salvatio Salvatio Probabilis

El padre de Nadia se encuentra muy enfermo. Al parecer el relato de una antigua historia es la única opción para Nadia. Solo su fe y creencia esta de su lado. Tratando de encontrar tal hallazgo se dirige a Puerto Brillante pero cual sera la verdad de la historia del puerto. ¿Nadia podrá ayudar a su padre? Ó ¿La historia es solo una mentira? Pues no te quedes con la duda y pasa a leer esta historia. "SOLO TU PUEDES DESCUBRIR LA VERDAD"


Короткий рассказ Всех возростов. © Salvatio Probabilis

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Короткий рассказ
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Lagrima de Sirena

Nuestra historia de hoy, nos pone en el paisaje marítimo de un lugar conocido como “Puerto Brillante”. Un lugar en donde los pescadores van a descansar después de sus pesadas jornadas de trabajo y los bares atienden a sus huéspedes que solo van de paso.

Pero lo que hacía especial a “Puerto Brillante” era un antiguo relato sobre la aparición de sirenas. Muchos pescadores e incluso los habitantes del puerto decían que solo era un antiguo relato turístico. Pocos que era verdad ya que era una historia contada por generaciones. Dada la circunstancia, una jovencita se dirigió a tal puerto por dicha leyenda.

La leyenda o el relato del puerto contaba lo siguiente:

Muchos años atrás en los tiempos de piratas y navegantes por descubrir nuevas regiones aun no exploradas. Se contaba que las sirenas emigraban en busca de un hogar para ellas. Cansadas de las disputas de los humanos que no tenían nada que ver con ellas. No les quedo otra alternativa que destruir a todo invasor que se acercara a su hogar.

Ellas sabían que siempre las peleas eran comenzadas por las corrompidas mentes de los hombres que habitaban la tierra pero llevaban sus pleitos al mar también. Su avaricia, el sentirse los seres más poderosos y omnipotentes. Solo provocándose miedo debes de respeto.

Las sirenas solo querían paz, seguir con sus vidas y tranquilidad pero las constantes disputas de los hombres desgarraban sus hogares. Las sirenas sabían que fueron concedidas con una hermosa voz siendo un don único de las sirenas. Ellas no querían usar su don como un arma pero los hombres no les dejaban otra opción.

Siempre había una sirena vigía que avisaba cada cuando un barco se acercaba a su territorio para que las demás tomaran sus posiciones para acecharlos, cegando las consciencias de los hombres que eran la tripulación del barco, confundiéndolos con su hermoso canto para acercarlos a ellas de forma que los tomaran, ahogándolos en el fondo del mar.

Pero al parecer no todas apoyaban esa decisión. Las pocas sirenas que se oponían trataban de desviar los barcos para que su destino no fuera cruel. Algunas de ese grupo ayudaban a los pobres náufragos llevándolos en tierra firme y cercana, curando sus heridas.

La jovencita llamada “Nadia” escucho esta historia de un anciano proveniente de Puerto Brillante ya que el abuelo del anciano fue socorrido por una de ellas, la cual puso una de sus lágrimas en una herida profunda que tenía en su rodilla. Cuando la lagrima toco su piel mágicamente su herida sano, como si la herida jamás hubiera estado en su cuerpo. Esta le sonrió y se regreso al mar.

Nadia quería conseguir dichas lágrimas para curar una enfermedad que tenía su padre ya que el medicamento de ese tiempo no era tan eficaz como el de ahora. Pero si no lo hacía, las riquezas de su padre pasarían a Vermilio quien era el mayor accionista de la fábrica de su padre.

Vermilio pensaba en vender la fábrica y quedarse con la mayor cantidad de dinero. Con respecto a Nadia, ella sabía que había muchas personas que trabajaban en la fábrica de su padre y de su sueldo sustentaban a su familia y sin un sustento sus familias morirían.

Nadia estaba decidida en encontrar una cura para su padre sin importar que la cura perteneciera a una historia antigua en que la mayoría de la gente del puerto no creía como verdadera.

Nadia intento contratar a alguien que le ayudara mientras su respuesta era la siguiente:

-Olvídalo niña. En tu situación creer en un cuento de niños solo te hará perder tu preciado tiempo, el cual deberías pasar al lado de tu padre. Otorgándole una muerte feliz.

Todos esos tipos de comentarios hacían sentir por una parte mal a Nadia ya que ella se encontraba en Puerto Brillante persiguiendo una cura, la cual no existe. Su padre ha de estar pensando en ella y peor con el estado en que se encuentra.

Nadia comenzó a llorar de coraje y dejando de lado todo lo que le dijeron, compro un pequeño bote para zarpar en busca de una sirena para obtener unas cuantas preciadas lagrimas de ella.

Nadia navegaba sin importar alejarse del puerto pero como el día terminaba perdía sus esperanzas. Siendo aun así, ella seguía intentando varios días buscando a la tal sirena. Los pescadores del puerto le seguían insistiendo que se olvidara de ese cuento y se marchara de regreso a su casa para cuidar de su padre ya que ellos salen a pescar todos los días y nunca se han topado con ninguna en sus vidas.

Hasta que un día. Nadia navego lo más lejos del puerto, ya no le importaba perderse eran sus últimos gastos sin embargo su corazón insistía que debía encontrar una cura para su padre. Nadia se percato que en donde llego no había tierra a la vista, solo se veía el mar a donde volteaba.

Nadia:– ¡Vaya! Por fin paso. Ya me perdí. Mi padre enfermo, yo ya casi me gaste todo el dinero del viaje y ahora solo falta que llueva quedándome en la deriva (todo esto lo pronuncio enojada y a la vez con frustración)

Parecía que el cielo hubiera escuchado su sarcasmo. En cuestión de tiempo se nublo y se empezaban a escuchar los relámpagos de la tormenta que se aproximaba.

Nadia:– ¡Yo solo bromeaba! (con voz asustada como si pidiera disculpas)

Nadia trataba de encontrar una forma de navegar a un lugar seguro, sin más los nervios junto con el miedo empezaba a dominar su mente.

Nadia:-¡Maldición! Yo y mi terquedad. Perdóname querido padre. No pude encontrarte una cura y al parecer moriré. Soy una desgracia.

La tormenta por fin llego provocando que el bote donde estaba Nadia se destruyera dejándola inconsciente perdiéndose en las profundidades del mar.

Al despertar vio como una mujer le daba respiración boca a boca mientras que otra al parecer vigilaba a que nadie se acercara y las pudiera ver.

Nadia reacciono escupiendo el agua que se encontraba en sus pulmones.

Nadia:– Ah…ah…muchas gracias (recuperando el aliento) Ya faltaba poco para visitar a San Pedro.

Mujer enfrente de Nadia:– ¿San Pedro?… pero que dices chica.

Nadia se levanto gritando al ver que la mujer que la rescato en vez de tener piernas tenía una cola de pescado con brillantes escamas.

Nadia:-No…no… lo puedo creer. ¡Tú eres una sirena!

Mujer enfrente de Nadia:– Pues tú del ombligo para arriba te ves igual que nosotras. Eso es raro porque lo común es encontrar hombres navegando.

Nadia:-A caso no será que me encuentro en el purgatorio (pensando en voz baja)

La otra mujer que se encontraba le dio un coletazo en las piernas a Nadia para demostrarle que no estaba delirando.

Otra mujer:- Te acabamos de salvar la vida y tu expresión es de susto. Mientras que la de los hombre es de lujuria. Ellos nos ven y no se asustan.

Nadia:– ¡Auch!…Eso dolió (sobándose las piernas del dolor)

Otra mujer:-Mi amiga que te resucito se llama Coral (esta la saludaba) y yo soy Abismo. Me sorprende que tengamos competencia en tierra. Supongo que hay muchas como tu ahí.

Nadia:– ¿En verdad son sirenas? Yo se que las veo, pero no creo lo que veo.

Abismo:– Depende de lo que tú pienses que sea una sirena.

Coral:– No seas tan grosera Abismo. Tienes suerte que la hayamos encontrado sino si estuviera con ese tal San Pedro.

Abismo:– Que se puede pensar de los habitantes de la tierra. Caminan sobre la tierra tomando todo lo que creen que les pertenece, ofendiendo y sobre todo llevando también sus pleitos en el mar.

Coral:– Ya tranquilízate Abismo, deja de insultarla no todos los habitantes de la tierra son tan tontos. Algunos valoran la vida y los seres que habitan la tierra.

Nadia:-¡Perdón que las interrumpa! Pero necesito que me den algunas de sus lágrimas para curar a mi padre, el cual padece de una enfermedad.

Abismo:– Ves lo que pasa por ser cortes, solo te buscan por lo que les conviene.

Coral:– Nuestras lagrimas sanan heridas, no curan enfermedades.

La cara de Nadia se apago tirándose al piso para llorar y golpear la tierra en señal de impotencia.

Abismo:– Niña aun no te hemos dicho todo. Típico de unos seres que se matan los unos a los otros. Nunca escuchan, prefieren tomar acciones lo más pronto posible sin pensar.

Coral:-Abismo ¿no cree que ya te estás sobre pasando con ella?

Abismo solo hizo un gesto y voltio su cara para no ver a Nadia.

Coral:– Ya deja de ser tan mala Abismo. Mira como te dije nuestras lágrimas solo curan heridas incluso heridas mortales sin embargo para enfermedades, las sirenas usamos estos collares que además de adorno (guiñándole a Nadia) nos ayudan a evitar que nos enfermemos.

-Los collares que usamos están hechos de un mineral que se encuentra en el fondo del mar. Cuentan con poderes curativos ya que los cadáveres de los hombres que ahogaban se descomponían provocando que el mar fuera toxico para nosotras provocándonos que nos enfermáramos.

-Nuestras abuelas las repartieron a las sirenas y a las que nacían para que tuvieran una vida sana.

Nadia:– ¡Aun tengo oportunidad de curar a mi padre! (diciéndolo con felicidad y limpiándose las lagrimas)

Abismo:– No tan rápido niña. El collar funciona de una manera curiosa y misteriosa. Para ello se te otorga un trozo de mineral. Tú le tienes que dar una forma y usarlo de collar. Tienes que hacerlo con humildad y cariño. Entonces el mineral de ser oscuro toma un color y empieza a funcionar.

Nadia:-¿Serian amables de darme un trozo de ese mineral para llevárselo a mi padre?

Abismo:– No funciona con los humanos. ¡Invasores del mar! (pronunciándolo fuerte y serio)

Nadia puso cara de perdición.

Coral:– No te creas. Solo te está jugando una broma. Este mineral funciona con todos los seres vivientes. Nosotros creamos pequeños para nuestros amigos del mar y mágicamente se curan.

Nadia riendo con falta de aire:– Ya no sean tan crueles… ¿Quieren?

Abismo mirando la cara de Coral.

Abismo:– No me digas que piensas darle un trozo de mineral a esta chica.

Coral:– Vamos Abismo. Tiene una causa y todo lo que quiere es curar a su padre.

Abismo:– ¡Si tonta! Tú se lo das y después lo vende o peor se lo muestra a los demás habitantes de la tierra y se acabo nuestra tranquilidad.

Coral:– Yo creo en ella.

Abismo tras escuchar la respuesta de Coral. Enojada se echa de vuelta al mar y se va.

Nadia:– Al parecer tu amiga odia mucho a los habitantes de la tierra.

Coral:– No te preocupes, ella es así. Sabes a mi no me gusta ahogar a los navegantes. Es decir la gran mayoría de nosotras lo hace tan natural que da un poco de escalofrió. Pero tómalo como una forma de defensa a los invasores.

-Así que cuando nacemos es lo primero que nos dicen y nos enseñan. Cantar, confundir y ahogar.

A Nadia le daba curiosidad ya que solo mencionaba a su especie (hembra) y se preguntaba ¿cómo era que nacían las sirenas?

Nadia algo avergonzada se atreve a preguntar.

Nadia:-Disculpa Coral… ¿Cómo nacen las sirenas? ¿Acaso no existen machos de tu especie?

Coral:-Yo ni siquiera te conozco bien, ni conozco tu nombre y me vienes con preguntas algo delicada chica.

Nadia:-Umm…ummm…

Coral:-Nacemos de huevos.

Nadia:-¡Huevos!

Coral:– Solo bromeo chica. Los tritones no eran distintos de los hombres de la tierra. Ellos creían en la guerra y apoderarse de lo que pudieran mediante su fuerza. Pero nuestra reina se canso porque los tritones menospreciaban a las sirenas y no escuchaban sus palabras. Ella como respuesta de no tener necesidad de los tritones para engendrar sirenas se acerco a la Luna otorgándole su vida a cambio de que las sirenas pudieran seguir existiendo sin necesidad de los tritones. Solo que no estimo nuestra reina que cada sirena puede engendrar a sus hijas en cierta edad teniendo un máximo de 10 hijas si lo desea.

-Las sirenas se crean de las lágrimas, sangre, mar y luz de la luna para formarse, pero para que funciones se tiene que hacer un ritual. Mis hermanas son como Abismo. Ven barcos tripulados. Cantan y los ahogan sin preguntarse si se lo merecían o no.

Nadia:-¡Oh! … nunca pensé que así se crearan las sirenas.

Coral:– Ya sabes… ¿Costumbres de sirenas? Por otra parte aun no me has dicho tu nombre y noto que Abismo no es la única grosera del día de hoy.

Nadia se presento a Coral y esta a su vez le pregunta:

Coral:– ¿Cómo se reproducen los de tu especie, Nadia?

Nadia solo se sonrojo…

Coral:– Ahora estamos a mano. Ves que se siente cuando te hacen ese tipo de preguntas.

Coral:– Si gustas esperarme aquí un rato mientras voy a conseguirte un trozo para ti. Pero te sugiero que busque la manera de hacer una balsa para regresar al puerto.

Nadia:– ¿Sabes llegar a Puerto Brillante?

Coral:– Claro. Voy seguido a eso rumbos ya que me recuerda la historia que me conto mi abuela cuando salvo a un hombre de ahí. Es como mi lugar para pensar y relajarme.

Nadia:-No soy buena constructora pero hare lo que pueda.

Coral se quedaba pensando en como ayudar a Nadia para conseguir un medio de transporte.

Coral:– Sabes mejor olvídalo, le pediré a un ballena pequeña que me haga el favor de llevarte. Pero te aconsejo que te dejaremos algo lejos para que nadie nos mire. ¡Entendido!

Nadia:– Bueno voy a buscar algo que comer, tal vez unos cocos o plátanos.

Coral:– Pues en esta pequeña porción de tierra solo encontraras guayabas. Creo que de todas formas te servirán para saciar tu apetito.

-Esa será una forma de entretenerte mientras regreso.

Coral se regreso a las profundidades del mar en busca del mineral dando por entendido que Nadia se dedicara en buscar algo para comer y descansar.

Mientras Coral descendía se topo con Abismo.

Abismo:– ¿Estás segura de lo que vas hacer Coral?

Coral:– Solo trato de ayudar a esa jovencita.

Abismo:-Eres mi única amiga Coral, si descubren que vas a dar un trozo de mineral a una habitante de la tierra, lo más seguro es que te encierren y yo no quiero visitar a mi amiga en una prisión o mucho peor, matarte por traición.

Coral:– Eso no pasara mientras no me delates Abismo. Además existen bastante mineral para todas nosotras y las generaciones por venir a nuestro reino.

Abismo:– Eres mi única amiga no te quiero perder.

Coral:– Pues si no tuvieras una personalidad tan pesada segura tendrías mas amigas.

Abismo:– ¡Que me tratas de decir! ¡¿Qué solo me hablas por lastima?!

Coral:– ¡Jamás Abismo! Me gusta mucho ser tu amiga. Solo te pido parte de tu apoyo en esto. Por favor Abismo (diciendo esto último con voz infantil)

Abismo:– Entonces cada vez que salves a alguien de la tierra será razón para que le des mineral de las sirenas.

Coral:– Nadia solo quiere ayudar a su padre. Entiendo que no la conozco tan bien como a ti. Pero sé que guardara el secreto bien.

Abismo:– Vamos pues a buscar un trozo de mineral para dársela a esa. ¡Qué amable eres Coral! (enojada)

Coral:– Sé que me ayudas de mala gana. Pero demuestra tu amistad entre amigas. Solo las verdaderas amigas se apoyan en casos urgentes.

Abismo:-¿Amistad? También las mejores amigas se escuchan las unas a las otras.

Coral:– Mejor terminemos con esto pronto para que se te quite el coraje Abismo.

Las 2 sirenas regresaron a su reino donde fueron dentro de las cuevas. Rápidamente tomaron un mineral ya que son abundantes agregando unas cuantas conchas para que Nadia hiciera el collar con su padre y funcionara.

A Abismo le preocupaba que Coral fuera tan amable y confiada de los extraños. Ella pensaba que la mayoría de los habitantes de la tierra eran unos embusteros. Pero lo que realmente la pondría furiosa es que se aprovecharan de su amabilidad.

Abismo:– Si tus hermanas la hubieran encontrado seguro que la hubieran ahogado como es debido Coral.

Coral:-Abismo debes de comprender que lo del pasado no define el ahora. Nadie es una buena persona. Vamos solo los verdaderos hijos que aman a sus padres harían cualquier cosa por salvarlo. Tal vez se tomo muchas molestias en encontrarnos. Recuerdas como se desplomaba cuando tú bromeabas sobre el mineral. Eso demuestra que en verdad le preocupa la salud de su padre.

Abismo:– ¡Ah! ¡Como maldigo que tu abuela, que te haya contado esa historia de que salvo a un hombre!

Coral:-¿Que quieres demostrar? que las sirenas debemos ser malas. Que cuando nos vean lo primero es correr espantados de nosotras.

Abismo:– Los hombres no corren espantados cuando nos ve. Hasta creo que mueren contentos porque lo último que ven antes de morir son bellezas marinas.

Coral:-Si, como no. Mueren felizmente ahogados.

Abismo solo se rio. Las 2 sirenas fuero hacia donde se encontraba el mineral para tomar un trozo y dárselo a Nadia.

Abismo:– Ahora a dónde vas Coral. Ya tenemos el mineral y estas conchas. Solo se las debemos de dar a esa tal “Nadia”. Tú nueva y mejor amiga (diciéndolo con sarcasmo) y nos deje en paz.

Coral:-Tu encontrastes primero a Nadia en el mar. Dime entonces porque no la ahogastes o la dejastes ahí para que muriera.

Abismo:– Pues como estabas conmigo y me contabas esa historia de tu abuela. Pensaba que sería una experiencia fabulosa para ti.

Coral:– Oh, será que mi amistad te ha cambiado algo de tu personalidad (diciéndolo con voz de suposición)

Abismo:-Bueno, ya. Terminemos con esto….¿quieres Coral?

Coral se dirigió a un lugar donde las pequeñas ballenas jugaban y como era de esperarse se encontró con Roko la pequeña ballena con la que juega.

Abismo:– No me digas que le vas a pedir a Roko que la lleve a su hogar. Pero Roko también es tu amigo.

Coral:– Solo le pediré a Roko que la lleve lo más cerca posible para nosotras a Puerto Brillante y de ahí nos marchamos.

Abismo:-Te juegas las escamas y a Roko en ayudar a esa tal Nadia.

Abismo solo pensaba que además de ayudar a Nadia todavía la escoltarían como si fuera su princesa. Pero dentro de ella sentía gran desprecio, pero solo ver la cara de Coral se le quitaba.

Las sirenas nadaron hacia la superficie donde se encontraba Nadia junto a Roko evitando que alguien las interceptara.

Nadia:– ¡Ya volvistes Coral! ¡Gracias! Pero que hace tu amiga pensé que no le caí bien.

Coral:– Ella también me ayudo a traerte el mineral.

Abismo:– ¡Solo lo hago por la amistad que tengo con Coral! Pero mi forma de pensar sobre ustedes no cambiara (volteando la cabeza con un gesto de desprecio hacia Nadia)

Nadia:– Gracias Abismo, sé que es muy difícil ayudar a una especie que detestas. Pero esta acción demuestra que en verdad valoras mucho la amistad de Coral.

Abismo bajo la cabeza, se sonrojo y guardo silencio.

Coral:– Mira Nadia este es Roko una pequeña ballena súbete en ella para regresar a Puerto Brillante. No olvides tomar esto.

Coral le dio el mineral y las conchas a Nadia. Cuando esta subía a Roko para que la llevara lo más cerca posible del puerto.

Mientras navegaba por el mar camino hacia Puerto Brillante. Nadia empezó a llorar de felicidad.

Coral:– ¿Por qué lloras Nadia? Pensé que te haría feliz conseguir una cura para tu padre.

Nadia:-Lloro por eso. No comprendo como una historia de varios años puede ser cierta. Pase varios días buscándolas y por fin las encontré, bueno en realidad me encontraron.

Coral:– Las sirenas tenemos la idea de que las cosas suceden por alguna razón. Solo queremos vivir tranquilas con nuestros amigos del mar y llevarnos buenos recuerdos para el resto de nuestra vida. Me alegra que yo también pude ayudar a un ser de la tierra como mi abuela.

Abismo solo veía como Coral conversaba con Nadia llenándola de alegría. Pero evitaba demostrar su cara de felicidad ante ellas.

Por fin llego el momento de dejar a Nadia y que las sirenas junto con Roko regresaran a las profundidades del mar.

Coral:– Solo te pido que esto quede en secreto Nadia. Lo que acabamos de hacer nos podría traer problemas muy serios con las demás sirenas dado el caso que compartimos con un ser de la tierra el mineral que cura enfermedades.

Abismo:– ¡Ni se te ocurra contar esta historia a otro ser de la tierra! Mi amiga se arriesga mucho por ti que la forma que te queda para pagarle es tu silencio de nuestra existencia y de ese mineral.

Nadia:– No te preocupes Abismo el secreto quedara en eso: Un Secreto.

Coral:– Cuando regreses con tu padre. Ambos fabriquen el collar.

Abismo:– Con humildad y cariño.

Coral:-No dudes de su poder cuando esté terminado y tu padre se lo ponga veraz que el mineral dejara ese color oscuro y tomara uno propio. Curando la enfermedad de tu padre.

Nadia:-No sé cómo pagárselos y a ti también Roko (acariciándolo)

Abismo:– ¡Acaso eres sorda! Solo guarda el secreto, le mis labios: “Silencio”

Coral:– Al parecer no cambiaras mucho de personalidad Abismo.

Nadia solo veía como las sirenas y la pequeña ballena se alejaban. Nadia sabía que no podía compartir con nadie más este relato. Así que fue a cumplir su promesa. Al momento que regreso a casa de su padre. Creo el collar con su padre dándole la forma de una lágrima al mineral adornado con las conchas, se lo puso a su padre y mágicamente se curó. Las ojeras, el color de piel amarillento empezó a desaparecer, toda molestia se esfumaba de su cuerpo entre más tiempo pasaba con el collar.

Su padre le pido una explicación, pero Nadia se negó a responderle. Solo le decía que era una promesa y que le alegraba que su enfermedad desapareciera pero muy en fondo estaba agradecida por las sirenas que le ayudaron a conseguir una cura para la enfermedad de su padre.

Fin

14 октября 2018 г. 1:23 0 Отчет Добавить Подписаться
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