Eliseo Soto era un científico que quería viajar a la velocidad de la luz y así llegar a otras galaxias. Su objetivo era ver por él mismo los astros que había conocido gracias a las imágenes computarizadas.
Estuvo durante muchos años investigando y haciendo pruebas, hasta que consiguió diseñar una nave que sería capaz de volar a esa velocidad. Pero eso no era todo; el cuerpo humano no resistiría el viaje. Por lo que empezó a trabajar en cómo preparar su cuerpo para ese cometido. El resultado fue un suero especial que impediría la desintegración de las partículas.
Cuando todo estuvo preparado decidió ser él la única persona que emprendería el viaje, ya que cualquier mínimo detalle que llegase a fallar podría provocar el fracaso de la misión y la muerte del tripulante.
El día del despegue su equipo estaba al rededor de la nave, a una distancia prudente, esperando su partida. «Si esto sale bien, habremos logrado algo que hasta ahora había sido imposible» imaginaba Eliseo mientras se sentaba en los controles.
A las 20:00 hrs sería el inicio del viaje. Quedaban los últimos 20 segundos y el hombre estaba muy ansioso: pensaba en todos los sacrificios que había hecho para poder realizar su sueño. Haber estudiado durante años, haberse quedado en el laboratorio noches enteras trabajando, haber sacrificado a su familia… Haber hecho de esta profesión y de este sueño un estilo de vida.
15 segundos para el viaje, y en su mente seguía evocando recuerdos inolvidables. Podía ser este un gran paso para la humanidad o podría ser el fin de su vida. En cualquier caso valía la pena arriesgarse.
10 segundos, puso sus manos en los controles. 8 segundos, echó una mirada por la ventana y vio a sus compañeros, todos muy emocionados: quería que esa fuera la última imagen que tuviera de la tierra antes de partir. 5 segundos, respiró profundo, se dijo a sí mismo que el momento tan esperado para su vida había llegado, que era importante mantener la concentración; no había espacio para errores.
Llegó el momento, apretó el botón para partir y esperó a que la nave se elevara, pero algo andaba mal… Algo extraño estaba sucediendo: Sintió un cosquilleo en el cuerpo, se mareó, empezó a desvanecerse y finalmente perdió la conciencia.
Pasaban los minutos y a su equipo le llamó la atención el hecho de que la nave había encendido, pero no se movía. Le hablaron al científico por la radio y no contestaba. Todos se asustaron. Carlos, su mano derecha, fue a ver qué sucedía. Al entrar a la nave fue directo a la sala de control, pero no encontró al hombre. Buscó en todos los rincones y nada, era como si se hubiese esfumado.
*Alerta de SPOILER* → Si aún no has llegado al capítulo 13 del primer libro, no entres a leer el universo. Te harás un spoiler que te costará la vida. Solo lee los glosarios linkeados en cada capítulo, ya que nos hemos preocupado de que ninguno de ellos te haga spoiler. Si quieres conocer más del universo, aguarda un poco, y luego obtendrás mucha información interesante que enriquecerá la historia ;) Este es el universo de la saga Un viaje épico, en el cual explicaremos detalles sobre los personajes, información sobre el mundo en el que se desarrolla la historia, entre muchas otras cosas más que resolverán tus dudas y te ayudará a entender y disfrutar mucho mejor de la lectura. Leia mais sobre Un viaje épico.
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