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Sandra Guerra


Brie Madison es una joven apunto de casarse con su prometido con el cual ha mantenido una relacion de 5 años sin pasión ni aventura, tras sus dudas ante la inminente unión decide tener una ultima aventura con un desconocido llamado Kellen Walker quien es mas que un extraño en un Bar. El desconocido en cuestion es en realidad un demonio que le ayudara a descubrir sus verdaderos origenes y desenredar el misterio de su nacimiento ¿que aventuras tendrá que sobrellevar Brie ahora que ha descubierto la verdad de su origen mágico? ¿decidirá seguir su compromiso con Hank? o en cambio decidirá seguir su aventura con Kellen y cambiar su vida tranquila por una vida llena de aventuras.


Fantasia Épico Para maiores de 18 apenas.

#gitanos #demonios #keshalyi #hada #shuvani #mule #Loçolico
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Mi vida

Era un viernes por la noche y como de costumbre después de una ardua jornada de trabajo me gustaba terminar mi día recostada en la cama con un buen libro, acababa de adquirir una de esas nuevas sagas con hombres perfectamente bien formados y carácter de los mil infiernos, este tipo de libros se había vuelto la moda por los últimos días y yo no podía dejarlos, siempre había soñado con una relación con toda esa pasión, lujuria y deseo saliendo por los poros, cosa que al parecer solo podías encontrar en los libros.


Mi vida era algo aburrida aun cuando acababa de comenzar en una nueva empresa, la pequeña compañía en la que trabajaba fue absorbida por un gigante corporativo, estaba en el departamento creativo, y como un indispensable elemento en el área fui de requerida dentro de las nuevas filas, no me gustaba la idea de trabajar para un gran corporativo pero la paga era buena, así que me resigne a seguir trabajando ahí, al menos por el momento.


Suspire pensando en lo desdichada que me sentía de trabajar en un lugar solo por el salario y comodidad y no por que amara lo que hacia, esa conducta se estaba volviendo un mal habito en mi vida, no solo se trataba de mi trabajo, también me sentía así en mi relación sentimental, no era que fuera mala, tampoco podía presumir de tener una relación perfecta, pero tenía años saliendo con Hiram un hombre casi perfecto, era caballeroso, cortes, inteligente, carismático y demasiado atractivo para ser legal, el tipo de hombre que se muere por tener un hogar y una hermosa familia, era perfecto para cualquier mujer, pero a veces me preguntaba si era perfecto para mi.


Recordé que antes de conocer a Hiram soñaba con viajar, conocer muchos lugares, hacer algo que dejara huella, cosas interesantes, para cuando llegara a ese gran paso de unir mi vida con un hombre no tuviera nada de que arrepentirme, pero al conocer a Hiram Wilkins todos esos planes se quedaron en el pasado, el odiaba viajar, era el tipo de chico que se sentía cómodo en su hogar viendo películas, nada arriesgado, trabajaba en la misma compañía desde hace 10 años y aunque podría obtener un mejor trabajo y un mejor salario prefería quedarse en su zona de confort, no era que no tuviera una gran posición, era jefe de su área y su salario era bastante atractivo pero sabia que el podía conseguir mucho mas, esa era una de nuestras constantes discusiones, yo no era el tipo de chica que se quedaba mucho tiempo en una compañía, me gustaba saltar de ahí a aya, aprovechando las oportunidades, siempre buscando mejorar, aunque mi deseo secreto era un día ser mi propia jefa, el por el contrario anhelaba la estabilidad.


El y yo eramos completamente opuestos, pero lo amaba, me resigne a dejar todos esos sueños atrás al aceptar su proposición de matrimonio, muchos dirían que su propuesta fue bastante mona, cena romántica, luces velas, y ese tipo de cosas que le gustan a las niñas romántica, creo que si hubiera tenido una ápice de romanticismo en mi piel diría que fue perfecto, pero yo no era así, era mucho mas practica y aunque era soñadora, Hiram no despertaba ese tipo de deseos en mi, no me malentiendan lo amaba, pero dios sabe que algo le faltaba a nuestra relación, estaba acostumbrada a el y a su forma de ser y no podía pensaba en otra persona con la que pudiera ser mas feliz, largas noches pasaron preguntándome si existía una razón para permanecer a su lado, no teníamos mucho en común, pero nunca había sentido nada parecido con nadie mas, si eso no era amor entonces jamas había amado en mi vida.


Aparte los pensamientos acerca del poco fuego que existía en mi relación con Hiram y me prepare para empezar mi libro, leer era el perfecto reemplazo de emoción, mientras pudiera soñar con estas historias, creo que podría soportar no tener esa pasión con el, tras una pequeña hojeada a las paginas del libro estaba dispuesta a hundirme por completo en esta aventura sin chistar, tome mis lentes y comencé a leer la primera hoja.


El timbre comenzó a sonar, una y otra vez, mire el reloj, eran las 7:00 pm y no esperaba visitas, generalmente Hiram no pasaba por mi departamento entre semana, ¿quien podría estar tocando a mi puerta a estas horas de un viernes por la noche?.


Suspire dejando el libro a un lado y levantándome a regañadientes, me dirigí a abrir la puerta y no me sorprendió verla ahí parada con los ojos rojos y el pelo enmarañado, se veía hecha un desastre, era Lisa mi mejor amiga, la desaparecida amiga a la que no la había visto desde que se enredado con un nuevo tipo del cual no podía ni recordar su nombre, era el tipo de chica que se cuelga fácilmente de los hombres y bueno siempre era la misma historia uno o dos meses de amor y 3 o 4 de llanto.


La examine con mayor cuidado, era un completo desastre, tenia el maquillaje de los ojos corrido y su aliento me dejaba en claro que se había tomado un par de copas, sostenía un cigarro en su mano, tomo una bocanada profunda, mientras me miraba una lagrima rodó por su mejilla .


Negué con la cabeza mientras le indicaba con un ademan que entrara, no sin antes quitarle el cigarro que llevaba en su mano.- sabes que no puedes entrar aquí con esto- apague el cigarro en el cenicero colocado cuidadosamente en la mesita de llaves detrás de mi puerta.


Rodo los ojos -me tranquiliza- se precipito a la cocina, tomando del vino en mi alacena asignado para las Lisa emergencias.


Decidí acompañarla tomando un vaso de refresco, ella me miro enfadada


-oh por favor Brie bebe conmigo, es viernes por la noche mañana no tienes que trabajar


La mire por lo bajo, no era el tipo de chica que bebía, a Hiram no le agradaban las mujeres que bebían, en si no le agradaba Lisa, ella era otra de nuestras constantes discusiones, le desagradaba su comportamiento, su manera de vestir dejando a la vista sus largas piernas y pechos que siempre decían hola a todo el mundo, ella era bastante descarada y muy bien formada, siempre atraía las miradas de todo los hombres a donde llegábamos, era modelo, le iba bastante bien trabajaba como la cara de una marca importante de ropa, ella era ardiente, nada comparada conmigo, una lánguida, alta y delgada nada exuberante y normal mujer, aunque tenia unos hermosos ojos color miel, que con la luz adecuada se tornaban un poco verdes.


-sabes que no debo, mañana vere a Hiram y el sabrá que he bebido- le di un trago profundo a mi refresco


-oh por dios, Brie, cuanto mas aburrida puedes volverte- hizo una ademan con su mano que no entendí pero podía imaginar bastante bien lo que significaba


Conocí a Lisa en la preparatoria, cuando era un poco más alocada e inconsciente, en la era de sueños hacia el futuro, esa era la razón por la cual éramos amigas, ella seguía siendo la misma chica soñadora de preparatoria, sin planes a futuro y tomando todo como llega, todo un desastre, si conociera a alguien como ella en estos momentos de mi vida la evitaría a toda costa.


- Madure Lisa, no es que sea aburrida es solo que mis prioridades han cambiado-

- El te cambio, el te lleno de responsabilidades, niños y hogares, vamos Brie tu tenías sueños, queríamos viajar, visitar el Louvre, pasear por la Toscana, subir a una góndola en Venecia- se levanto bailando de su silla y tirando gotas de vino por todo el departamento

- cambiaron mis prioridades, tengo una buena vida con Hiram- mentí

Se paro frente a mi mirandome fijamente a los ojos- Mientes-


Ella me conocía bastante bien, era difícil engañarla, su mirada era difícil de soportar, mire hacia otro lado mientras limpiaba el vino que había derramado sobre mi piso de madera.


Camino hacia la sala y tomo asiento en uno de mis hermosos sofás color chocolate, mi departamento estaba decorado con tonos tierra, me tranquilizaba mirar los tonos neutros, exceptuando en las visitas de Lisa cuando mi alfombra color arena corría peligro arruinarse con vino.


La mire y trate de no sonar grosera pero deseaba que ella me contara que estaba pasando -Lisa no es que no aprecie tu visita, pero ¿Qué haces aquí?-


Ella me miro molesta

- Se que odias ser molestada los días de trabajo pero tenia que hablar contigo.


Su rostro se torno serio y sombrío, conocía a Lisa Tiling desde hace bastante tiempo y nunca vi su cara tan triste, me sentía preocupada.


- ¿Es por ese chico?, ¿el candente chico del bar con el que llevas saliendo que 1 semana?


Lisa asintió, no estaba sorprendida en lo absoluto, ese era su gran problema, los chicos.


Tome aire tratando de no reprenderla ¿por que seguía el mismo patrón con los hombres? empezaba a dar gracias por Hiram, el jamás me hizo derramar una lagrima, solíamos pelear con frecuencia, pero jamas me hirió al punto de hacerme llorar, de hecho nadie había logrado sacar una lagrima de mis ojos desde la muerte de mis padres.


- Y bien, cuéntame-


Ella dio un largo y hondo suspiro, dejo su vaso en la mesa de en el centro de mi sala, no pude evitar la compulsión de buscar un porta vasos, me pare en busca de uno de inmediato, era una linda mesa y no deseaba arruinarla.


Lisa me observo cuidadosamente, la vi negar con la cabeza como si yo fuera una caso perdido


-Definitivamente eso es por Hiram- dijo mientras sacaba un cigarro de su bolso


Instintivamente arrebate el cigarro de su mano. Ella exhalo otro hondo suspiro


- Lo siento, se que a el le moleste que fume en tu departamento pero lo necesito- me miro con unos grandes ojos de cachorro

- Sin fumar Lisa, y si el lo detesta, pero yo también -


Negó nuevamente, en este punto empezaba a sentirme como el tipo de chica complaciente con su novio, demonios, esta no era yo, que había hecho Hiram conmigo, la compañía de Lisa siempre me hacia reflexionar acerca de lo mucho que el me había cambiado.


Se movió de su asiento y se sentó a lado mio -como sea- espeto con otro de sus ademanes raros -lo vi con otra mujer en el bar, el estaba con ella coqueteando y sonriendo, bastante divertido


Me quede boquiabierta- eso es muy malo lisa, es una persona que no vale la pena-


Ella movió sus manos y me pidió silencio - No he terminado- continuo como si le costara pensar, el vino debió hacer de las suyas -el me vio, al otro lado del bar, el sabía que yo estaba ahí y entonces simplemente me ignoro- sollozo


Mi corazón se enterneció por la expresión de dolor de su rostro, la abrace, ciertamente una semana era un tiempo record para Lisa, pero ella era así. La apreté fuertemente y entonces su celular comenzó a sonar, con una melodía que identifique de inmediato era the Doors “Love Street”, se precipito a contestar.


- ¿Kellen? -


Tenia una amplia sonrisa en su rostro, dio un pequeño grito se limpio los ojos llenos de lagrimas, asintió en dos ocasiones y entonces colgó.

-¿era el?- Pregunte titubeante


Me contesto con una sonrisa aun mas amplia, enseñando sus perfectos y brillantes dientes


- ¿Por qué sonríes?- Me sentía confundida


- ¡¡Quiere verme!! Se levanto del sofá y empezó a saltar como una niña que acaba de recibir un juguete nuevo


Arque mi ceja, estaba enfadada de pensar que ella podria siquiera considerar verlo, pero antes de que pudiera abrir la boca ella salió corriendo de mi departamento, ahí iba mi mejor amiga, volando hacia su desdicha, me encogí de hombros, ella volvería después, un chico que se entretiene con otra chica y te ignora no es el príncipe azul que toda mujer busca, cerré la puerta para regresar a mi cama, me desplace dentro de las tibias cobijas y retome el libro con el chico sexy en la portada, antes de poder abrirlo recibí un mensaje de texto en mi celular, deje el libro a un lado para revisar el mensaje.


Era de Hiram: “Desayuno mañana, te recojo a las 10 am”


Le hice un puchero a la pantalla, estaba desilusionada, mi plan de pasarme el fin de semana con mi nueva saga de libros estaba estropeado, era imposible negarme a ver a Hiram, pasábamos poco tiempo juntos después del compromiso, el me daba mi tiempo a solas, sabía que yo lo necesitaba, los arreglos para la boda eran demasiado abrumadores para mi, el tenia enormes planes para la ceremonia con los que yo no estaba muy de acuerdo esta seria una magnifi-grandisima exuberante boda, lo deje encargarse de todo, lo complacería una vez mas en sus deseos, era mas fácil para mi dejárselo todo a el,


Estaba segura que el día de mañana se la pasaría hablando de miles de preparativos, el deseaba que me involucrara mas en la boda, las discusiones eran continuas, la ultima ocurrió la semana pasada con el tema del porque aun no tenia un vestido a tan solo 2 meses de la unión, el deseaba verme como una princesa con uno de esos vestidos frondosos y abultados idea con la cual no estaba muy entusiasmada, sin embargo una vez mas para complacerlo prometí llamar a su hermana Adele para que me acompañara a buscar un vestido adecuado a la ocasión, el problema principal radicaba en que esa llamada jamas se realizo y ahora podría asegurar que el me reñiría por eso una vez mas.


Resignada deje mi celular en la mesa de noche, le di un ultimo vistazo al libro, decidi no comenzar a leerlo, me pondría de mal humor al no continuarlo el fin de semana, lo coloque a lado de mi celular y encendí el televisor, pase varias veces los canales y finalmente decidí dormir, eran las 9 de la noche de un viernes y estaba a punto de quedarme profundamente dormida..


Tenia una aburrida vida.

31 de Julho de 2019 às 04:52 0 Denunciar Insira Seguir história
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