yisha_alin Yisha Alin

El Conde Jeon Jungkook nunca sospechó que el hombre que encontró escondido en sus establos cambiará su vida y la forma en que ve el mundo. Pero una vez que él encuentra a Taehyung, Jungkook no puede renunciar a él. Combatir los prejuicios contra los seres humanos, un Conde vampiro que quiere a su donante de sangre de vuelta, y la amenaza de un viejo enemigo parecen pequeñas batallas en comparación con lo que él tiene que luchar para ganar el corazón de Taehyung. Taehyung estaba aterrorizado por el vampiro que lo encontró y decidió mantenerlo. Su experiencia con los vampiros nunca ha sido buena por lo que no tiene ninguna razón para confiar en Jungkook, incluso aunque quisiera. Pero cuando su antiguo dueño viene a buscarlo, Taehyung tiene que encontrar el valor para salvar a un hombre que ha llegado a significar para él más que su libertad. Con la ayuda de unos amigos locos, un capo de la mafia hombre lobo, y dos hermanos dementes, Jungkook y Taehyung sólo podrían tener una oportunidad para ser felices... si el Ministerio de Asuntos Paranormales se lo permite. Autoras: SG & LH Libro #1 "Phanta City" Kookv +18


Фанфикшн вампиры 18+.

#jungkook #taehyung #kookv #vampiros #esclavo #shifter
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Capítulo 1

El Conde Jeon Jungkook inclinó su cabeza una diminuta pulgada cuando el olor del cuero y del heno llenó sus pulmones. Escudriñó el interior de sus establos, intentado encontrar la fuente del ligero ruido sordo que podía escuchar. El rápido ritmo llamándolo, incitándolo a cazar como un depredador a su presa.

Pero el latido era desconocido, sin aroma para seguir adelante e identificar la causa. Jungkook no podía concentrarse en un patrón de pensamiento. Era como si aquello que él cazaba estuviera justo fuera de su alcance, provocándolo... burlándose de él.

—Hoseok, ¿va todo bien en los establos? —los dedos de Jungkook acariciaron el largo cuello de su caballo favorito cuando se volvió para mirar a su mozo de cuadras —¿Mis caballos están todos en buenas condiciones de trabajo? ¿Ninguna enfermedad u otra cosa?

—Oh, sí, mi señor. —las mejillas sonrosadas de Hoseok se menearon mientras hablaba y asentía al mismo tiempo —Sus caballos están en su mejor forma, señor, no podrían estar mejor.

—Hmm —Jungkook miró hacia la parte trasera de los establos, una vez más, seguro de que esa era la dirección de la que provenían los latidos cardíacos.

Se alejó de su caballo, preguntándose por qué el animal no estaba inquieto por la leve perturbación que Jungkook podía sentir en el aire. Esto hizo que los pelos de su nuca se erizaran. Se dirigió hacia la parte trasera del establo, sus pasos lentos y medidos, la cabeza inclinada hacia un lado para captar el menor sonido de movimiento. Curiosamente, no había ninguno, sólo el ritmo suave pero persistente del corazón de alguien.

Cuando Jungkook se acercó a la pared trasera, localizó exactamente de dónde provenían esas pulsaciones. Él negó con la cabeza y frunció los labios. En la esquina trasera había una pila de fardos de heno. No había nada inusual en eso. Jungkook estaba dentro de un establo, después de todo.

Lo que estaba comenzando a alarmar a Jungkook, algo que no era tarea fácil considerando que era el príncipe de su aquelarre, era el hecho de que uno de los fardos de heno se movía. Jungkook lo miró desconcertado, viendo pedacitos de paja salir y caer flotando al suelo.

Cuando la curiosidad y el escalofrío que comenzaba a arrastrarse por su espalda se volvieron demasiado intensos, Jungkook se acercó y empujó el fardo de heno utilizando toda su fuerza sobrehumana, para enviarlo volando a través del establo. Lo que encontró detrás de la fardo de heno aceleró la mente de Jungkook.

Una criatura, cubierta de barro y suciedad con la ropa desgarrada... y lleno de briznas de heno, corrió hacia la esquina cuando siseó a Jungkook como un gato salvaje. Jungkook se puso de pie en toda su envergadura mayor al 1,80 m, no era enorme, pero si lo suficientemente grande para intimidar a la pequeña criatura acurrucada frente a él.

—¿Quién eres y qué haces en mis establos?

Jungkook no estaba seguro de con que estaba tratando hasta que la cosita trató de rebasarlo por su lado y los aterrados ojos verde esmeralda le contaron la historia. Jungkook giró su brazo y agarró al chico por la cintura para evitar su fuga.

De inmediato supo que podría no haber sido su mejor elección cuando la apestosa criatura enloqueció y comenzó a morder y arañar cada pedacito de piel que podía alcanzar. Jungkook envolvió ambos brazos alrededor de la pequeña fiera en un abrazo protector, tratando de no hacerle daño a la criatura, pero asegurándose de no ser lastimado también.

—¡Contrólate! —Jungkook espetó mientras sacudía al hombre en sus brazos. Las cejas de Jungkook se alzaron cuando el chico se quedó en sus brazos tan flojo como un trapo de cocina.

No confiaba en una obediencia tan rápida.

Los ojos de Jungkook recorrieron el establo hasta que aterrizaron en una manta de montar colgando sobre el borde de la puerta de una de las caballerizas. Llevó a su presa hacia el heno que se había esparcido sobre el suelo, cuando lo había tirado. Jungkook puso suavemente a la criatura abajo y luego se fue a agarrar la manta.

Jungkook escuchó el ruido más débil de la paja y se giró antes de que él diera un paso. La sorpresa de Jungkook le dio a la criatura tiempo suficiente para lanzarse a través del cuarto. Se puso en cuclillas y se apretó contra la pared como si estuviera tratando de hacerse lo más pequeño posible.

Jungkook se movió también, colocándose entre la cosita asustada y la puerta.

A pesar de su preocupación por el miedo que podía ver en los ojos de color verde oscuro del hombre, Jungkook sabía que dejarlo salir era la última cosa que debía hacer. Dio pasos tranquilos hacia atrás hasta que pudo llegar y agarrar la manta, Jungkook arrojó el áspero material al intruso.

—Parece que tienes frío. —Demonios, la criatura parecía francamente congelada. La piel del hombre mostraba un tinte azul pálido que preocupaba a Jungkook. Aunque Jungkook podía escuchar los latidos del corazón del hombre a un ritmo acelerado, su pecho subía y bajaba tan rápido que parecía a punto de desmayarse.

¿Y qué haría Jungkook con un ser humano inconsciente?

Por lo menos, él olía a humano. Más o menos.

La cosita triste olía como un montón de otras cosas también, cosas que apestaban. Jungkook realmente no quería acercarse demasiado. Aunque, cuando él se echó un vistazo, se dio cuenta de que tras su breve encuentro había conseguido que la suciedad y la mugre se quedaran pegadas a sus claras y limpias ropas. Jungkook apestaba como un montón de estiércol, lo que significaba que el olor del ser humano era cien veces peor.

Jungkook hizo un gesto con su mano para que el humano fuera hacia él. —Sígueme. A ambos nos vendría bien un baño y voy a encontrar algo de comida para ti.

Esos grandes ojos presos del pánico se limitaron a mirarlo.

Jungkook gesticuló de nuevo.

El terror que ya nadaba en los ojos del hombre creció en el momento en el que Jungkook avanzó.

Los ojos de la criatura se movieron salvajemente por el pequeño espacio y Jungkook sabía que el humano estaba buscando una vía de escape. Y Jungkook supo el momento en que la cosita se dio cuenta de que tenía que moverse alrededor de Jungkook para ganar su libertad.

Por una fracción de segundo, los hombros del hombre se desplomaron como si hubiera renunciado a la lucha que tendría que tener, pero entonces pareció reforzarse. Jungkook alzó una ceja cuando los músculos escasamente desarrollados se tensaron.

¿El pequeño humano realmente creía poder vencer a un vampiro?

¿Tenía deseos de morir?

¿Tenía alguna idea de a quién se enfrentaba? A pesar del pequeño tamaño de su aquelarre, el Conde Jeon Jungkook era uno de los líderes más temidos en toda Phanta City. Se había ganado esa reputación justamente, negándose a doblegarse ante nadie y aplastando a cualquiera que lo traicionara.

El asustado hombre tenía que estar loco para ir en contra de Jungkook.

La pequeña figura que se lanzó hacia él lo demostró. Jungkook extendió la mano y agarró al hombre mientras trataba de rebasarle. Le sostuvo en otro férreo agarre cuando el humano comenzó a patear y arañar de nuevo. Jungkook envolvió un brazo firmemente alrededor del torso del hombre.

—¡Detén esto de una vez! —Jungkook espetó mientras envolvía el otro brazo en la cabeza del humano mientras este trataba de morderlo. Era totalmente comprensible que el humano estuviera asustado, aterrorizado incluso, pero Jungkook se negó a ser el juguete masticable de alguien.

Bueno, al menos no si ellos no estaban saliendo.

El hombre se resistió y siseó, sus salvajes ojos no se quedaban quietos. Las lágrimas corrían por sus pálidas mejillas, mientras todo su cuerpo empezó a temblar. Todas esas acciones le dijeron a Jungkook que el humano no solo estaba asustado, estaba fuera de sí.

Lo que asustó a Jungkook fue el silencio.

El hombre no hizo un solo sonido. El humano se resistió y chasqueó los dientes como si estuviera tratando de morder, incluso hizo un gesto con la boca como si fuera a silbar, pero él estaba totalmente en silencio.

Cuando el humano dejo de luchar, su cuerpo fue quedándose inerte, Jungkook lo depositó cuidadosamente en el suelo y luego se arrodilló detrás de él. Jungkook sostuvo al humano entre sus muslos, tirando de él contra su pecho. Normalmente, Jungkook era bastante quisquilloso con su ropa, prefiriendo quedarse limpio y planchado.

En ese momento, no podía importarle menos.

—Está bien. —Jungkook trató de hablar de una manera mucho más tranquila, más suave, y con una voz menos amenazadora. No estaba seguro de que él fuera capaz de tanta amabilidad, pero tenía que intentarlo.

—Estás a salvo, pequeño. No vas a sufrir ningún daño.

Esperaba.

Jungkook no podía estar muy seguro. Los humanos eran raros, más aún en el interior de un recinto vampiro. Concedido, Jungkook era dueño de su número asignado de donantes de sangre humana, pero un humano salvaje y no marcado, suelto en un aquelarre vampiro eran problemas.

Razón por la cual Jungkook los teletransportó directamente a su cuarto de baño en lugar de entrar con el hombre por la puerta de la casa y que pasara por delante de los miembros de su aquelarre. Trataba de no diseminarse a menos que fuera absolutamente necesario. Le tomaba demasiada energía.

Esta vez era necesario.

Mientras Jungkook mantenía al hombre cerca de su pecho, se inclinó y abrió el grifo de la bañera, probando hasta que se calentó a la temperatura que quería. El horrible olor que expedía el ser humano estaba haciendo que Jungkook se mareara. Si él iba a ayudar a este hombre, Jungkook tenía que limpiarlo primero.

Y Jungkook no permitiría que alguien más aseara al humano.

Jungkook sostuvo su mano bajo el grifo hasta que el agua se calentó lo suficiente luego volvió su atención al humano en sus brazos. Lo primero que Jungkook necesitaba hacer era deshacerse de la harapienta ropa desgarrada.

Y luego tenía que quemarla.

La criatura apestosa en sus brazos no estaba inconsciente, pero él ya no estaba tratando de luchar contra Jungkook. Él simplemente le miró con reproche, sus ojos llenos de miedo, cuando Jungkook sacó cuidadosamente las tiras de tela y las arrojó a un rincón.

Incluso sucio, mugriento y cubierto de sólo Dios sabía qué, el hombre era impresionante. Jungkook no podía negar su reacción al cuerpo desnudo del hombre. Tal vez era simplemente que sostenía a un hombre desnudo en sus brazos. Dios sabía que había pasado un tiempo desde que Jungkook había aliviado el dolor de su ingle.

Siendo el hombre que era, Jungkook tenía que tener cuidado con quién dejaba entrar en su cama. No sólo había una amenaza constante de que alguien lo traicionara, además Jungkook no quería mostrar favoritismo a cualquiera. Eso podría causarle más problemas de los que merecía la pena.

Y tal vez su erección se debía al hecho de que bajo la suciedad y la mugre y ese enmarañado cabello andrajoso, Jungkook podía ver a un hombre magnífico mirándolo con los ojos verdes más profundos que jamás había visto y él había visto una gran cantidad en sus setecientos años.

—¿Cómo te llamas, pequeño? —Preguntó Jungkook.

Los músculos del humano se apretaron, pero él se mantuvo en silencio.

Mientras se ponía detrás de la criatura para inspeccionarlo, la mandíbula de Jungkook se tensó cuando vio una mezcla de viejas y nuevas marcas de látigo en la espalda y los muslos del humano. No había duda de que este humano había sido abusado.

Hubo una línea en particular que captó la atención de Jungkook. La marca reciente, comenzaba en la nuca del humano y corría a lo largo de toda su parte trasera. Era irregular, como si alguien hubiera usado un cuchillo en lugar del cuero de un látigo

¿Qué demonios?

Aclarándose la garganta, Jungkook tomó suavemente al humano y lo puso en la bañera, usó la ducha extraíble para mojar el cabello del humano. Los mechones estaban tan enredados que no había ninguna opción más que cortar. No había forma de que un peine pudiera pasar a través de esa jungla.

Los dientes se romperían antes de que Jungkook pudiera arreglar el lío.

—¿Sabes que es muy peligroso pasear en un recinto vampiro? —Volcando la botella de champú perfumado, Jungkook comenzó la ardua tarea de restregar el líquido espeso por la melena enmarañada.

Dos veces sus dedos quedaron atrapados, lo que obligó a Jungkook a dar un suave tirón. Sin embargo, el hombre no se movió ni hizo un sonido. Él se sentó en la bañera, con los brazos cruzados sobre sus piernas, mirando al frente.

Jungkook pudo ver la dureza en los ojos del humano, pero también vio el miedo ubicado en ellos. El corazón del humano todavía corría como lo había hecho en el establo, pero Jungkook notó cómo los dedos del humano agarraban sus propias piernas con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos.

—¿De dónde vienes? —Jungkook sabía que el humano no le iba a contestar. Si el hombre no había hablado hasta ahora, entonces una simple pregunta no iba a conseguir que abriera la boca. Sin embargo, tenía que intentarlo, incluso si sólo servía para romper el pesado silencio.

Mientras Jungkook enjuagaba el cabello del humano, algo dentro de él se agitó. Una compulsión para mantener a este hombre para él comenzó a florecer en su interior, aumentando con cada segundo que pasaba.

Eso nunca había ocurrido antes.

Los humanos eran ganado, que se utilizaban por la sangre y algunas veces para el sexo. Ellos no eran iguales ni iban a serlo jamás tampoco. Las especies paranormales dominaban el planeta, y muchos humanos se habían ocultado.

Aquellos que no lo hicieron eran casi siempre subastados, algo que no debería suceder, pero todo el mundo se hacía la vista gorda, y posteriormente se les daba una marca para mostrar a quién pertenecían.

Los humanos que no pertenecían a nadie llevaban una tarjeta, indicando que estaban registrados. Pero eso también los hacía blanco perfecto para todo el que quisiera poseerlos.

Pero Jungkook no quería ser dueño de esta criatura. Quería algo más profundo. Sólo que no estaba seguro de lo que era. La idea hizo que su ceño se arrugara mientras enjugaba el champú.

El humano gruñó.

Jungkook se detuvo. No estaba seguro de lo que causó que el hombre de repente hiciera un sonido. ¿El agua caliente agradaba al humano? Utilizando el mando de la ducha, Jungkook dejó que el agua templada se deslizara por la espalda del humano.

El humano volvió a gruñir.

El lado de la boca de Jungkook se arqueó.

—Levántate para que pueda lavar tu cuerpo. —Jungkook se puso de pie, agarrando el paño en una mano y el jabón para el cuerpo perfumado en la otra.

El humano no se movió.

—Si me lo haces repetir, te voy a hundir en el agua y frotarte con un esponja de fierro. —Jungkook no tenía ninguna intención de hacer eso, pero él no iba a tolerar la desobediencia. Es cierto que el humano era salvaje, pero había inteligencia brillando en los ojos verdes del hombre. El humano entendía completamente lo que Jungkook le estaba diciendo.

Lentamente, el humano se puso de pie, ahuecando sus partes privadas cuando Jungkook comenzó a lavar la suciedad. El agua estaba turbia, testimonio de la última vez que esta cosita tuvo un baño. Utilizando el monomando, Jungkook enjuagó cada centímetro del cuerpo del hombre y luego, lo lavó de nuevo. No podía hacerle daño.

Finalmente, Jungkook colocó la ducha en su soporte y agarró una mullida toalla borgoña del gabinete. —Ven, sal de la bañera.

El humano hizo lo que Jungkook ordenó. Una vez que la toalla estuvo asegurada, Jungkook apretó al humano en sus brazos y lo llevó al dormitorio. El hombre estaba rígido entre los brazos de Jungkook, como si estar cerca de otro ser viviente fuera una mala cosa.

Jungkook inclinó la cabeza hacia un lado, sus cejas se juntaron mientras se preguntaba cuál era la historia de este ser humano. ¿Cómo había terminado en los establos? ¿De dónde había salido? ¿Por qué era tan salvaje?

Trató de entrar en la mente del humano, pero los pensamientos del hombre eran caóticos en el mejor de los casos. Nada tenía sentido. Todo estaba revuelto. Jungkook nunca antes había encontrado una mente tan dispersa, o una en la que no pudiera recoger pensamientos como gravilla del suelo. Era como ver un millar de fragmentos de cristal en el piso y no saber qué pieza conectaba con la otra.

—Tenemos que cuidar de esta lío enredado. —Jungkook tomó un par de tijeras del cajón de su tocador. Cuando se volvió, el hombre estaba en cuclillas sobre la cama, la toalla quitada, su labio superior dando un gruñido silencioso. El verde en los ojos del hombre se había vuelto más oscuro, su cara era una máscara de furia.

—¡Al suelo! —Jungkook demandó —No voy a hacerte daño con ellas. Simplemente quiero cortar esa maraña de pelo de tu cabeza.

El humano se apretó contra la pared mientras retrocedía, con los ojos balanceándose de un extremo al otro de la habitación. El pelo castaño oscuro del humano era largo, cubriendo parte de su rostro, haciéndolo parecer salvaje. Saltó de la cama, tratando de pasar corriendo a Jungkook.

—Oh, no, no. —Jungkook dejó caer las tijeras y agarró al humano por la cintura, arrastrándolo fuera de sus pies. Llevó al hombre que luchaba a una silla victoriana Coral y lo dejó caer en el cojín de terciopelo rojo —Ahora vas a permanecer sentado mientras me ocupo de este lío. —Jungkook tocó algunas hebras antes de soltarlas.

—Si intentas huir de nuevo, simplemente voy a atarte.

Esto hizo que el humano retorciéndose parara. Él miró a Jungkook, y él juró que el hombre parecía molesto.

—No te muevas. —Jungkook cruzó la habitación y agarró las tijeras de nuevo. Cuando se giró, el hombre todavía estaba en la silla, pero estaba agazapado en ella. Parecía que iba a entrar en acción en cualquier momento.

—Recuerda mi advertencia.

Los ojos del humano cayeron al suelo. Jungkook tomó eso como una señal de sumisión, por lo que se colocó detrás de la silla y empezó a cortar los trozos enredados. El humano no trató de escapar de nuevo, ni tampoco hizo ruido, pero sus hombros rígidos le dijeron a Jungkook que él no estaba contento con que le cortara el pelo.

Jungkook no era un estilista, pero logró darle al humano un corte de pelo decente. Ahora estaba corto, cerca del cuero cabelludo, lo que le permitió a Jungkook ver todo el rostro del hombre.

Su aliento se enganchó en sus pulmones.

Si Jungkook creía antes que el hombre era guapo, eso no era nada comparado con lo precioso que era ahora que estaba limpio y el nido de su cabeza había desaparecido. El corazón de Jungkook latió un poco más rápido, tenía la garganta seca y su polla empezó a engrosarse mientras miraba al pequeño humano en cuclillas en la silla.

Era impresionantemente precioso.

El humano se escabulló de la silla y corrió bajo la cama cuando sonó un golpe en la puerta de la suite de Jungkook. Por un momento, todo lo que Jungkook pudo hacer fue mirar a donde el humano se había escapado. Vio sus ojos verdes asomándose para mirarlo desde debajo de la ropa de cama antes de desaparecer en las sombras.

Jungkook limpió rápidamente el pelo desechado en el suelo y lo tiró a la papelera antes de que él fuera a ver quién llamaba a su puerta, al tiempo que se preguntaba cómo iba a sacar al hombre de debajo de la cama... y tal vez ponerlo dentro de ella.


Yisha

27 августа 2021 г. 22:07 1 Отчет Добавить Подписаться
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Tatame MH Tatame MH
Amo este fic, lo busqué por mucho rato! Gracias por adaptarla 😭💞
~

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