El Rey Niño se le quedó mirando a su nueva mascota. No había nada destacable, a lo mucho sobrepasaba su altura por un par de pulgadas... pero nada de lo qué preocuparse. —¡Sí lo quierooooo! —gritó con su pequeña y pueril voz. Los cortesanos comenzaron a correr como gallinas sin cabeza. "¡Lo quiere, lo quiere!" Se movieron los cielos para acatar a uno más de tantos caprichos y mientras los sirvientes entregaron los cofres con el oro, el niño sonrió. Su nuevo bufón era el más bonito de todos.
18 October 30, 2020, 05:01 6Мы можем поддерживать Inkspired бесплатно, показывая рекламу нашим посетителям.. Пожалуйста, поддержите нас, добавив в белый список или отключив AdBlocker.
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