EL VIGIA
Me presentaré, mi nombre es Dios Supremo y, aunque puede que les suene el nombre, les puedo asegurar que no me conocen. En realidad, esta es la única intervención no permitida que he tenido en mi actividad de observador-vigía de este planeta que ustedes llaman La Tierra. Aprovechen, porque, seguramente, será la última vez en la que me deje ver.
En realidad, soy militar de un planeta que se llama (podríamos decir) El Crisol del Aguardiente. Se nos asignó por parte del Ejército de la Confederación Estelar la observación y vigilancia de este planeta que estaba cobrando, con el paso de los tiempos, una cierta importancia; si no por su nivel de conocimiento, si por el número de seres que se congregaban en él.
Me fue encomendada esta misión hace aproximadamente (en tiempo de ustedes) un millón de años. Por lo que llevo poco tiempo, ya que mi destino aquí durará unos cuatro millones de años. Evidentemente nuestro sentido y percepción del tiempo es muy diferente a la de los seres de este planeta. ¡Porque si nó, menudo aburrimiento!
En ese tiempo he visto pasar ya 23 civilizaciones con diferentes resultados. Una de ellas logró, de forma sorprendente, la ascensión total y la conversión de sus seres en energía pura. En dos ocasiones lograron un nivel de conocimientos tan elevado que hasta pudimos establecer contacto; aunque, finalmente, terminaron cagándola y llegaron a su autodestrucción (en una ocasión con un bombazo de considerables dimensiones que no dejó bicho viviente; y en otra desarrollando un virus letal que acabó con los habitantes del planeta). En cuatro ocasiones se autodestruyeron cuando llegaron a unos niveles similares al que se encuentran en la actualidad. Y en dieciséis ocasiones, apenas llegaron a descubrir el fuego.
Lo cierto es que no tengo permitido intervenir en el desarrollo de estos seres, salvo causa extraordinaria de destrucción por elementos externos; y siempre autorizado por mis superiores (nunca lo han hecho). Pero en esta ocasión, en la civilización actual, me permití una pequeña licencia y manipulé alguna cosilla por aquí; un pequeño concepto por allá. De manera que el ser espiritual más reverenciado por estos seres llevara un nombre exactamente igual al mío.
Спасибо за чтение!
Мы можем поддерживать Inkspired бесплатно, показывая рекламу нашим посетителям.. Пожалуйста, поддержите нас, добавив в белый список или отключив AdBlocker.
После этого перезагрузите веб-сайт, чтобы продолжить использовать Inkspired в обычном режиме.