Visitas nocturnas Подписаться

Anna y Linda, dos hermanas de doce y nueve años, aquel sábado de principio de verano no tenían muchas ganas de irse a la cama. Después de bañarse y secarse el pelo, se habían quedado charlando sobre cosas de hermanas en la habitación que compartían. Linda tenía un pelo color alquitrán, largo y sedoso que siempre llevaba suelto y a Anna le encantaba cepillarle el cabello a su hermana antes de acostarse. Cuando las dos se tumbaron cada una en su propia cama, Linda le pidió a Anna si podía contarle algún cuento. Anna se quedó pensando un rato y luego con una sonrisita astuta empezó a contarle a su hermana menor un cuento de terror. La historia iba sobre una mujer que hacía visita a los niños por la noche. A Anna se la había contado un niño unos años antes, cuando se fueron con toda la familia de vacaciones al sur, y a ella ese cuento le había asustado tanto que aquella noche no había podido pegar ojo. Cuando se despertó al día siguiente, Anna miró a su hermanita dormida y se le encogió el pecho cuando vio que la pequeña tenía el pelo recogido en una trenza.