Capitulo 1
Alexander Fleming a mis 47 años encontré la penicilina y aunque al principio no le había dado la importancia requerida, cinco años después de que conocí a una hermosa mujer llamada Florence, ella era cautivante, muy alegre cuando estábamos juntos pero con los demás era muy diferente.
Las primeras veces que la invite a salir me rechazaba hasta que un día vi que discutía con un hombre y decidí acercarme, cuando estaba a unos pasos —¿Señorita se encuentra bien?— el hombre me miró entrecerrando los ojos y después la miró para decirle —Te lo advierto— y después se retiró. Al momento de estar solo vi que sus ojos se aguadaban poco a poco hasta que sus mejilla se cubrieron por lágrimas.
Fue una de la pocas veces que la vi tan mal, tuvimos en una relación prohibida pero fue inolvidable hasta su muerte, el secreto me ha perseguida por años y decidido escribirlo, para tal vez alguien que lo encuentre.
El tiempo es lo que menos me queda y de alguna manera espero encontrar paz. Quiero que esta lo sepa el mundo pero después de mi partida porque no sobreviviría a los murmullos de la gente.
Ojala que no me juzguen yo solo trataba de ayudarla, era el amor de mi vida, me mató su muerte y el nunca poder verla nunca más.
Mi hermosa florecita, mi girasol era lo mas tierno del mundo, lamento haberte dejado sin corazón, era mi luz y yo quería salvarte de todos tu males pero al final fui lo más tóxico de tu vida. A veces hubiera preferido no haber encontrado la Penicillium notatum.
Te extraño florecita.
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