EL VIAJE AQUEL Подписаться

AUTOR: Alberto Suárez Villamizar

Abrió la tapa del viejo baúl, el cual mantenía con seguro en el cuarto destinado a guardar los elementos que por nostalgia nunca se decidía a desechar, era ahí donde depositaba sus recuerdos: fotos, tarjetas, documentos, cartas, diarios y revistas que en su momento creyó conveniente conservar por representar sucesos importantes de su vida. Fue así como encontró aquel papel ya descolorido por el tiempo, donde se notaban con tintes azules, lo que fue un pasaje aéreo expedido muchos años atrás.

Tomó en sus manos el boleto para con destino a la ciudad de “La Palmas”, población donde en su juventud estuvo trabajando durante una larga temporada. Leyó las letras borrosas y en su mente con nostalgia revivió esas épocas de su vida…..

Año 1980….

- Roberto, por orden del gerente de la empresa usted deberá ir a desempeñar sus labores en la ciudad de “Las Palmas”, donde se está adelantando un proyecto para el cual se necesita su colaboración. Así recordaba haber sido notificado sobre su traslado a esa población donde continuaría su trabajo. En principio quiso no hacer ese desplazamiento debido a lo lejano del lugar, pero luego, decidió que era una oportunidad de seguir vinculado con la empresa, además conocería una ciudad muy visitada por los turistas en temporadas vacacionales, decidió aprovechar la oportunidad que se presentaba y que seguramente otros estarían interesados en ir a conocer esa ciudad.

Luego de un tiempo de encontrarse laborando en “Las Palmas” conoció a una muchacha con quien entabló una relación sentimental, que marcó su vida, dejando huellas imborrables en su manera de pensar y de sentir. Adquirió una gran experiencia para su edad. Pero, al finalizar los trabajos allí, nuevamente fue traslado a otro lugar.

Nunca volvió a “Las Palmas”, a pesar de las promesas hechas a su amada antes de partir, y sentir un gran amor por ella. Quizás deseó seguir disfrutando su vida sin ningún compromiso. En una ocasión compró el boleto y planeó regresar, pero desistió a última hora, tal vez por temor a enfrentar su pasado.

Año 1985……..

Ubicado en su nuevo lugar de trabajo, entabló una relación con una joven de la población, con quien que más tarde formalizó un matrimonio, al considerar que era hora de establecer un hogar, y lo hacía en el momento oportuno y con la persona indicada. Ahora por su nueva situación debía olvidarse de regresar a “Las Palmas”, razón por la cual ocultó el boleto en el viejo baúl, pues no quería tener que dar explicaciones a su esposa sobre su origen, y mucho menos que se enterara de la relación que había sostenido en ese lugar.

Años más tarde en compañía de su esposa planearon un viaje de vacaciones a “Las Palmas”, el cual no pudieron realizar por no tener disponibilidad de cupos en los hoteles y las aerolíneas, por tratarse de una época de fin de año, cuando más viajeros se dirigen a esa población.

Año 1990……..

Producto de un fatal accidente perdió a su esposa, que se viajaba en un vehículo de su propiedad de regreso a casa después de haber visitado a sus padres, y ante la ausencia de hijos quedó totalmente solo. Fue entonces, cuando en su soledad decidió regresar y reanudar la relación sostenida con esa mujer en "Las Palmas", pero, las dudas lo embargaban: ¿valdría la pena regresar?, y ¿ella lo recordaría? No había vuelto a tener contacto con ella desde su partida, pero guardaba la esperanza que por todo lo vivido lo recordara. No intentó comunicarse previamente, pues quería darle una sorpresa.

Preparó su equipaje, tomó el viejo boleto y se dirigió al aeropuerto para tomar el vuelo de las 06:00 horas, deseando arribar con tiempo para efectuar la búsqueda. En el camino y con la emoción del regreso se sentía nervioso. Al llegar al terminal se aproximó a la ventanilla de la aerolínea para visar su pasaje.

- Buenos días, para “Las Palmas”, por favor –saludó a la encargada alcanzando el boleto-.

La encargada tomó el boleto en sus manos y luego de revisarlo dijo así:

- Disculpe señor, este boleto no tiene validez. Hace varios años perdió su vigencia.

Cabizbajo tomó en sus manos el boleto, y lentamente abandonó el lugar ante la mirada curiosa de los demás viajeros.

FIN