jjhudson JJ Hudson

Se encuentran las historias y pensamientos esperando ser relatados. Siempre existirá un amor, un sueño y magia.


Romance Impróprio para crianças menores de 13 anos. © JJ. Hudson

##Pensamientos
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La pureza del amor y la breca

Puedes llamarme como desees. Dijo ella en mis sueños…

Así fue como desperté aquel día, para continuar lamentando el fallecimiento de mis padres, al igual que un reflejo recordé cuando de niño desperté en mi solitaria habitación de color ocre, en aquellos días casi siempre miraba instintivamente las ventanas, con la esperanza de que un rayo de luz me iluminara. En seguida, al darme cuenta de que no sería así, observé que vivía a destiempo.

¿Como puede perder la noción del tiempo un niño? No tenía obligación alguna de tener en cuenta las horas de sueño o si tenía la obligación no importaba, lo cierto es que a mis padres les preocupaba mi despreocupación por ciertos asuntos que no correspondían a mi edad, sobre todo que, a los doce años, en vez de iniciar mi vida experimentando con lo que es aceptado en la sociedad, aun cuando es considerado vergonzoso, no he hecho otra cosa que buscar el sentido a todo.

A mi parecer nada tenía sentido.

No obstante, tampoco encontré el sentido a deprimirme por no tener la necesidad de hacer lo que otras personas hacían al darse cuenta de que estaban vacíos “por dentro”, creo que me creía superior para perder el tiempo en ello.

Experimenté la emoción del primer amor a los trece años, sentí que ella era lo que le daría razón a todo, al parecer fue así, las cosas seguían estando igual, pero las que adornaban mejor el jardín tenían su nombre, me abracé a la idea de que, las cosas sin sentido, que en ese momento lo tenían, podían disfrutarse de mejor manera.

A veces solo cerraba los ojos y soñaba con un mundo ideal para mí, allí estaba ella, no concebía la forma de los niños que tendríamos, pero se suponía que era así, después adquiriríamos un transporte, tendríamos deudas y conservaríamos la emoción de estar siempre juntos.

Cada día al despertar en aquellas madrugadas pensaba en ella, en mis amigos, y en las cosas que hacían que ella sonriese más, yo me consideraba bueno para hacerlos reír. Nunca tuve un circulo cerrado, solo un triángulo conformado por el que consideré mi mejor amigo y ella, el amor de mi vida. Complementaban el vació que consideré tener por no darle importancia a las cosas.

Era el momento de crecer, mis padres se alegraban, ya que salía de la cueva para conocer, vivir y divertirme, lo que ellos llamaban la normalidad. Para ser la razón de las sonrisas adopté la normalidad.

¿A quién le importa mis principios si nadie los comparte?

Todos necesitamos una razón para vivir. ¿No es así?

Quería darle todo, y digo quería porque todo lo que tenía se lo entregué sin esperar nada a cambio, consideré que encargarme de hacerla feliz me hacía feliz y era una bonita razón para vivir y otorgarle sentido a toda la compleja locura que es la vida en sociedad.

Recuerdo una de nuestras maravillosas conversaciones;

-Te agradezco todo lo que has hecho por mí. -Le dije con mucho agradecimiento.

-¿Por qué lo dices? -Su expresión denotaba una leve preocupación, aun así continuó.

-Mis únicos pensamientos están en los números que cuestan todo lo que deseo en la vida, necesito tener tantas cosas, no creo que puedas seguir ayudándome.

-Claro que puedo, solo déjame… solo déjame buscar la forma -le dije con emoción, ella necesitaba que la rescatara.

¿Quieres que te acompañe a ese viaje de montaña al que vas? Tienes todo listo para eso, ¿Cierto?

-Todo está listo, pero mejor quédate, yo voy con tu mejor amigo, que ahora también es el mío. A ti no te gusta la montaña y no quiero que pases un mal rato, ya sabes que le buscas un sentido a todo y te dolerá la cabeza al no encontrarle sentido dormir de forma incomoda en un campamento.

-Creo que tienes razón. -Le dije mientras de forma repentina la abrazaba.

Ella iba con él y estaría bien acompañada, me encantaba que se preocupara por mí.

Los amores son buenos cuando son correspondidos. Solo le pedía que no me dejara en la lista de espera de sus responsabilidades.

Ella fue mi primera vez en muchas cosas, sobre todo en lo importante, desde el primer beso hasta el sexo. Aunque no fui su primera vez en casi nada, ni en el arte del amar, ella nunca reconocerá que soy el primero, probablemente el único, en vivir muchas primeras experiencias con ella. A eso le otorgué mucho valor.

¿Quién diría que ahora soy todo un soñador? mientras escribo en este papel, esperando finalmente verla llegar, estoy necesitando una nueva ilusión; una última oportunidad, una historia perfecta, y es que nunca volvemos hacia atrás, es solo fantasía creer en cambiar el pasado.

Después de algún tiempo decidí continuar mi camino. Ella me dijo que era totalmente distinto, no le agradó mi forma genuina de ser nuevo en las cosas, necesitaba nuevas experiencias, se suponía que yo era distinto por que hacia lo contrario de lo ortodoxo de la mayoría, eso me hacía un rebelde, pero al crecer esa reputación perdió emoción y seducción y eso evitó que continuase gustándole, pues las cosas nuevas que ella se refería, son las que la sociedad normalmente hace y necesitaba un compañero para ello, no alguien que no le reconociera valor.

Solo rogué una pelea más, una mentira más, una ilusión más, escuchar un “te amo”, aunque sea forzado y falso una vez más.

Si el amor consiste en rogar no tiene sentido. El no le rogaba, ella a él sí, igual que yo le rogaba a ella.

Cuando los encontré juntos, de pura casualidad, ella le regalaba lo que yo le regalé a ella, pues lo necesitaba de urgencia, no pude evitar seguirlos a un cuarto de hotel, eso fue fácil, no les preocupaba quien los viese.

“Antes eras atractivo, pero nunca fuiste un sueño”.

Es la única frase de lo poco que recuerdo de ese día.

Quizás soy muy diferente y debo estar con otros como yo, fue igual a un remolque en el mar, pero me dejó vivo, me hizo decir que deseaba estar muerto, pero no era así, solo no quería dar más lastima, realmente quería solo existir y no vivir. Me preguntaba si podía continuar solo, y solo había una respuesta a esa pregunta, era la única decisión. Dejar de respirar duele, me dije.

Era considerado normal una depresión de este tipo a mi edad, solo que no lo entendía. ¿Cuál era la necesidad de mentir?

No repararé en detalles de la depresión de mi casi adultez. Lo importante era la consecuencia de ello.

Perdí mi razón de mirar la vida de forma positiva, me convertí en alguien inseguro y dejé de confiar en la gente. Al menos crecí y me independicé, no dejé de ser el orgullo de mis padres.

En un viaje a mis casi veintena de edad estaba innovando en la forma de pescar, necesitaba alimentarme y siempre me gustó el pescado. ¿Porque no viajar, comer y vender?

En mi niñez mientras no encontraba razón a nada aprendí a comunicarme en otros idiomas, al menos consideraba que viajar por el mundo sería divertido. Me mude a una isla donde muchas personas de otros países acudían.

Entre ellos ella.

Nos encontramos en el estadio de algún equipo deportivo, yo solo estaba allí para ver como el tiempo transcurría rápido. Esa primera vez, cuando nuestras miradas se encontraron, no se separaron, la miré durante todo el juego, me sonrojé pues ella hizo lo mismo, nos guiñamos muchas veces; juntos nos sorprendimos. Ella era la ilusión genuina que esperaba tener, es una especie de aire fresco y con nuevas emociones encontradas.

Le preguntaré si sintió lo mismo.

No sé si estoy loco o no, lo cierto es que corrí detrás de ella, fracasé porque no la encontré.

Todos los días pensaba en ella, creo que ella en mí, mi cabeza desbordaba en emoción por volver a encontrarla. Creo que ella pensaba lo mismo.

En el transporte publico ciertamente solemos compartir nuestro espacio personal con el de las demás personas; entre ellos estaba ella. Al salir del vagón, siempre despreocupado sin prestar atención a los detalles, volteo perdiendo mi mirada, como siempre, sin querer encuentro sus pequeños ojos oscuros, me estaba diciendo algo que no pude escuchar muy bien.

Seguro fue lo que siempre deseé escuchar.

Comencé a caricaturizarla, a tener conversaciones en secreto con ella, creaba dramas; si estaba destinada a casarse con alguien, allí estaría yo para salvarla.

La pureza del amor y la breca. Así llamé a nuestra historia.

Una vez en nuestros encuentros secretos, que yacían en mi mente, le mostré mi corazón, que era de ella, y si no lo tomaba yo lo quebraría. Así de cursis somos en nuestra mente, creo que ella soñaba lo mismo que yo.

Es solo una fantasía, insistía.

Reconocí que mis heridas habían sanado, se lo dije a mis padres mientras esparcían sus cenizas en el mar. No me arrepiento de haberme independizado temprano en mi vida, después de caminar por las calles oscuras, decidí mudarme completamente a la isla.

Mientras en el barco disfruto del mar y las aves que señalaba que estamos cerca del puerto, una embarcación gemela, navega a nuestro lado, es normal, muchos de los desconocidos pasajeros salen a cubierta a saludarse. Si, allí estaba ella y mis necesidades de proteger y amar, así no fuesen bien recibidas.

Nuestras miradas otra vez se encontraron, pero no tuve el valor de decirle nada, yo sonreí, ella me saludó completamente y aunque no nos escuchábamos no permití que mi frustración me quitara todas las oportunidades, era mi rayo de sol, si existe un dios, ella lo representa.

Mis sueños se hacían realidad, aunque no nos escuchábamos, consideré lanzarme al agua, por ese destello de sueños; solo había pasado una semana y nuestras miradas se encontraron tres veces, no necesitaba otra razón para acercarme. Ella iba un paso adelantada, me mostró un folleto, era el lugar donde nos encontraríamos.

Después de fracasar en mi intento de encontrarla al desembarcar, inmediatamente me vestí como se debe y fui al sitio. Aquí estoy, esperando, se cumplirán cuatro horas, estoy sentado, escribiendo junto a un buen trago de licor, aun no olvido la muerte de mis padres y estoy necesitando una compañía, tengo un vacío que nunca quise admitir que allí estaba, la compañía de mis padres lo rellenaban, lo mantenían cerrado, ahora solo estaba dispuesto a seguir creciendo.

Una mirada bastó para reconocer que quizás ella compartía mis principios, aprendí que si alguien ruega por cariño deberá encontrarlo en algún otro sito, mi deseo es que no se rinda, cuando llegó a la mesa le dije que era la persona más hermosa que había conocido en mi vida, ella continúa sonriéndome, aunque de una forma extraña, como si no me entendiera.

Soy el único testigo, nuestro amor era reciproco y correspondido.

Solo lamento que no hablemos el mismo idioma. 

4 de Fevereiro de 2018 às 22:01 0 Denunciar Insira Seguir história
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