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Florecer

Han pasado meses. Meses a veces largos, a veces instantáneos. Momentos intensos, tiempos de cambio; de dejar de lado la costumbre, la comodidad, y de lanzarme al vacío esperando lo mejor. Y funcionó.

De alguna forma logré dejar de lado una forma de vivenciar a la que me acostumbré desde niña. Por suerte tuve un ambiente de apoyo y aceptación profundos, lo que me ayudó a atreverme a dar el paso. Estos meses fui cuestionando tantas creencias, tantas conductas, a la vez que fui aceptándome por quien soy, dándome cuenta de cuántos sesgos tenía frente a mi misma. Fue duro, porque fue quebrar una identidad que tenía asumida. Fue meterme con sombras que estuve ignorando toda mi vida, jurando que no existían. Pero estaban ahí, y al verlas creí que no me dejarían nunca, que no había forma de que lograra enfrentarlas. Pero tras meses de intenso trabajo y agotamiento, de a poco fui viendo iluminación. Me acepté imperfecta, me acepté con mis heridas y mi condicionamientos, y de a poco la vida pareció sentirse más ligera.

Ya con un tiempo pasado, puedo dar gracias. Dar gracias por aquellxs que me quisieron y me siguen queriendo, que me dieron espacios que nunca tuve y que me aceptaron en mis cambios. Gracias a mi misma por preocuparme de mejorar, de darme esa oportunidad. Y esperar que siga aceptándome y dejándome ser.

21 апреля 2019 г. 2:24 0 Отчет Добавить 0
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Crecimiento; caídas y evoluciones

Tanto tiempo soportando injusticias en un ambiente que se supone debe ser de cuidado, respeto y seguridad. Pero no resultó, por distintos motivos, ser así. El por qué en gran parte sigue siendo una incógnita, y creo que seguirá siéndolo por harto tiempo más. Pero llegó el punto en que cayó la gota que rebalsó el vaso. Y de hecho, no, no fue tan así. Fue algo mucho más nebuloso, impalpable. Fue una idea que fue germinando en mi mente, y que fue volviéndose de a poco real, hasta que de un día para otro ya parecía no haber vuelta atrás. 

Y así fue como de un momento para otro me encontraba diciéndole a mis papás que me iba de la casa, a pesar de todos los miedos, a todo lo que podía suceder en consecuencia. Fue duro, no voy a negarlo. Pero ya a meses de haber dado aquel agigantado paso miro atrás y me doy cuenta de que el avance en lo afectivo fue, en lo personal, tremendo. Para resumir, mencionando áreas esenciales para mi, estoy durmiendo tranquila, puedo tomar oportunidades sin considerar todo el cúmulo de consecuencias que pueden implicar mis decisiones, puedo caminar con calma hacia lo que ahora sería mi hogar.

Y como no esperaba, tras los primeros días de tormenta relacional, las cosas mejoraron sustancialmente. Lo que antes eran conflictos sin descanso, y con motivaciones absurdas, se convirtieron en cenas tranquilas, en conversaciones con sonrisas y miradas a los ojos. Ojalá sea un proceso relativamente progresivo, y que pueda seguir evolucionando junto a ellos en tu proceso.

2 июля 2018 г. 5:39 0 Отчет Добавить 0
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Abatimiento

Tantas veces nos encontramos divagando respecto a nuestro futuro, nuestro presente, y cómo hemos llegado a donde estamos. La manera en la que enjuiciamos nuestra trayectoria varía profundamente vinculada a nuestro estado emocional, y por muy conscientes que podamos hacernos de esto, resultará (casi) imposible, en casos de profundo malestar, no auto-enjuiciarnos, no cuestionar cada pequeña decisión tomada a lo largo de este complejo recorrido que es la vida. Y es que es tan compleja la existencia, da tantos giros inesperados y ante cada pequeño avance se abren infinitas posibilidades, lo que a su vez nos enfrenta ante la muchas veces desoladora responsabilidad de tomar decisiones. Y cómo no va a ser algo difícil; ante tantas posibilidades de nos ejerce (o nos ejercemos) la gran presión de tomar la decisión "correcta", cuando muchas veces tal logro es imposible. Finalmente, con la cantidad de presiones, tanto internas como externas, es tremendamente difícil encontrarse satisfecho/a con los pasos dados; cada decisión puede ser sometida a escrutinio, a críticas, tanto bien como mal intencionadas, y tanto bien como mal justificadas. Y así, una vez más, nos encontramos ante el dolor que implica darse cuenta de que no has logrado tomar una decisión correcta, sentir que vas mal encaminado, y de responsabilizarte por esa imperfección que desde otro punto de vista puede ser algo tan bello.

4 марта 2018 г. 2:45 0 Отчет Добавить 0
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