S
Sergio Nicolás Blanco


Muchas veces resbalamos al seguir nuestros sueños ,pero ¿qué pasa cuando un intrépido pajarito se atreve a demostrar su gran talento y se vale de lo mas inusual para conseguirlo?


Детская литература Всех возростов. © Protección desproporcionalmente prolongada

#sergiob74
Короткий рассказ
1
5.0k ПРОСМОТРОВ
Завершено
reading time
AA Поделиться

El primer cucú en cantar

Empezaba la primavera. Crispín se levantó de su nido con mucho entusiasmo. Era un día importante, comenzaba su carrera de pájaro cantor.

Cepilladas sus alas y lavado su pico, dejo su nido de un potente impulso.

Volaba entre los árboles de un frondoso bosque. Lo conocía muy bien, sabía dónde estaban muchos animalitos, que tal vez quisieran escuchar su gran talento.

El cucú revoloteó durante un largo tiempo, hasta que, a la distancia encontró dos ardillas que trepaban un gran roble. Se les acercó elegantemente y empezó a cantar una de las muchas canciones de su repertorio. Las ardillas, al escucharlo, se miraron mutuamente. Ofendidas, comenzaron a protestar.

–¡Cómo se te ocurre! –. Dijo una.

–¡No ves que estamos ocupadas tratando de recolectar nueces! –. Repuso la otra.

–¡Pero yo solo trato de alegrarlas!

–¡Estamos trabajando!

–¡Yo también!

–¡Jaaa! No nos hagas reír. ¿En serio crees que vas a conseguir algo cantando como cualquier otra ave?

Crispín frunció el ceño. Lo habían ofendido, así que decidió alejarse de tan molestas ardillas. Sin embargo, eso no fue motivo para que se arruinara el día. Había muchos animales a quien cantarles.

Pasaba por las altas cordilleras del este, se había alejado de su hogar.

Al pie de una montaña, encontró una cueva donde había tres osos.

–Debe ser una familia –. Se dijo –¡Es una buena oportunidad!

El cucú se posó justo enfrente de los osos, entonces empezó su espectáculo. Silbaba alegremente, su canción describía la sensación de despertar en una mañana de brillante sol.

–¡Padre! Ese cucú loco es muy molesto –dijo el oso más pequeño.

–Estoy de acuerdo –repuso la madre–. Viene a burlarse de nuestra desgracia.

Entonces, el padre lo miro fijamente.

–¡Escucha pajarraco! No hemos comido en dos días, será mejor que te largues y no nos atormentes.

Crispín entendió el mensaje, sin protestar se fue volando.

Brotaban lágrimas de sus ojos, lo habían rechazado y no podía hacer feliz a nadie.

Decidió volar tan lejos como pudiera, más allá de todo lo que conocía, tal vez encontraría alguien que apreciara su talento.

Fue así, como llegó a un pequeño pueblito. Sobrevolaba el lugar y veía a muchas personas caminando por sus calles. Entonces se le acercó a un hombre que estaba sentado al frente de una tienda de relojes. Nuevamente entonó su canto. Esta vez su melodía era la más triste jamás escuchada.

El hombre, al oír su canto, quedo fascinado.

– ¡Oye amiguito! Debes estar muy triste –dijo exaltado –. ¡Me encanta tu canción!

Crispín no cabía de la dicha.

–Deberías quedarte. Necesito alguien que me acompañe con su hermosa música.

Crispín entusiasmado acepto la propuesta del amable señor. Había cumplido su sueño.

Al ver dentro de la tienda de relojes del hombre, Crispín escogió vivir dentro de un reloj con forma de casita y con una puertecita que se podía abrir y cerrar.

Así fue, como el cucú se hizo amigo del hombre y terminó viviendo dentro del reloj de su amo.

Ahora tenía a los humanos que apreciaban su canto cuando salía de su casita, o más bien, de su reloj.

26 сентября 2018 г. 0:03 0 Отчет Добавить Подписаться
0
Конец

Об авторе

Прокомментируйте

Отправить!
Нет комментариев. Будьте первым!
~