Y fue entonces que pensé: ¿Ésto vale la pena?, ¿Mi dolor y sufrimiento se irán cuando él no esté? La respuesta me sorprendió mucho, tanto como el hecho de que había jalado el gatillo sin ningún miramiento. Por primera vez en mi vida, podía sentir la paz que él me había arrebatado al mantenerme cautiva en el ático de la casa que él solía llamar “hogar”. Con pasos temblorosos a causa de mi mal nutrido cuerpo logré llegar a la puerta de entrada, solo para encontrarme con una luz blanca y cegadora.
5 April 08, 2020, 00:08 0Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.