+ Mi cabeza retumba, como un reloj en la mañana. La lluvia cae aún más fuerte. El aullar del viento intentando dar un mensaje oculto, una señal de auxilio.
Debo terminar este capítulo, tengo que saber la verdad; queda poco tiempo, mi corazón está extasiado. Sé que está viniendo, está cerca, lo siento. El ruido de sus zapatos marcando el suelo de madera es cada vez más sólido.
Las palabras del libro me hablan, intentan distraerme, ya casi termino. Sino fuera porque él entró a la habitación. Abrace el libro y salté, salté por la ventana. Correr es lo único que se me ocurre, sin rumbo; en línea recta, con los ojos cerrados si es necesario. En cada charco de agua veo un rostro distinto. Maldita raíz del árbol que me enredó ambos pies; caí al suelo, logré levantarme y seguir corriendo.
—¡Pequeña, detente por favor! —gritó el árbol—¡No te vayas, escúchame!
Sabía que era un trampa, por suerte esquive las raíces en forma de mano de aquel malvado engendro. Seguí corriendo, tanto como pude, me encontré una gran roca y me deje caer con el libro en mis manos.
Mis nervios confunden los nervios de mi mano, irónico; logré abrir el libro, la última página está un poco recortada, gotas rojas caen sobre palabras. Vocifere las palabras definitivas. De repente salió un destello de luz del libro, me dejó cegada... Veía todo blanco, a trasfondo de mi panorama comenzaron a formarse figuras hexagonales apenas visibles. Una pequeña constelación se empezó a notar a pocos metros, se formó una silueta; es algún tipo de ser, externo a mi conocimientos. Yo estaba admirada, absorta. Su mirada chocaba con la mía, directamente.
—¿De qué sirvió luchar? Siempre supe que llegarías aquí —Exclamó aquella silueta.
—Pero, solo... ¿Qué hago aquí?
—Estás encerrada, en un libro. —Dio un paso hacia delante—. Buscabas la verdad cuando la verdad siempre fuiste tú.
—El sujeto... ese tipo, intentó asesinarme, y mató a Neisav.
—Él quería salvarte. ¿Neisav? Era aquel árbol que intentó detenerte.
—N-No puede ser. ¿Por qué solo no me cambió a mí?
—Ahí está el secreto, pequeña. —Colocó su mano sobre mi mejilla—. La verdad nunca cambia.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.