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Me río

Me río de todo y de todos. De los que sufren, de los que aman, de los que aman y sufren. De los que entienden, los que no entienden, los que se hacen los desentendidos. De los que sueñan, los que se quedan dormidos, de los que fingen ser adormecidos.


Me río del que sale a buscar y no encuentra, del que llora desesperado y no se enfrenta, del que sabe que todo está perdido y aún sigue buscando enloquecido, del que apunta pero no dispara, del que asusta sin decir nada, del que no busca y espera, que le pregunten por la manera, de rendirse, o de no morir en pleno invierno, esperando la primavera.


Me río del que tiene todas las de perder y no pierde, del que no aguanta y se muerde, para llegar, para ganar, se asoma a la gloria y se vuelve.


Me río del que se abusa de la mentira dando abrazos, del que aprovecha y reparte cabezazos, del que te pide la mano y te toma del brazo, sabiendo que se acaba, que no hay caso.


Me río y con soberbia disimulo, de los que en silencio muestran el culo, mirando desde arriba, no tan alto, vaya saber a quienes y a cuántos.


Me río de los que se disfrazan para salir del baño, de los que ensayan sonrisas en vez de cantos, frente al espejo practican sus encantos, me río y me lamento, que espanto.


Me río del que suma y resta todo el tiempo, del que agrega los porotos en cualquier momento, siempre a favor, y con eso sale de compras, dejando deudas a su espalda y en su contra.


Me río de los que quieren vivir de una forma o de otra, y se aferran a la idea ignorando que en la vida no todo llega, y se olvidan de lo simple haciéndolo complicado, dejan los detalles de lado, alimentando una ambición ciega.


Me río de los que creen que el éxito es solo para unos pocos, y se quedan comiéndose los mocos, esperando algún milagro, esa suerte que les amaga y sigue de largo.


Me río y no me importa, si me escuchan o me ven, o si tal vez no me soportan. Me seguiré riendo, mientras haya alguien en el mundo que intente desaparecer, con una magia que no existe. Si se visten o no se visten, incompletos o desnudos nunca dejaremos de ser.

4 мая 2021 г. 5:00 0 Отчет Добавить 0
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El viejo

El viejo se insinúa, quiere congraciarse, o tal vez solo quiere conocerme. Comienza predicando sobre su soledad, con la mirada embalsamada que posee los recuerdos, una mirada que parece no depender del tiempo.


Sabe convencerme de que la soledad existe, pero ojo, me advierte, que no asusta, que por las noches abraza, acaricia, dice que también escucha. Que comprende, da consejos y enseña, que uno sufre pero también aprende.


Me repite, con la sonrisa pícara de sus años, que aunque los sonetos generen impaciencia, nunca perderán lo bello de lo simple, de su esencia.


Y mientras mantiene la mirada inquisidora, sus ojos introspectivos descifran mi inocencia, no oculta secretos ante el espejo cristalino que lo aflora. Mirada que goza de mi existencia.


Me huele y me observa, con la mirada que seduce y no conquista, mirada que se aleja y analiza.


Continúa su sermón, diciendo que en soledad, puede apreciar cada rincón, en los que alguna vez amó, y en los que también le tocó sufrir.


Me observa, casi con admiración, insiste y se emociona al presumir, "que el día que las arrugas lleguen, lleguen de tanto sonreír".

4 мая 2021 г. 4:40 0 Отчет Добавить 0
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