¡Hola! Bueno, esta vez no les traigo una historia común. Es sobre una persona que muchos de nosotros llegamos a tener o tenemos. Esas personitas que son fieles, leales, podemos contar con ellos, nos protegen, incluso nos aman pase lo que pase y ellos son; los cachorros.
Es triste cuando pierdes a un amigo querido, lo sé por qué ya he perdido uno. Hay veces que uno no puede más. No tiene ánimos de seguir en esta vida sin ellos. Es muy triste el momento en que ves partir a tu mejor amigo. El único que te escuchaba y no te juzgaba. Con quién siempre podías confiar. Le tenías un montón de cariño pero llega ese momento duro en el que uno tiene que ser fuerte y enfrentarlo.
Seré sincera; yo no soy fuerte. No soy perfecta pero, en los momentos en el que vivía con mi mejor amiga supe que para ser una persona amable, bonita, maravillosa no tiene que ser perfecto todo.
Aún me duele la partida de mi Muñeca; ya no podré llamarla Muñi, reina, bonita. No tengo ganas tampoco de empezar desde 0 con otra mascota, ya que, me costó mucho encariñarme con ella.
Recuerda; a lo mejor tu mejor amigo/a está mejor dónde esté. ¿Quién sabe? Estará más feliz que lo que estuvo estando en este mundo cruel. En fin.
Muchas gracias por todo, Muñeca. Gracias por enseñarme que es la fidelidad, la lealtad, el respeto. Gracias. Besos, chiquitos.
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