Una de esas nochescargadas de humedad
intentó desquitarse de alguno de sus males.
Temblaba el cielo en relámpagos
que susurraban el peligro del pensamiento errante.
Conocer el abismo le bestaba para desear
que llegara el bendito momento
en donde su mente reflejara esa frescura,
esa soltura de una fragancia primaveral.
Aturdida en confusión pero consciente
De que la inquietud no debía, no podía vivir alli
amarrándose a un miedo permanente.
Sin embargo las sombras del pasado
acechaban sin descanso sobre sus propias heridas.
La voz de un trueno de verano
le recordó que era tarde.
Había nacido como flor,
herida por su esencia errante.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.