©LyzOrtega
Si realmente me haz de amar, deberás demostrarlo antes de decirlo. —Y•D✨
Fue el diez de abril.
Un día como hoy, con aquel sol deslumbrando el cielo azul y cerezos floreciendo como primavera. Fue igual que hoy pero hace tres años la última vez que vió a su esposo, Kim JiJun, con quien compartió miles de momentos preciosos a su lado, se casaron, manteniendo esa chispa de amor en cada momento sin olvidar los sueños de cada uno.
Yoongi recuerda la angustia por no verlo, mandarle mensaje a cada minuto esperando que llegará, pero nada. La acta de desaparecido fue levantada, la búsqueda fue aun más grande de lo que pensó. Pero nada, nadie lo vio, nadie sabía a donde fue y todo, incluyendo cuentas seguían intactas sin ningún retiro.
Min nunca se rindió, espero paciente los primeros meses a que en algún momento su esposo llegará y al abrir lo abrazara. Soñaba con ese día, anhelaba tanto esa vida de nuevo. Tocar el piano a su lado, cantar y bailar como fue que se conocieron. Pero nada es como desea, y los días, se volvieron meses... y los meses un año, dos y tres.
Se refugia en el trabajo, se obsesiona con el orden y el reporte diario de las acciones de quienes trabajan. Mientras espera, bebe en la soledad de su casa y llora la pérdida de quien ama.
Hoy, como cada día de fin de semana, come en la soledad, bebe del jugo que preparó y suspira admirando el lugar vacío de su lado contrario. Donde su esposo se sentaba esperando sus platillos, JiJun nunca aprendió a cocinar y sin embargo, no le importaba, le amaba aun así. Le gustó la pasión por las artes, el gran amor a la naturaleza y esa facilidad por calmarlo con solo un abrazo.
Suspira, los terapeutas dicen que no hay más amor en lo que piensa, solo quiere quitarse la culpa. Yoon no les cree, por ello dejó de ir. El teléfono de la casa suena, se levanta y atiende, la voz emocionada y en jadeos cansados de su amigo lo hacen reír. Porque trata de decir algo pero esta más ocupado tratando de respirar como para decirlo.
Finalmente, al tener la calma. Habla directo y esa sola acción junto a la información que brinda, lo deja en shock seguro.
<<¿Yoongi?, hey, no se si escuchaste bien. Te lo repito, encontraron a Jijun, esta en el hospital Wang Meg a dos horas de tu trabajo. Esta vivo. ¡esta vivo!, ¡muevete y ven por él! >>
Cuelga el teléfono, traga saliva y busca con desespero su chaqueta. Debe detenerse, correr escaleras arriba y en una maleta meter ropa cómoda para su esposo. Por Dios, esta de vuelta. Lo han encontrado. Corre, sube al auto y sin importar mucho acelera hacia el hospital. La sonrisa nadie puede quitársela, si en dos horas de camino llega, corre por los pasillos y le gritan que no debe hacerlo. No es suficiente, sigue las indicaciones que su mejor amigo mando y al llegar a la habitación entra dejando caer la maleta.
Ahí esta, en una camilla con vendaje en los brazos y cabeza. Tiene parches en las mejillas y otro vendaje en el cuello. No puede creerlo, esta ahí. Los ojos verdes de quien ama son oscuros y preciosos, las pecas regadas y los cabellos que se ven son largos de color negro.
—Jijun... Cariño. —Lo abraza, besa la nariz pequeña. Sin embargo, el aroma que tiene es extraño. Se aleja incómodo.
—Las enfermeras van a bañarlo. Lo encontraron mal herido en la calle, dicen que tiene muchos moretones y las rodillas raspadas. No se donde estuvo estos tres años pero, no creo que le haya ido bien. —Hoseok le explica.
Cuando llegan las enfermeras, le entrega la ropa. Esperan un tiempo, es consciente de cuando lo sacan con prendas limpias y lo recuestan con sábanas cambiadas. Para volver a vendar heridas y conectar el suero, en todo ese tiempo, Yoongi lo admira en silencio. Los cabellos largos están atados, solo dos mechones caen en la frente y no ha dicho ni una sola palabra.
—Cariño, te extrañe. No sabes cuanto, siempre supe que estabas vivo. —Besa las manos pequeñas y coloca el anillo de promesa que una vez le dio. —¿Lo recuerdas?, es muy especial.
—Oye... —El llamado lo tensa, JiJun lo mira en detalle y después ladea la cabeza. —¿Quién eres?
Yoongi podría describir el sentimiento amargo de esperar y no ser recordado, pero de algún modo no se deja llevar por esa emoción. El doctor dice que puede haber tenido un accidente hace tiempo y tal vez, la amnesia fue responsable de su desaparición. Min confía en esa teoría y solo por eso niega con calma cuando lo dan de alta, lo lleva en silla de ruedas a la camioneta y al abrazarlo lo sube con cuidado.
Es atento como siempre ha sido. Cubre las piernas con una cobija y le abrocha el cinturón para dejar un beso en su mejilla. JiJun es increíble, es quien ama y no importa si debe esperar para que lo recuerde.
"Te amo, sin embargo, tu no sientes nada por mí"
©LyzOrtega
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