella con un tono muy seguro y desagradable le dijo a su esposo que se iba de la casa porque había encontrado al amor de su vida, un hombre que según su carta natal era su alma gemela.

La decisión tomada por ella le partió el corazón de Pedro, parecía que le habían dado mil puñetazos. Se quedó impávido mirando a la ventana, él quería a su esposa, habían pasado tantos años juntos, las palabras no le salían de su boca, solo cogió su botella de alcohol.

Su esposo era un hombre que en los últimos años se había dedicado a beber mucho y a ella eso no le gustaba, la hacía sentir sola, algunas veces se lo había dicho pero él seguía en lo mismo, su soledad era tanta que comenzó a leer mucho sobre astrología.

La dama de la historia era una mujer admirable y una madre ejemplar, daba terapia a mucha gente, le gustaba mucho ayudar al prójimo, sus hijos la querían bastante. A pesar de que había tomado la decisión de separarse de su esposo y justo el día de navidad ya no pudo más. Ella sentía un nudo en su garganta que la impedía hablar, se animó a decírselo. _Sí, dijo ella, cuando sus amigas le preguntaron, ¡ese era el momento según los astros!

Las amigas de Alexandra le decían que no debería fijarse mucho en lo que dice la astrología, que el matrimonio debe ser para siempre, que Pedro era un buen hombre, pero ella no escuchaba. No prestaba atención cuando le decían que busque consejeros matrimoniales. Había llegado a tal punto que le parecía que la decisión que había tomado era la correcta.

Ese día de Navidad se fue a casa de sus padres, no podía contener las lágrimas, todo se había descubierto, le pedía a Dios que sus hijos no la acusaran, sentía remordimiento por ellos. Comenzó a recordar los viejos tiempos cuando era feliz con toda su familia. Entonces decide que antes de dar el paso siguiente debe tomarse unos días para meditar y se fue lejos de la ciudad, a un lugar donde sabía que nadie la iba a encontrar.

Pedro no quería perder su matrimonio y se pone firme para defender su relación, la busca por todos lados, llama a la familia de ella, a las amigas, se desespera y no sabe qué hacer. Un día sale a caminar en la madrugada porque no podía dormir y la encuentra llorando al pie de una iglesia, la ve y se le acerca, le promete que no volverá a tomar ni un solo trago, que se dedicará a ir con ella a la iglesia. Sí, estaba dispuesto a ir a un médico para dejar de beber o hacer cualquier cosa con tal que ella recapacitara.

Alexandra le dijo que no está dispuesta a seguir de la misma manera, en vista de la insistencia de él consiguen una psicóloga familiar. Ambos exponen sus problemas y la psicóloga les dice que la comunicación entre ellos no está bien y que en eso se debe trabajar. Ella en el fondo lo sabe que no hay nada que arreglar, nada que discutir, todo se terminó.