uchihaizuna Izuna U.

Después de un accidente, Obito se atrasa en sus estudios por dos años y debe reincorporarse a su último año, enterándose de que muchas cosas pueden cambiar en tan corto tiempo. Incluso sus propios sentimientos y la forma de ver el mundo. ¡Acompañemos a Obito, alias Tobi, por su último año en la Academia Konoha!


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#Obito #Uchiha #Naruto #Sasuke #Itachi #Izuna #Tobirama #Hashirama #romance
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Capítulo 1: Regreso a clases

Es temprano en la mañana, la brisa fresca recibe a las personas que salen a trabajar y el sol poco a poco comienza a aparecer empezando a iluminar el día. El primer edificio en ser tocado por la luz solar es la torre del hokage, la oficina de la persona encargada de liderar la aldea y velar por sus habitantes, el segundo edificio es la Academia de Konoha, una de las mejores de las cinco naciones, tanto así que incluso llegan de otras aldeas gracias a becas dadas por el hokage.

Es una espléndida mañana, ideal para el primer día de clases. Las flores de cerezo ya han florecido y su color rosa adorna las calles, dando una alegre vista a todo aquel que se detenga a contemplarlas. Pero ese no es el caso de un joven, quien corre apresurado por las calles, esperando llegar a tiempo. Se quedó dormido, para qué mentirse a sí mismo, su padre no lo despertó y lo regañó por su irresponsabilidad; algo normal, pero llevaba dos años sin levantarse tan temprano, algo de consideración debió mostrar, pero es Madara Uchiha, ¿qué consideraciones podría tener? Exacto, ninguna.

Sigue corriendo, aún le faltan varias cuadras más, por suerte aún no se ha escuchado el timbre de entrada. Su rostro es cubierto por una máscara, una muy llamativa máscara, que si no fuera solo un borrón naranja en esos momentos captara la completa atención de todas aquellas personas con las que se topara; sabe que al regreso será así, pero no importa, que miren su máscara no le importa.

En una intercepción se encuentra con otro chico, de cabellera rubia que, al igual que él, corre, pero acompañado de alguien que es imposible no reconocer. Sasuke Uchiha. Sabía que irían a la misma academia, pero no que lo vería corriendo por la posibilidad de llegar tarde el primer día de clases. Y el mayor detalle de todos, el camino del que viene no es el del barrio Uchiha…pero eso no le importa, ni debería estarlo pensando en primer lugar. Lo que hagan los hijos de su hermano no es su problema.

Después de tanto correr, al fin ve la entrada de la academia. También a una chica, quien va llegando acompañada de alguien que se le hace conocido, pero que no logra identificar; ambos de cabello negro azabache, como él y como Sasuke.

—Tío Izuna, buenos días —Saluda Sasuke disponiéndose a entrar, ya más relajado.

En el gran reloj de la torre de la academia marcan tres minutos para el timbre, aún hay tiempo para llegar a su salón.

—Buenos días, Sasuke, Naruto.

El rubio devuelve el saludo luego de recuperar el aliento, después ambos se despiden. Él sigue su camino luego de recuperar la normalidad de su respiración, pero la voz de Izuna lo detiene.

—¿De casualidad eres de último año? —Se vuelve hacia Izuna, y asiente. La chica a su lado posa sus ojos en él, logrando incomodarlo un poco; agradece que la máscara cubra sus expresiones —. Entonces, te encargo a Sayuri. Gracias, nos vemos.

Izuna le sonríe y luego se retira, sin esperar una respuesta de su parte.

—Vamos —Ella, Sayuri, comienza a caminar al interior, faltando poco más de un minuto para el toque. Él la sigue, aun sin tragarse que el tal Izuna le haya dicho eso, como si él fuera una especie de niñero o guía. Sin embargo, a ella no parece importarle eso y solo se dedica a caminar hacia el salón.

En la entrada no hay ni un alma, todos han de estar en sus salones esperando el toque y a su respectivo maestro.

Ellos en ningún momento se dirigen una palabra, pero tampoco le molesta demasiado eso. Está acostumbrado al silencio, a pesar de que a él le gusta hablar mucho y expresar lo que siente. Ella se detiene en una puerta cerrada y a través del vidrio puede ver que el profesor aun no llega, a pesar de que han tocado hace quizás un par de minutos. La academia es grande.

—Como seremos compañeros y no te conozco, me presento; mi nombre es Sayuri Uchiha, un gusto —Su voz es suave, pero sin ser casi una ilusión para el oído, además de poseer una seriedad exagerada para su apariencia que roza lo delicado, es casi como el pasar de un ventisca en invierno. Al caminar detrás de ella solo veía como su cabello largo se movía, así que no había reparado mucho en su físico más allá de eso, pero sus ojos negros, igual que los de él y todos los Uchiha en general, son algo rasgados acentuando su penetrante mirada (marca Uchiha, por si las dudas) y algo de lo que él carece por completo, se salió por completo del molde y ella parece haberse acomodado a la perfección.

—¡U-Un gusto! —Hasta que ella se inclinó hacia adelante no se había percatado de que no había respondido ni una palabra, ni con un simple monosílabo como hace la mitad del clan. En definitiva, agradece tener esa máscara puesta —. Mi nombre es Obito Uchiha, espero nos llevemos bien.

Ella asiente ante su presentación y le sonríe, o eso le parece a él. Es difícil identificar sonrisas que se pierden entre la seriedad del rostro, tal cual su padre o su hermano mayor, Fugaku.

Sayuri entra al aula y él la sigue, de inmediato siente las miradas sobre él. Aunque siente que ha entrado, quizás, a una dimensión desconocida; todos son tan llamativos como él…bueno casi, Itachi se ve tan normal como siempre, exceptuando por la chaqueta que está usando encima del uniforme estándar; negra con nubes rojas.

No sabiendo donde sentarse lo hace al lado de un rubio con flequillo, se ve normal, al menos no parece un pez andante o un delincuente juvenil.

—Deberíamos salir, para cuando venga ya habrá terminado la clase —Atrás de él, el tipo de cabello blanco, exclama a toda voz para que lo escuche todo el salón, tampoco es que sean tantos, ni han de pasar los quince.

—Cállate, Hidan. No deberíamos buscarnos problemas —Un tipo con unos tatuajes en la boca habla, pareciera que quiere simular a algún personaje de película de terror, y la forma en cómo cae su cabello negro le da un toque extra.

—¡Cállate tú, maldito ateo!

Y así, los dos que están atrás de él comienzan una pelea de insultos que no los lleva a ningún lado más que a agarrarse a golpes.

Vuelve su vista a los pupitres de adelante, casi todos desocupados menos dos, el que ocupa Sayuri y el que ocupa Itachi. Desde ya se nota quiénes son los más aplicados; no le sorprende que su sobrino mayor esté ahí, Fugaku le exige mucho por ser el primogénito.

La puerta abriéndose detiene la pelea de los dos de atrás. Reconoce de inmediato a la persona que ha entrado.

—Buenos días, jóvenes.

Minato Namikaze les sonríe, llevando un maletín en su mano izquierda y su uniforme de docente muy bien ordenado. Le trae nostalgia el recibir de nuevo clases con él, recuerda que fue él quien le sugirió a Kakashi hacer el examen para adelantar grados y graduarse antes.

—Creí que sería Hatake nuestro guía —El que tiene aspecto de pez no tarde en hablar, captando de inmediato la atención de Obito, por la mención del apellido de su amigo, a quien debería haber comunicado de su recuperación, pero aún no está listo para hacerlo.

—La verdad, él lo iba a ser, pero Madara-sama lo ha mandado a una capacitación en Iwa por lo que yo tomaré su lugar como guía de esta clase.

Obito había olvidado por completo que su padre es el director de la academia, no puede portarse mal o será terrible. ¿En qué momento decidió que estaba listo para regresar a la escuela? ¿Esperar un año más hubiera estado mal?

Nadie protesta ante eso, parecen conformes con su guía. Solo Sayuri levanta la mano.

—Entonces, ¿quién impartirá literatura? —Su voz alta, templada y de autoridad calla los pequeños murmullos que se formaron el parte de atrás, captando la atención de todos. Minato le sonríe, no parece sorprenderle el efecto que causa al hablar.

—Jiraya-sensei, por supuesto. Aceptó volver de su retiro por el tiempo que Kakashi esté fuera de la aldea.

En la mente de Obito hace clic el nombre de su amigo, en su momento creyó que se trataba de algún otro con el mismo apellido, pero que sea su amigo y excompañero lo hace difícil de digerir. Solo se ausentó dos años ¿cómo es posible que ya se haya graduado y sea profesor?

En definitiva eso solo lo hace sentir fatal, él ni ha terminado la academia. Rin ya debe estar en segundo en la universidad, toda su generación ya debe estar encaminada a lo que desean hacer por el resto de su vida y él…tratando de recuperar el tiempo perdido.

—Ahora, ¿tienen más preguntas antes de iniciar? —La mayoría niega ante la pregunta, otros solo esperan a que comiencen las explicaciones de su último año escolar—. Excelente, empezaré por presentarme, aunque todos ya me conozcan es lo necesario.

»Mi nombre es Minato Namikaze, imparto la clase de Ciencias Físicas. Pueden encontrarme en el salón de profesores en los recesos, también antes y después de clases —Anota su nombre en el pizarrón, colocando los kanjis para que los anoten —. Ahora ustedes; empezaremos por los primeros asientos. Nombre, edad y asignatura favorita.

Sayuri se pone de pie después de terminar de anotar el nombre, sus movimientos son seguros y agraciados como si la hubieran adiestrado en algún arte marcial.

—Mi nombre es Sayuri Uchiha, tengo veinte años y mi asignatura preferida es matemáticas —En ningún momento su voz sufre alteración; comienza a incomodarlo. Quizás deba dejar de prestarle tanta atención.

—Tómale una foto, duran más —El rubio a su lado lo exalta, logrando que se mueva con todo y pupitre haciendo tremendo escándalo en el momento en que Itachi estaba por decir su asignatura favorita.

—¡Lo siento! —Se levanta de su asiento, haciendo algo más de ruido, y se inclina para disculparse. Generando así una risa en su compañero de atrás, quizás debió disculparse desde su asiento.

Minato deja escapar un suave suspiro acompañado de una sonrisa de resignación, sus grupos siempre terminan siendo algo especial, este no será la excepción.

—Continúa, Itachi.

—Sí. Mi asignatura favorita es literatura —Dicho eso vuelve a sentarse.

Siente la mirada de alguien por lo que se vuelve hacia esa dirección, Minato lo observa expectante. Es su turno.

No ha empezado bien su primer día de clases.

Se levanta tratando de no hacer mucho ruido, ya suficiente con la interrupción que le hizo a su sobrino para seguir.

—Soy Obito Uchiha, tengo 23 años y creo que mi asignatura favorita es filosofía.

Minato le sonríe de nuevo; sin embargo el haber dicho su edad lo hace sentirse algo cohibido, aunque no sea un gran rango de edad entre ellos y él, acaba de cumplir los veintitrés, se siente extraño ser el mayor de sus compañeros. Más aun, Kakashi tiene su edad y es profesor.

Hubiera preferido no saber esa información. No entiende cómo en dos años se puede hacer eso, principalmente porque está seguro de que si preguntaron por él es porque ya habían recibido clases antes.

¿Qué tanto más puede cambiar en dos años?

27 марта 2017 г. 19:27 1 Отчет Добавить Подписаться
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Продолжение следует… Новая глава Каждые 10 дней.

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Roxana B. Rodriguez Roxana B. Rodriguez
¡Hola! Curioso Obito estudiando, no había leído nada así de él ¡Y Kakashi de profesor recibido ya! Me encanta, espero poder leer más de esta historia. ¡Un abrazo!
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