jhojanguerra Jhojan Guerra

La tristeza en ocasiones queda guardada en lugares ordinarios como en un libro o una foto, aunque, en ocasiones, toma formas tan peculiares como, por ejemplo, una llamada y es, entonces, en donde ese objeto puede crear diferentes sentimientos en ti, incluso si esos momentos ya no forman parte de tu vida.


Драма 13+.

#amor #embarazo #suspenso #drama #juvenil #deseo #tristeza
Короткий рассказ
2
1.4k ПРОСМОТРОВ
Завершено
reading time
AA Поделиться

La llamada

«bit»


—Hola, cariño... Y sí, sé lo que estás pensando: Que ando ebrio; y no, no estás en lo cierto, maldita loca. Sé que es tarde, pero quería saber cómo estabas, que me contaras algunos de tus secretos, tus sueños, lo que no te deja dormir o lo que te hace estallar de risa. Extraño tu voz y tus labios, escuchar tus fantasías más oscuras y yo decirte las mías, así nos reiríamos como cuando nos estábamos enamorando...


» ¿Sabes?, hace unas horas estaba en el hospital con mi madre. ¿Te acuerdas de ese dolor punzante en mi barriga que te conté? Pues, empeoró. No tuve más remedio que ir, estaba desesperado. Algo asustado porque pensé que quizás en alguna prueba se podría saber si me estaba drogando. Ja, ja, no pude ocultar mi alegría cuando me enteré que no. Mi madre me hacía preguntas y yo no sabía que responder, que bueno que ella no sepa nada de estas cosas, aunque me estoy desviando del tema.


» El lugar era bastante tétrico, ¿te acuerdas de esas películas de terror viejas que veíamos en tu casa? Algo así, pero con olor a desinfectante. El pasillo era largo y sólo tenía unas cuantas sillas apoyadas en una pared bastante sucia. Me senté al comienzo de la fila, mi madre fue a preguntarle un par de cosas a la enfermera y me dejó solo. En eso, en el otro extremo, se sentó una chica que cargaba a su bebé en su regazo. La miré de reojo y, ¡ahora no te vayas a poner celosa! Sólo la miraba por su bebé. Aunque, tengo que admitir que tenía un cierto parecido a ti, con su largo cabello negro, sus delgados labios que la hacían ver delicada y esa sonrisa tímida que le ofrecía a su bebé cada vez que él la miraba. Su bebé me recordaba a una masa de carne con forma de un pequeño humano, no debía tener más de un año. Sabes que no me gustan los bebés, pero siempre me he preguntado que se sentirá tener uno.


» Pasaban los minutos y no pasaba nada. Nadie llamaba, nadie buscaba a nadie, no había más personas en todo ese largo pasadizo, pero su bebé me miraba con suma atención, me senté más cerca y le ofrecí mi dedo para que jugara. Su madre parecía absorta en sus pensamientos, pero, aun así, no quería parecer un intruso así que decidí hablarle.


»—Hola —dije y volteó, un poco sorprendida. Sé lo que dirás: Es lo normal, ¿no? Sí, lo sé. Las personas normales no se pondrían a hablar con gente desconocida en un hospital.


»—¿Qué pasa? —respondió. La rodeaba un aire de despreocupación, parecía joven, casi de nuestra edad.


»—¿Cómo te llamas?


»—Verenice. —Me dijo.


»—Es un bonito nombre —le dije—, y ¿el de él?


»—Francisco. —Me sorprendió enseguida su respuesta. Estoy seguro que a ti también, después de todo querías que así se llamara nuestro hijo, cuando lo tengamos.


Lo miré de nuevo y me imaginé que así se vería. Por un momento, mi mente creyó que tú eras Verenice y que te acompañaba al hospital para ver si todo andaba bien con el bebé. Me gustó esa imagen. Tú, yo y el bebé. Los tres juntos y felices. Fue entonces cuando de repente lo levantó, haciendo que su manta se le cayera al piso y dejándolo desnudo en el aire. El bebé se balanceaba, sostenido solo por sus débiles brazos. Verenice parecía perdida en sus pensamientos mientras lo miraba, pude sentir un resentimiento increíble en su mirada, casi rozando el odio. El bebé comenzó a agitarse y a llorar. Verenice estaba seria, aunque sus ojos comenzaron a humedecerse y, poco a poco, terminaron por empaparse.


»—¿Por qué lloras? —Le pregunté, sin entender lo que pasaba, ella volteó hacia mí. Todas sus emociones estaban alborotadas, pero su desesperación era notable y ese sentimiento vino hacia mí como una bala.


»—Es que..., no quiero a este bebé. Tenía una carrera, ¿sabes? Tenía un futuro, un hermoso novio que me cuidaba y me prometía que siempre estaría conmigo, una familia que me esperaba todos los días para almorzar y se enorgullecía de tenerme. Ahora, estoy sola, cargando con todo esto —estaba completamente quebrada—, mi novio me dejó por haberme embarazado y mi familia se avergüenza de mí y de este niño.


» Esa chica estaba a punto de soltarlo, pero un reflejo mío retuvo su brazo antes de que lo hiciera... Volvió en sí de un momento a otro, dando un respingo y parecía notar las lágrimas de su bebé, lo bajó tratando de calmarlo mientras lo acurrucaba, me miró de reojo, parecía muy avergonzada, pidió disculpas y se fue del lugar casi corriendo por el pasadizo.


» Quedé atontado, solo pude mirarla en silencio mientras se iba, luego de unos segundos mi mente trató de entender cómo una madre podría odiar a su propio hijo y, no sé si tuviera motivos suficientes para hacerlo, pero aquella imagen que había creado en mi mente de nosotros se distorsionó y te vi a ti, en esa situación. Rota y triste por tener que estar condenada a una vida tan miserable y solo..., solo podía sentir impotencia de aquella idea. No podría verte así, no podría soportarlo. Lo siento, sé que no debería contarte estas cosas tan tristes, sé que no te gustan, pero sentía la necesidad de hacerlo. Sabes que te quiero, eres importante para mí y yo, simplemente..., lo siento. Lo siento, por dios, no puedo controlarme, sé que doy pena cuando lloro, pero cuando lo recuerdo me rompe el alma.


» Sé lo que vas a decir..., lo sé, estoy ebrio y triste. Soy patético, quizás no te merezca, pero daría todo por verte feliz... Tal vez debería descansar, me dijeron que tendría que operarme el apéndice. No te preocupes, dicen que no es muy peligroso. Espero verte pronto y volver a ver una película en tu sofá. También..., lo siento por mentirte con lo de la bebida, fue la única manera que encontré para tener el valor de llamarte luego de la última vez. No me gusta estar así contigo, sabes que te quiero y mucho. Hasta pronto.


«bit»

3 декабря 2020 г. 16:43 0 Отчет Добавить Подписаться
3
Конец

Об авторе

Jhojan Guerra La vida no es tan corta como parece.

Прокомментируйте

Отправить!
Нет комментариев. Будьте первым!
~