El monstruo de Nighthawk Seguir história

Con un viento helado que cruzaba por mi ventana el tiempo, el clima, el ambiente me anunciaba que era ya tiempo de sacar los suéteres, el tiempo de reunirse con la familia alrededor de la chimenea y poder tomar ponche de frutas, mi abuela hacía el mejor ponche, ya es época de poder dar fin a un año más, me encuentro cubierta con una manta con calabazas, algo irónico porque ese tiempo ya pasó, los renos ya están en la entrada, el árbol puesto, mis hijos lo decoraron sorprendentemente, me gusta mucho ver el árbol y recordar todas las cosas que pasaron al transcurso de este año, supongo que no tengo nada más que pedir, fue un año con altas y bajas, primero con mis alterados empleos, los estudios de Tommy y Chloe, estar cambiando de casa cada cierto tiempo no los ha hecho sentir bien a ellos, por lo menos se tienen el uno para el otro…el uno para el otro, la verdad que no es tan fácil ser así con los hermanos, experiencias personales, tengo que cerrar esa odiosa ventana, siento que me congelo toda, mis pies ya no pueden estar más helados que de costumbre pero antes de eso prefiero sentir el clima así mientras termino de leer este libro, solo 2 páginas más, ni yo me puedo creer que leer te lleva a imaginar muchas cosas la verdad, mi Tommy solo pasa leyendo comics sobre gente que corre demasiado rápido, extraterrestres o de personas con dones, pero eso ya no es imaginación, con dibujos todo es más fácil, mi libro por otro lado es algo diferente, habla sobre criaturas entre la neblina, supongo que es raro leer esto, es decir soy una mamá con 30 años debería de dormirme ya y estar mañana temprano preparando el desayuno para mis hijos…pero ya está libro terminado, ahora mejor cierro la maldita ventana, hasta levantarme del sofá y caminar se siente frío, creo que ya debería de cambiar esta ventana o repararla, desde aquí logro ver la calle, los autos parqueados en la calle, las luces de la calle cada día más opacas que antes, eran mis ojos los que necesitaban descanso o era verdad, desde la primer casa de la cuadra se venían apagando las luces despacio, supongo que hubo un fallo en la fuente de energía principal de esta zona, el apagón llegó a mi casa, saqué mi teléfono de mi cartera, y me dirigí de nuevo al sofá mientras volvía la luz, cuando me senté vi en mi teléfono 7 llamadas perdidas de mi tía Ally ¿Qué era lo que querría? Hace mucho que no hablábamos luego del accidente, siempre fui su sobrina “favorita” siempre me decía “Sammy”, yo odiaba que me dijera así prefería simplemente Samantha, la luz regresó, y mi corazón se aceleró cuando vi al instante una sombre por el pasillo a las habitaciones, pero solo era Chloe con su osito de peluche.

-Mami, podrías venir a cantarme la canción de papá- Su voz aún estaba apagada, algún mal sueño supongo que la despertó o la lámpara próxima a su cama cuando regresó la electricidad, la despertó.

-Sí, está bien llego en un momento, ve a tu cama y cúbrete bien-

-Okay, pero no tardes demasiado por favor- Dijo Chloe

-Por supuesto cariño, solo deja que guarde estas cosas- Chloe se dirigió a su cuarto, mientras que yo guardé el libro en el cajón de mi escritorio, desconecté la lámpara que alumbraba casi toda la sala y el sofá en el que estaba, caminé directo a la habitación de Chloe pensando en mi esposo, toda mi vida pasé buscando el amor en personas que no me convenían hasta que recibí un mensaje de Harry, un solo mensaje fue suficiente para entrar en conexión con alguien, fuimos compañeros desde primaria pero él se había mudado lejos cuando tenía 14 años y cuando volvió fue que él me contacto, desde allí salimos un par de veces como amigos hasta que un día de una forma rara por así decirlo me dijo que le gustaba, el me resultaba interesante, no era un chico rudo, era más bien uno de esos chicos con cara simpática, inteligente, divertido y demás. Una persona extraordinaria que estaba enamorado de alguien simple y complicada como yo. Al entrar en el cuarto de Chloe, ella se encontraba en el suelo jugando con sus muñecas, se notaba que algo le pasaba, soy su madre y sé que algo la atemorizaba. -Ya vine, cariño ¿Aún quieres que te cante?-

-Si por favor- Dijo Chloe

-Sube entonces y acomódate bien- le dije a mi niña con voz suave pues no quería despertar a Tommy que se encontraba en la habitación de al lado. Empecé a cantarle con una voz tierna y dulce que ni había terminado cuando Chloe se había dormido, Harry era un gran padre sin dudarlo, hace unos años usó una canción de una película, canción que hablaba sobre un oso que bailaba, me encantaba verlo cantar era un sentimiento que me hacía amarlo cada día más. Me levanté, le di un beso en la frente a mi pequeña y guardé los juguetes que ella había usado, apagué la luz de su cuarto y cerré la puerta despacio mientras trataba de no hacer ruido.

Me dirigí a mi habitación un poco desordenada por cierto, no necesitaba prender la luz pues las estrellas y la luna con su brillo que atravesaba la ventana del cuarto era sufiente para ver el camino a mi cama, justamente me tiré a la cama -Un maldito día más-Lo dije al aire esperando no despertar a mis chicos, estaba cansada, todo el día estar haciendo papeleo en la oficina es agotador, soy una secretaria de Industrias Waller y paso todo el día recibiendo llamadas y dando información, siento que apenas paso con mis hijos, casi todo el día trabajando pero gracias al cielo tengo una buena niñera de confianza que me los cuida, desde que mi esposo murió he tratado de ser responsable, de darles lo que ellos necesitan, alimento, educación, protección, etc. Perder a mi esposo fue algo realmente difícil, no nos gusta hablar del tema con mis chicos porque para todos es un tema sensible, mi esposo murió en un accidente de tráfico justo cuando venía de trabajar los semáforos a 4 cuadras de nuestra casa no servían y fue allí cuando un tráiler chocó con el auto de mi esposo dejándolo sin vida, una noche de las que sin duda no me gusta recordar aunque en realidad he tenido muchas noches que no me gustaría para nada tener recuerdos, el sueño me ganaba, era una noche de esas en las que te dan ganas de recordar, de llorar, de pensar en lo bueno y lo malo que ha pasado en la vida, decidí dormir ya pues les había prometido a Tommy y a Chloe ir a comprar los regalos para la navidad y necesitaba descansar un poco.