loomt Luis Octavio Ortega Montero

La vida sorprende a todos con cambios inesperados y caóticos... Pero está vez logro alterar a todos de una manera ¡Sumamente ridícula! Un cambio inesperado sucedió alrededor del mundo, más de la mitad de la población humana cambió de genero sexual. Está es la vida de Manuel, Santiago y Lisandro, tres jóvenes amigos que se ven alterados por ello, directa e indirectamente. Haciendo que sus días se vuelvan un caos. Ellos trataran de sobrevivir al rechazo, envidia y lujuria de los demás. ¡Ah!... Y pensar que esas dos chicas de ahí, hace 24 horas eran hombres...


Ficção adolescente Impróprio para crianças menores de 13 anos. © Luis Octavio Ortega Montero

#cosasdelavida #Lisandro #manuel #santiago #CambioDeIdentidad #comedia
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"Prologo"

[Lisandro].- ¿Quiénes son ustedes?

[Manuel].- ¿¡Estas de broma!? ¡Somos nosotros!

[Santiago].- ¿O "nosotras"?

Ambas chicas se miraron con confusión.

[Lisandro].- Lo siento chicas, yo no me relacionó con muchas mujeres, y menos tan bellas.

Una de las chicas apretando los puños, exclamo con fuerza.

[Manuel].- ¡¡Somos Manuel y Santiago!! ¡Tus mejores amigos!

[Santigo].- ¿O "amigas"?

[Manuel].- ¡YA BASTA!

Y pensar que esas dos mujeres de ahí, hace 24 horas eran hombres.

¡Un cambio inesperado sucedió alrededor del mundo! Más de la mitad de la población humana... Repentinamente cambió de género sexual...

Hace unas unas cuanta horas, Manuel era un chico con un problema de adicción al porno.

[Amalia].- ¡¡KYAAAA!!

[Manuel].- ¡Te dije que no husmearas en mi habitación!

Su madre tiene ligeros... Problemas de ira, su hermana "Amalia" hacía siempre lo que quería sin dejar de ser educada. Su padre sería normal, de no ser por que todas la noches mientras duerme, su sonambulismo lo hace atrincherar la casa y sacar un arma de fuego que solo Dios sabe donde está.

[Nico].- ¡Señor policía! ¡Le juró que ese hombre me apuntó con arma fuera de su casa a las 2 a.m.!

[Policía].- ¿Y usted QUÉ hacía fuera de su casa a las 2 a.m.?

La decoración que mantenía el padre de Manuel por noches, a diario, cansaron a su esposa "Andrea" y dejó de removerlas, los visitantes a su residencia quedaban impactados.

[Andrea].- E-es que a mi esposo le encantan ese tipo de cosas.

[Manuel].- Je... je... (¡Si alguien se entera que las películas de guerra lo alteraron estoy acabado!)

Santiago, por su lado, actuaba débil e indefenso, por lo cual se sospechaba que su orientación sexual era otra.

[Lisandro].- Sinceramente creó que es homosexual.

Murmuraba con Manuel mientras comía papas fritas.

[Manuel].- Sí, está enamorado de ti.

[Santiago].- Puedo escucharlos.

[Lisandro].- ¡Entonces no lo niegas!

[Santiago].- ¡Pero tampoco lo aceptó!... (Creó)

Y por otro lado Lisandro, fue nombrado más otaku que friki ¡Las encuestas lo decían!

[Lisandro].- ¿¡Quién diablos hizo esta maldita encuesta!?

[Julia].- Creó que fue el profesor Carlos de matemáticas.

[Lisandro].- ¡Ese desgraciado!

La amistad de estos tres tendía de un hilo como el de los calcetines con resortes, se arrancaba pero volvía a aparecer.

Manuel y Lisandro solían llamar a Santiago "Sexualmente Indefinido", eso hería los sensibles sentimientos de Santiago.

[Santiago].- ¡Manuel es un maldito degenerado!

Todos a su alrededor lo oían.

[Manuel].- ¡Eso no es cierto!

[Demia].- Pero sí es verdad.

[Julia].- Sí...

[Lisandro].- No niegues tu verdadera naturaleza Manuel.

[Manuel].- ¡Callate tu otaku idiota!

El sonido de un cristal rompiéndose se escucho por toda el aula y, todo quedo en silencio.

[Lisandro].- ¿Qué...? ¿¡Qué dijiste desgraciado!?

Lisandro lo tomó del cuello de la camisa, con un puño listó para repartir golpes.

Manuel lo retaba a golpearlo con un tono bastante engreído.

[Manuel].- ¡Vamos! ¡Golpeame, otaku!

A punto de hacerlo, entró el profesor Carlos, su tutor de clase.

[Carlos].- ¡Ya basta niñas! Se van a romper las faldas.

Tan solo eso sucedió en el corto cambio de materia.

Los tres quedaban bastante molestos, pero como no tenían otro lugar a donde ir en el receso, que no fuera la banca frente a la cancha de baloncesto, pronto volvían a hablarse.

[Lisandro].- Solicitó permiso a Santiago para tomar un sándwich de pollo por un refresco ¡Cambio!

[Santiago].- Dame el de fresa.

[Manuel].- Lisandro, te doy la mitad de mi huevo revuelto con jamón por otro refresco.

[Lisandro].- ¡Oh! ¡Quedará bien con el pollo!

[Santiago].- Manuel, también toma un sándwich, te quedará poco huevo.

[Manuel].- ¡Gracias!

¡Y así quedaban contentos! Volvían a ser amigos.

***

"4:50 a.m. del dia del suceso"

Esa madrugada, como todos los días, Andrea se jugaba la vida para despertar a "Simón" su esposo. Rezaba para no encontrarlo en estado de sonambulismo y que le disparará.

[Andrea].- (Nunca ha pasado... Pero nunca es seguro)

Caminaba despacio, cautelosa, y en calcetines rosas.

Mientras tanto Manuel, comenzó a despertarse por una molestia, sentía el pecho apretado, pensó que la pijama ya le quedaba pequeña... Pero doquiera que se colocará, sentía la misma molestia, por lo cual abrió los ojos poco a poco.

[Manuel].- ¿Por qué?...

Nadie al despertar de golpe piensa con claridad.

Parpadeaba a medias con la oscuridad y suspiró.

Estiró su cuerpo y buscó su celular para mirar la hora.

[Manuel].- ¡Bag...! ¿¡4:46 de la madrugada!?

Se cubrió con las cobijas hasta la cara y bostezo, lo cual es una buena señal para seguir durmiendo.

O eso pensó, hasta que Andrea dio un grito de golpe.

[Andrea].- ¡¡AAAAAAAA!!

Manuel levantó la mitad de su cuerpo, arrojando las cobijas, con los ojos bien abiertos y rojos, enseguida miró la puerta de su cuarto y después de algunos movimientos extraños, corrió a la puerta de su habitación.

Cuando la abrió, cruzó la mirada con un chico... Se miraron por tres segundos y ambos no dudaron en gritar.

¿¿¡¡QUIÉN ERES TU!!??

El chico retrocedió golpeándose la cabeza y la espalda contra la pared.

Manuel cayó al suelo apuntando con la mano derecha al chico.

[Andrea].- ¿¡QUIÉN DEMONIOS ERES!?

Nuevamente al escuchar el grito, ambos dejaron de lado al otro y corrieron a la planta baja.

Bajaron las escaleras tan rápido como pudieron, cruzaron un largo pasillo y girando a la izquierda, vieron a dos mujeres.

La cara de Andrea estaba completamente roja, y a tal grado de enojo, que pareciese que fuera a explotar.

La otra mujer tenía la pijama medio abierta, desde el cuello hasta el ombligo, mostraba una gran figura corporal y unos voluminosos pechos.

[Andrea].- ¿¡¡Quién eres tú!!?

[Mujer].- ¡C-car-cariño! ¡Tranquilizate!

La mujer se detuvo y reaccionó de manera desconcertada.

[Mujer].- ¿Y esta voz?

[Chico].- ¡Madre!... ¿Qué?

[Manuel].- ¿¡Qué suce-!?... Mi voz...

Manuel y el chico se miraron las manos, lo cual los llevo a recorrer con la mirada todo su cuerpo.

[Manuel].- ¿¡Y estas!?

Manuel por fin se dio cuenta que la molestia que sentía, se debía a sus grandes pechos, tocó su rostro, era más suave y fino.

[Manuel].- ¿Qué... Me?

[Chico].- ¿¡QUÉ ME PASO MAMÁ!?

[Manuel].- ¿¿¡¡EH!!??

Andrea comenzó a temblar.

[Andrea].- ¿Quién eres?

[Chico].- Soy Amalia...

[Andrea].- No... Puede ser...

[Manuel].- Y, y yo soy ¿Manuel?

Andrea estaba bastante pálida, cuando miró a la mujer que estaba en el suelo, estaba tocando por curiosidad sus grandes pechos.

[Mujer].- Cariño... Soy Simón...

Amalia revisó su cuerpo y con miedo toco su entrepierna.

[Amalia].- ¿¡Ah!? ¿¡Qu-qué es esto!?

[Manuel].- ¡¡!!

Manuel copio su acción y reaccionó igual.

[Manuel].- ¡Se fue!

[Andrea].- Mentira.

Andrea miró al suelo y se perdió en sus pensamientos, ahora caóticos.

[Andrea].- Debo estar soñando... O quizá Simón me dio un tiro en su estado de sonambulismo.

Siguiendo el pensamiento de Andrea, Simón dijo.

[Simón].- Puede que esté muerto y esto sea un castigo por algo que habré hecho.

El ambiente se sentía extraño, Manuel tampoco creía, así que miró al chico y trato de afirmar su identidad.

[Manuel].- A-Amalia...

Amalia aún mantenia sus manos en su entrepierna, pero muy asustado. Con un temblor sumamente notable, trato de mirar a Manuel.

[Amalia].- ¿Sí?...

Al escuchar nuevamente su gruesa voz, su alma dejó su cuerpo y cayó al suelo.

Manuel miró esa acción y sin noción de la realidad, miró su propio cuerpo y tocó sus pechos.

[Manuel].- (¿¡Son reales!?)

28 de Abril de 2020 às 03:17 0 Denunciar Insira Seguir história
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