Me lo prometo Подписаться

Y como se llama ese sentimiento?

Acaso tiene nombre?

Como se le podría llamar a eso que se siente cuando se viene el mundo abajo, los imaginarios y la alegría?

Cuando empiezas a notar lo que antes no veías?

Cuando tanto amor que se siente por alguien, te ahoga porque ya no es amor? Se ha tornado en culpa... Resentimiento... Asco.

Como se llama ese sentimiento?

Cuando yaces en la cama hasta el medio día, sintiendo que te desvaneces y que todo perdió el sentido?

Que nada encaja y nada concuerda, como la locura de cuando una palabra pierde todosignificado al repetirla muchas veces frente al espejo?

Y aún cuando estas en ese desanimo y se te carcome lentamente el espíritu, tienes un momento para ver la realidad evidente y la oculta, y te das cuenta que estás solo. Porque el mundo siguió girando, y las personas siguieronsus vidas, y nadie sabecomo estas, ni les importa. No hay un mensaje, una llamada, una palabra de aliento o algún intento de búsqueda.

Solo estás tú.

Tú enredada en tus cobijas.

Con el cabeello hecho un asco y la voluntad hecha pedazos, preguntándote que fue de ti?

Que fue de esa fortaleza y esa actitud triunfadora que todos admiraban?

Esas ganas de crecer, seguir adelante y comerse el mundo sola que todos envidiaban?

Donde está esa mujer que salió de aquél abismo renovada?

Y de esos ojos que prometieron permanecer secos si la situación no lo ameritaba?

Ese corazón enorme que se escondió en una madriguera para que no lo atormentaran?

Y todos esos sueños cuidadosamente organizados que tanto se anhelaban?

No. Aún no se ha inventado palabra para aquél sentimiento.

Nocuando es una mezcla de todo pero no se asemeja a nada.

Cuando pierdes tu identidad y tu reflejo es un desconocido.

Porque a pesar de que vivió tanto tiempo en tu cuerpo ya lo habías olvidado.

Un extraño que se fue de viaje para nunca volver. Y aún así, aquí esta. Volvió.

Y a pesar de que nunca te diste cuenta de su retorno, parece como si las puertas hubieran permanecido abiertas para su llegada.

Porque ocurrió?

Cómo fue que se dió esta cadena de eventos que ha llegado a tener tal conclusión?

Como muchos de los grandes males de la humanidad, fue la permisividad de una mujer hacia un hombre.

Perder la voluntad y los estribos ante eso llamado "Amor", que de amor no tiene nada, era solo un lobo disfrazado de mansa oveja. En vez de pureza, era impureza; En vez de amor, era apego; era mentira, era daño, era terapia, era un desastre emocional esperando suceder.

Dicen que cuando alguien se muestra como es hay que creerle. Y yo le creí, pero tambien lo acepté, y lo quise vivir, con completo desinteres de mi propio bienestar, por creerme lo suficientemente fuerte para aceptarlo y para que no me doliera el golpe de la caida.

Pensandolo bien, nunca consideré la caída.

Solo dí un salto de fé, porque creí que no habría un espacio vacío al cual enfrentarme, sino que un par de brazos me recibirían y todo estaría bien.

Hace un tiempo tuve certeza.

Completa certeza de una realidad que creía conocer.

No volvería a sentirme mal por culpa de nadie, porque mis ojos ya no veían con amor y mi corazón ya no lo sentía tampoco.

Lo que no sabia, era que el dolor seguía escondido allí y solo se necesitó del estímulo correcto para traer ese fantasma de las navidades pasadas.

A las penas se les permitió el paso, dejándome a mi desconcertada, confundida y anonadada con mi propia estupidez, mi falta de madurez, y mi ridículo sentimentalismo.

Dios maldiga el día en que volví a sentir, el día en que algo más allá de lo común se infiltró en la hibernación de mi alma.

Para volver a ser feliz, para volver a estar tranquila, he de desconectarme de esa parte humana, no he de querer, no he de sentir, ni demostrar, mucho menos intentar.

No vale la pena.

Con razón él tampoco quería cambiar.

Sabía lo que puede llegar a suceder.

Y no te culpo. Jamás podría.

De saberlo, yo habría hecho lo mismo.

Y es eso lo que haré.

Por la cordura que me queda, juro que jamás volveré a amar a un hombre.

Jamás entregaré todo de mi otra vez.

Jamás volveré a sentir.

Lo juro por mi.