León Silvestre Osvaldo Barrera

Este es el diario de Octavio, un joven gay. En el, Octavio nos va contando su vida, sus penas y alegrías, su despertar sexual, sus amores y desamores. a sus amigos y enemigos. Acompaña a Octavio en esta aventura llena de emociones y vivencias que mas de alguno ha vivido o le tocará vivir.


Drama Para maiores de 18 apenas.

##ficcionado ##gay ##queers #the boy with the thorn in his side
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El comienzo del viaje

Hola. Mi nombre es Octavio y esta es mi historia. La historia de como emprendí el viaje hacia mi propia sexualidad, a conocerme, a quererme y aceptarme como hombre, como gay. Un viaje que ha estado lleno de amores, de desamores, de pasiones y desilusiones. De amigos, de enemigos, de alegrías y dolores. Un viaje que aún no termina y al que los invito a acompañarme.


Siempre me ha cargado eso de presentarme. Cada vez que llegaba a un nuevo curso -yo estuve en muuuchos cursos y colegios diferentes- me cargaba que la profesora me hiciera pararme frente a todos los wns del curso, que típico que tiraban sus tallas y te webeaban por ser el nuevo, al mas puro estilo "Mean Girls". 

Bueno, a mi me webeaban mas, ya que cuando chico si que se me notaba lo cola; bueno que con cuadernos de la Britney y la mochila toda rayada con los nombres de sus canciones, piola no pasaba.

Bueno, la cosa es estaba en primero medio que uno de los que mas me webió aquella vez fue un wn de mi nuevo curso. Alto, rubio, lindo, mino el ql; con cierto parecido a Nick Carter de los Backstreet boys, con esa típica melena que usaban todos los wns en los 90's y principio del 2000, pero éste tenia re poco pelo, y se llama Leonardo. Yo pendejo y wn, me "enamoré" enseguida de Leonardo, mas encima se llamaba Leonardo, otra razón para amarlo, me imaginaba que él era Leonardo Dicaprio en "Romeo y Julieta"; obvio yo era la Claire Danes. 


Bueno, hace poco yo y mis padres nos habíamos cambiado a esta comuna y no tenia idea de como llegar a mi casa, además había que caminar un buen trecho ya que el condominio era nuevo y las micros no te dejaban muy cerca de éste. 


Estaba en el paradero cuando aparece el Leonardo y se pone a mi lado.

-¿Que micro tomai, wn? -me preguntó sin mirarme.

-La 390 -le respondí- Esa me deja relativamente cerca de mi casa, ¿y tú?

-La misma. ¿En que parte vives? 

-Puta, en Peñalolen, ¿Sanchez Fontecilla? Es un condominio nuevo, ni me acuerdo el nombre.


El Leonardo me miró y esbozó una leve sonrisa. Luego de eso prendió un cigarro y expulsando el humo me dijo.

-Somos vecinos entonces, pos, puta. 

Me sonrojé, pero fue entre rabia, verguenza y calentura. Me gustaba el wn, pero me cargaba que me tratara de "puta", eso si, no le dije nada y solo atiné a sonreír y mirar a ver si venía la micro. 


Las semanas pasaron y con el Leonardo nos hicimos amigos. El iba a mi casa y jugábamos "Playstation 1", todo bien, pero en el liceo se hacía el interesante, no me saludaba ni hablaba. A veces me decía "hueco" cuando no quería jugar a "la pelota" con él y otros compañeros en el recreo.


En liceo en el que íbamos con el Leonardo iba toda clase de personas. Era un particular subvencionado que queda en Ñuñoa. Como con mis viejos llegamos justo los últimos días de Marzo desde Viña a Santiago fue LO que encontraron para mi. Quedaba relativamente cerca de mi nuevo hogar y además unas monjas hacían clases de religión, cosa que mi mamá amó. 


Al poco tiempo de empezadas las clases llegó a mi nuevo curso un compañero nuevo, Eduardo. 


El Eduardo era un wn que venía de fuera de Santiago, medio huaso, pero rico y re simpatico. Obvio que rápidamente me hice amigo de él, además era skater, y como todos los skaters son webiados, demás me lo como, pensé. 


El Eduardo vivía en Ñuñoa, cerca del parque Juan XXIII, su casa era preciosa. Grande y el patio daba al mismo parque. Varias veces en la noche nos poníamos a patinar, fumar yerba, su copete en el parque, que queda cerrado para las personas que no son residentes, y varias veces terminamos comiéndonos, pero solo eran "volas de copete", el Ricardo así prefería nombrar nuestra relación. 


Como ya tenia el Eduardo, con quien me comía, carreteaba y patinaba, al Leonardo lo dejé de lado. Ya ni me importaba que me tratara de "puta", "hueco", "maraco" o el epíteto que se le ocurriera en el momento. Un día a la bajada de la micro me agarró.


-¿Y vo, ql? ¿En qué andai con ese wn? -Me preguntó agarrándome por el brazo. Como pude me solté y le dije.

-Wn, ¿que chucha te pasa? Me duele el brazo.

-Que te hacis el wn, ql. Te la vives pegado a ese huaso del Eduardo. -Me dijo el Leonardo, para luego apoyarse en un árbol y prender un pucho. Me sonreí al verlo ahí, tirado con esa actitud de derrota en el rostro- Puta Octavio, yo sé que he sido re maricón contigo, pero no sé; pensé que tú y yo éramos amigos y ya casi ni nos vemos, ni mucho menos hablamos. Si no fuese porque vamos al mismo liceo no te vería nunca.

Me senté al lado de él, le quité el cigarro de las manos, le dí unas piteadas y se devolví.


-Wn, eris muy re care raja. En el liceo lo unico que haces es molestarme. Que hueco pa acá, que hueco pa allá. Puta, cansa la wea pos, Leo. 

-Puta, ¿y qué queris que haga, wn? Si eris entero fleto. Osea, pasai todo el día con los audífonos puestos y cantando "Hit me baby one more time", una vez en el baño te cacharon haciendo el paso mientras te mirabai al espejo. Puta, wn; imposible no webiarte con una wea así. 

Osea, el Leonardo igual tenia razón, pero no lo podía evitar, la Britney fue y será por siempre una de mis musas de la vida, pelá, loca, desafiná y guatona, la sigo amando igual. 

-Wn. Tú, Leo, te sabes entera la coreografía de "Quit Playing Game with my Heart" de los Backstreet boys. -Me miró, y juntos nos reímos a carcajadas.

La cosa es que quedamos en buena. Nos fumamos juntos el pucho. El Leonardo fue un amor conmigo esa tarde. Pero al día siguiente siguió molestándome en el liceo.  


-Oye Octavio, ¿que onda ese wn del Leonardo Cortez? - Me preguntó el Eduardo.

-No sé, wn, ¿porque lo preguntas? -Dije haciéndome el desentendido. 

-Porque cada vez que estamos juntos nos mira, me mira, a veces bien feo. No sé, me incomoda el ql.

-Cosas tuyas, Eduardo. -Le dije mientras meneaba la cabeza al ritmo de un tema de la Britney. Eduardo me sacó el audífono y me dijo al oído.

-Supongo que no le has contado lo que ha pasado entre nosotros. 

-Como se te ocurre. Eso es un secreto entre tú y yo. Tranquilo, nadie lo sabe, ni a mi diario de vida se lo he contado. -Y seguí escuchando música. Miré de reojo al Leonardo, y nos estaba mirando.  


Era viernes, y habíamos quedado con el Eduardo en que ese día me iba a ir a quedar con él en su casa, para su carrete piola, patinar y esas cosas; obvio yo sabía que éste wn del Eduardo me lo quería mandar a guardar, cosa que no me molestaba en absoluto. 


Llegó la noche. Con el Eduardo fuimos a Sta. Julia a comprarle unos pitos a "El Duro", un flaite que iba en el colegio y que vendía cogollos cerca de la rotonda Rodrigo de Araya. 

Cuando llegamos grande fue mi sorpresa al ver al Leonardo junto a "El Duro".

-¡¡¡Wena cabros!!! pensé que ya no llegaban. -Nos dijo "El Duro" mientras nos daba la mano y un abrazo. El olor a AXE que siempre tenía ese wn me provocaba tantas weas. Pero a lo que íbamos. El Leonardo estaba ahí y yo quedé "wtf", al igual que el Eduardo que me miró como diciéndome. "¿que chucha éste ql?, ¿que hace acá?.

 El Leonardo se hizo el wn, el "bad boy", nos saludó solo moviendo la cabeza.

-Ya cabros, acá les tengo el encargo. Que los disfruten. Yo me viro porque mi vieja anda me'a brigida. Nos belmont, cabraaaas. -Nos dijo "El Duro" entregandonos los cogollos, y se fue corriendo. El Leo nos miró y nos preguntó.

-Cabros, ¿para donde van?

Con el Eduardo nos miramos y éste le respondió.

-Vamos a mi casa. Mis viejos se fueron a la playa el fin de semana, así que nos tomaremos algo, sus pitos y sus batallas en el "Tony Hawk". -Le respondió amablemente.

-La raja. Ya pos, yo saco el copete y algo pal bajón. -Y se puso al medio de ambos, abrazándonos a cada uno. 


Cuando llegamos, el Leonardo puso un "Mistral" y una Sprite que compró en una botillería que quedaba en el camino. Nos pusimos a tomar y salimos al parque a fumar. Luego de fumar entramos y el Eduardo prendió el play y puso el "Tony Hawk", el Leonardo sirvió mas copete y yo me senté a ver como el par de wns jugaba. Parecían amigos de toda la vida; se veían tan ricos el parcito, "zorrones" diría mi amiga, "La Jeremy", una cola loca, loca, pero locaaaaa.


Luego de un rato ya, estábamos bien ebrio, pero se acabó el copete, y el Leonardo se ofreció a ir a comprar. 

-Pero wn, como vas a ir solo. Espera, te acompaño. -Le dijo el Eduardo poniéndose la chaqueta. 

-No, tranquilo, wn. Si igual la boti está acá al lado. Voy y vuelvo. -Y el Leonardo salió corriendo de la casa.

Yo me salí a fumar un cigarro al patio, y en eso llegó el Eduardo y me abrazó por detrás.

-Puta, hace rato que quería abrazarte, Octavio. -Y me besó el cuello. 

-¿De verdad? Yo te vi de lo mas entretenido con el Leo. -Le di una piteada al cigarro y boté el humo casi al instante. El Eduardo me botó el pucho y me dio un beso.

-No te pongas celoso, si es en buena onda. Además tenía otra opinión de éste wn, pero conociéndolo mas allá que en el liceo, me cae re bien. -Y me volvió a besar. Yo lo besé empujándolo contra la pared. 

Estábamos en la plena, cuando llegó el Leonardo y nos dice.


-Yo sabía que se comían, cabros. -El Eduardo me empujó y trató a darle explicaciones al Leonardo- 

-No es lo que piensas, wn. Si es de curaos, nomas. -El Leo dejó el copete encima de la mesa que había en el patio y dijo.

-Tranquilo, wn. Dejemos esto en una "volá de copete", y se acercó a mí y me besó apasionadamente. El Eduardo agarró papa de una y le dio un beso al Leonardo. Rápidamente nos metimos a la pieza del Eduardo y nuestra ropa voló.


Ya los tres en pelota, acostados en la cama, manoseandonos, besándonos, tocándonos. Yo sentado en medio, tanto el Leonardo como el Eduardo me besaban. Me besaban el cuello, el pecho, la boca. Me tocaban y yo los tocaba a ellos. Los empecé a pajear mientras se besaban y poco a poco me empezaron a tirar hacia atrás, hasta que quedé pegado a la pared. 

El Leonardo se abalanzó sobre el Eduardo quedando encima de él sobre la cama. A pesar de mis intentos por incorporarme al trío, fue imposible. El par de wns parecían lapa; yo ya había quedado relegado...

Me fui al baño, me pajié y me acosté en la pieza de la hermana del Eduardo y me dormí, mas caliente que la chucha. 


Y esa fue mi primera experiencia sexual. No conseguí lo que quería, pero pronto lo conseguiría. Pero esa historia se las contaré mas adelante. 

Pero como ya les dije al inicio del relato, "esto no es un adiós, sino que un hasta luego."





27 de Outubro de 2016 às 02:48 0 Denunciar Insira Seguir história
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