Say my name with a little respect. Подписаться

JungKook es un hombre orgullosamente gay, dueño de una compañía entera de publicidad, y desde su divorcio, él había dejado la idea de volver a encontrar el amor, dedicándose únicamente al sexo; sexo concurrido con desconocidos cada semana.

Su pensamiento cambia cuando TaeHyung llega a una entrevista de trabajo, y como cualquier cliché de película, queda fascinado por el muchacho, un muchacho aparentemente heterosexual. Y sabía que, a sus 36 años, ya no podía estarse fijando en jóvenes diez años menores a él, pero ahí estaba… Cayendo duro por el moreno.

Todo va cuesta abajo cuando en una noche de desvele en un bar, se encuentra con su empleado, y por alguna cuestión terminan en el baño, mientras TaeHyung le da la mejor mamada de su vida.

La mala —o buena suerte—, fue haber recordado todo al día siguiente, y la tensión sexual fue en aumento desde entonces.

JungKook quiere adentrar al sexy moreno de ojos claros a su mundo, creyendo que TaeHyung sería difícil de educar en ello, pero grande fue su sorpresa, cuando en el proceso, TaeHyung lo adentró al suyo.

Entonces JungKook aprenderá que ser sometido en ocasiones, en lugar de someter, sería un placer distinto y particular que no habría imaginado experimentar antes. Y se encuentra cayendo por eso también.

—Di mi nombre con un poco más de respeto, JungKook.

Y su muslo había sido azotado por tercera vez, dejando que el arrasador beso que llegó después se llevara todo de él.

Advertencias, querido lector:

Historia corta homoerótica. Meramente romántica/sexual.

Te recomiendo ser mayor de 21 años, o al menos, ser lo suficiente maduro/a para los temas a plantear.

KookTae porque es mi OTP, pero recuerden que sólo hago uso de sus nombres sin ningún fin de ofender su persona en la vida real.

Temática BDSM, uso de juguetes sexuales, palabras altisonantes, entre otras cosas. Y por supuesto fluff, para qué miento, si no, no sería una historia mía.

Versatilidad. Eso incluye escenas de pasivo dominante y activo sumiso.

Como siempre... gracias, a quien sea que lea esto.

© wonder.