Entre alcantarillas, badenes y aceras maltrechas,
¿cuántos miedos has de cruzar hasta que tus pies se calienten con el calor que desprende su asfalto?
¿cuántas noches has de soñar despierta hasta que tu tren llegue a la estación?
¿cuántas lágrimas desasosegadas tendrás aún que dejar marchar antes de que el reloj marque la hora que te corresponde?
¿Cuánto miedo? ¿Cuánta tristeza? ¿Cuánta ira?
La felicidad, ¿Se busca o te encuentra? A veces te veo morir buscándola, y otras morir encontrándote.
Tú no lo sabes. Estás tan ocupada odiándote por encima de todas las cosas como para darte cuenta de que te observo.
Te observo mientras te preguntas: ¿Es la felicidad, que avanza demasiado despacio? ¿O soy yo, que no consigo mover los pies del suelo?
Te observo mientras miras tu reflejo en el espejo, odiándolo y abrazándolo al mismo tiempo porque, aunque lo aborreces, sientes que eres la única persona capaz de protegerlo frente al odio invisible de los demás.
Y a veces grito, a veces canto, a veces silbo. Pero sigues tan ocupada… que a veces me doy por vencida, deseando sólo dejarme morir a tu lado.
No tengas prisa. Tómate el tiempo que necesites para caer en la cuenta de que tú eres tu mayor tesoro, aunque también tu peor enemigo; que cuanto más te odias tú, más anhelo yo tenerte entre mis brazos.
Mientras tanto, sueña. Ríe. Llora. Vibra. Súfrete. No renuncies a uno solo de esos sentimientos, porque todos forman parte de ti. Y tú formas parte de mí. Por favor, no prescindas de mí.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.