ilana-charul-palacio1539380889 Ilana Charul Palacio

Un plan ingenioso para robar un banco calibrado a la perfección y una historia con un final totalmente diferente a los esperado


Conto Impróprio para crianças menores de 13 anos.

#money #distopia
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Dia cero

Verano, 7 de junio para ser exactos. Los hombres llegaron a la puerta trasera del banco escurriéndose por los contenedores de basura. Hacia frio, pero a nuestros personajes no se les movía ni erizaba un pelo, estaban muy concentrados, llevaban días frente a una pizarra planificando su gran obra maestra. El frio, el calor, la lluvia; eran detalles subjetivos para ellos en ese preciso instante, su mente colgaba en esos momentos de un hilo invisible. Entraron, L siendo el más pequeño y ágil entro de primeras marcando el paso cauteloso que debían seguir para no levantar la mínima sospecha de los guardias, lo siguieron sucesivamente H y Q. Gateando y en silencio lograron pasar por las oficinas, la bóveda central y los baños. Finalmente, y después de unos cuantos minutos de incomodidad lograron llegar al asesor. Q al ser el más responsable de la agrupación era el encargado de llevar todos los objetos necesarios para la operación, al llegar al elevador abrió su mochila y saco una pequeña herramienta hidráulica para abrir puertas, aquella que todos reconocemos como una “mandíbula de vida” cuando vemos a los bomberos y rescatistas haciendo su labor; muy contraria a la de nuestros héroes. L y H sacaron sus fuerzas y mantuvieron el ascensor abierto mientras Q colocaba la herramienta con mesura, del otro lado y como se lo esperaban estaba el vacío, acto seguido Q saco tres pares de guantes de alta resistencia como los que usan los electricistas en su trabajo y la banda se puso en marcha. Aunque parezca un acto sobrehumano y que nuestros hombres debieron haber sido entrenados por monjes shaolin lo único que destaca a estos hombres del resto es su precavido manejo del tiempo por lo que a las cinco y tres de la mañana y según lo previsto lograron llegar a la cuarta planta del complejo bancario donde estaba su destino; la computadora central. Su plan; robar los ahorros de cincuenta personas al azar y generar un mensaje de error en sus cuentas virtuales del banco para que la institución tarde en descifrar lo sucedido, una secuencia de actos simples y elegantes que dejaban el robo a mano armada en la prehistoria. Al llegar a la habitación de la maquina Q le entrego la memoria a L y este repaso el plan con H rápidamente; entrar lentamente, insertar la memoria, seleccionar los archivos, extraer la memoria con cuidado y salir; un plan fácil y dado que el piso de dicho lugar era más delgado estratégicamente que el de las otras salas y más dado a crujir nuestro querido amigo era la única opción para el trabajo. L entro lentamente y con cuidado a la habitación y siguió todas las indicaciones de H al pie de la letra. Estaba tan concentrado que no analizo la luz roja que parpadeaba detrás del equipo; se deduce que esta provenía de un virus que portaba la memoria, pero también pudo haber sido una respuesta del equipo, o simple casualidad. En fin, L regreso con la memoria y juntos hicieron el camino recorrido a la inversa. Lograron salir con tiempo y dichosos de las riquezas obtenidas. Un final feliz para los pobres que ignoraban su futuro y lo que habían causado. 

El titular que los noticieros emitieron a los cinco minutos de empezado el horario laboral causo una histeria colectiva; los hombres se mataban entre sí, las mujeres lloraban en la calle, la gente robaba las tiendas, las familias tomaban sus bienes y se iban. Nuestros queridos personajes; L el pequeño y ágil, Q el responsable y H el musculo del equipo no le habían robado el dinero de sus ahorros a cincuenta personas o familias, habían impregnado un virus en la red monetaria de ese país eliminando de cualquier valor a la divisa local, en pocas palabras la gente ya no podía medir su valor y todo igualaba a cero; empezó la anarquía, empezó lo que se conoce como el día cero.

La autoridad libre o nueva autoridad no demoro en encontrar a nuestros tres hombres; las personas movidas con ira son más eficaces. En viejos tiempos se les habría juzgado por el crimen de robo y en unos pocos años estarían afuera de nuevo, pero esto era una nueva administración y a la nueva autoridad le sonó más razonable una ejecución publica; que mejor para iniciar una nueva era que un poco de sangre en los zapatos, recordemos que así termino la vieja era también. Así que el 9 de junio a las diez en punto de la mañana a la caída de la navaja ese pequeño país empezó de cero. ¡Que viva la nueva era!

13 de Outubro de 2018 às 06:15 2 Denunciar Insira Seguir história
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Fim

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Antonella Vecchietti Antonella Vecchietti
Me sorprendió mucho el final, felicitaciones
October 14, 2018, 23:00

  • Ilana Charul Palacio Ilana Charul Palacio
    Gracias enserio por el cumplido, me encanta que por fin personas puedan leer mis historias October 14, 2018, 23:03
~

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