mapachita Aby Garc�a

¿Qué haces cuando tienes 12 años y sigues viviendo en un orfanato pero tienes que esconder un secreto mayor que tu vida misma? Usa tus poderes. Sal al mundo. Conoce, vive y no mueras.


Фентези Всех возростов.

#magia #orfanato #tertuliadeescritores
2
5.7k ПРОСМОТРОВ
В процессе - Новая глава Каждую среду
reading time
AA Поделиться

Esconderse

Tengo que correr, esconder todo lo que tengo aquí, alguien podría verlo. Escucho la puerta, han llegado. Las llaves entran lentamente en la cerradura, tal vez fue más rápido de lo que sentí que pasó. Tomo mis cosas, debo regresarlas al comedor antes que Miss Estela se dé cuenta, no puede enterarse nadie de esto.

-Niños, hemos vuelto, bajen en quince minutos para comer, no hay excusas- Miss Lisseth grita lo mismo todos los días. Quince minutos, pensé que hoy tendría más tiempo, debo correr, faltan estas cosas en la cocina y nadie puede notarlo.

Salgo en silencio de la habitación y ahí está Pancho, mi amigo, mi buen amigo, le hago una señal y corre, encuentra a Miss Estela y Miss Lisseth antes de entrar al comedor para cruzar hasta la cocina y les comienza a hacer preguntas sobre sus deberes. Es mi momento, a correr. Corro lo más rápido que puedo sin hacer ruido llevando todo de regreso a la cocina. Es miércoles de atún, eso lo sé bien, por eso tomé la primera lata que me encontré en el armario y la llevé conmigo, no fue necesario abrirla, conozco bien lo que hay que hacer.

Llego a la cocina y regreso todo a su lugar, el atún al armario, las verduras enlatadas a la mesa y el aceite junto a la estufa. Todo se ve en orden. No ocupo salir, hoy me toca ayudar en la cocina a mí. Lo vi mientras corría hacia acá "Cocina- Mateo y Luis". Luis aún no llega así que tengo tiempo de calmarme, respiro y me asomo para ver a Pancho hablando aún sobre sus deberes, asiento con la cabeza y escucho un "Ah, creo que ya entiendo, puedo volver luego si tengo duda, ¿verdad?" a lo que Miss Estela responde que sí, pero que las deje ir para poder hacer la comida. Se enfilan a la cocina junto con Luis, yo salgo y me quedo en el comedor, fingiendo que las esperaba ahí.

-Mateo, hoy llegaste temprano, ¿pasó algo? - Claro, debí suponer que sospecharían algo si llegaba tan temprano, pero no podía arriesgarme a que me vieran o a que notaran que faltaban cosas. Las miro y miro a Luis y él me mira, respiro calmado antes de responder.

-Hoy quería cambiar de rutina un poco y decidí llegar temprano, no es lo mío así que a la otra vuelvo a llegar tarde- me miran con sospecha, pero sonrieron, así que supongo me han creído. Salvado.

Entramos a la cocina y comienzan a sacar todo lo que necesitamos mientras Luis y yo lavamos nuestras manos. Igual no necesitamos mucho, sólo vamos a preparar atún con verduras, no es gran cosa, pero comida es comida. Miss Lisseth toma la lata de atún, reconozco que es esa porque le hice una pequeña marca con pintura en un lado, algo que nadie notaría nunca si no ponían la suficiente atención.

Luis toma las verduras. Mi respiración comienza a fallarme, no quiero dañar a nadie, pero es un pequeño precio que pagar por mis deseos. Ya no hay marcha atrás, debe hacerse y se hará.

-Venga, Mateo, ayuda en algo, no te quedes ahí parado mirando cómo trabajamos, alcánzame la cuchara de allá, la de ensaladas- muevo mis piernas y brazos por instinto, en realidad solo mi cuerpo está en la cocina con ellos, no mi mente.

Una lata, dos, tres, cinco; somos muchos, aquella lata será una pizca de nada, no afectará...espero. La lata grande de vegetales solo se usa hasta la mitad, no ocupamos tanto, Luis y yo nos divertimos con una pequeña cosita verde que sale rodando entre nuestras manos y Miss Estela nos regaña. Ha quedado todo bien revuelto, ya ha empezado.

Servimos la mesa mientras los demás niños van llegando a ocupar sus lugares, Luis sirve a la mitad de la mesa y yo a la otra mitad, también debemos servir a Miss Estela y Miss Lisseth, aunque ellas comen un poco más que nosotros.

Terminamos de servir y nos sentamos, no debo comer yo, pero ¿cómo aparentar que estoy comiendo sin tener que hacerlo? Tarea difícil. No importa, puedo comer un poco. Los observo a todos ir comiendo, bocado por bocado, sin pararse a pensar en que podría contener algo, pero claro, nadie sabe lo que puedo hacer. Doy un pequeño bocado mientras sigo observando a todos.

Daniel, al suelo. Fátima, al suelo. Marcos, al suelo. Uno a uno, los demás niños van cayendo al suelo junto con Miss Estela. Miss Lisseth sigue de pie, ¿por qué? También debería afectarle a ella.

-Mateo, Mateo, te crees un niño listo, ¿no es así? - asiento levemente con la cabeza mientras ella se va acercando a mí. -y me imagino pensaste que encontraste ese libro por tus propios medios, déjame contarte algo. Ese libro es mío, sabía quién eras desde el primer día que llegaste aquí, claro, era obvio que nadie sospecharía de un niño abandonado a orillas del río, ¿cierto? pues tu energía se sentía por toda la casa, supuse era cuestión de tiempo para que llegaras a hacer uso de tus poderes, pero claro, no podía arriesgar a todos mientras jugabas a descubrir tus poderes, por eso te dejé ese libro ahí, en el ático, donde sabía que tarde o temprano subirías a jugar. Estudié tus patrones de conducta durante años, tu alimentación y tus amistades. ¿Intentabas matarnos con un atún? Vamos, eres mejor que eso. ¿verduras? pensé que tendrías mejor imaginación que eso. Dime, ¿qué se siente saber que fallaste? - se acerca demasiado y sonríe, le sonrío también.

- ¿Qué la hace creer que falle? Hay algo que no vio. Me vio con el atún y las verduras, pero ¿quién le dijo que use mis poderes con ellos? Al contrario, no hice uso de mis poderes, simplemente de mi astucia. El atún lo sustituí por uno que contenía una baja dosis de somníferos, no pregunte dónde los conseguí. Las verduras, por una lata con esencia de menta, para ocultar el sabor. Y lo que no miró fue el aceite, claro, siempre ponen un poco de aceite en las comidas, creen que no lo hemos notado, pero lo hacemos. Un bote de aceite de almendra, pero con una modificación, ¿quiere realmente saberlo?- Ahora yo me acerco a ella, lentamente mientras su cuerpo yace rígido en el suelo tras haber caído- yo no me hubiera levantado de la silla, de haber sido usted, ese aceite tenía paralizantes- la observo mientras abre los ojos lo más que puede- tranquila, dentro de un par de horas recuperará la movilidad- me agacho a su lado y acaricio su cabello- nos vemos Miss Lisseth, ahora, descanse, lo necesita.- me levanto y la dejo ahí observando mientras los demás duermen, salgo y cierro la puerta del comedor, es hora de huir, de salir, de esconderme.

10 июля 2018 г. 22:08 1 Отчет Добавить Подписаться
3
Прочтите следующую главу El primer día.

Прокомментируйте

Отправить!
Tania A. S. Ferro Tania A. S. Ferro
¡Excelente historia! Te felicito Aby te quedó genial
~

Вы наслаждаетесь чтением?

У вас все ещё остались 2 главы в этой истории.
Чтобы продолжить, пожалуйста, зарегистрируйтесь или войдите. Бесплатно!

Войти через Facebook Войти через Twitter

или используйте обычную регистрационную форму