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Adán, capítulo único

El pequeño niño movía con gran ímpetu a los soldados estoicos ante la beligerante escena y entre cada raudo movimiento de sus brazos, uno perecía.

Su madre lo atisbaba con gran cautela ya que el pequeño apenas húbose notado su presencia le gruñía como si tratase de un indómito lobo salvaje...
—La piel se me erizaba, ¿cómo tanta furia podría salir de los ojos de mi heredero?—.

La pobre mujer de cuantiosa fortuna suspiró porque el suplicio se había instaurado de manera inopinada en su corazón.

El hado segó un poco a su amante "tiempo" y una vez la sangre derramada empezó a fluir por el horizonte, el joven heredero creció, y maduró como si se háblase de una deliciosa manzana, lista para ser mordida ante los ávidos ojos de quien la desea.

La manzana de la tentación había recibido de su progenitora el nombre de Adán, ya rozaba los 21 años de edad pero tenía las libertades de un hombre adulto adinerado, —Oh mi dios, ¿por qué no puedo dejar de sentirme tan afortunado?Nunca me has negado algo que he deseado y eso me tiene extasiado puesto que me gusta sentirme dueño de mi entorno y así como el rey Midas, lo que me gusta lo vuelvo precioso, como fino oro, como una hermosa rosa, ilumino el ambiente con mi gran cantar, mi voz prodigiosa, y eso suma un motivo por el cual admirarme—.

El joven Adán, deleitó con su suave voz a los asistentes de su conciertos de ópera, muchos lloraron, otros temblaron cuando sus pieles se erizaron tras sentir la calidez procurada de manera calma.

La noche decidió hacer acto de presencia y como si hubiese recibido cometido alguno, Adán decidió pedir calor prestado, ¡oh, el calor prestado!, que dejó de ser una ensoñación para transmutarse en un futuro cercano a un recuerdo cálido, y embriagante.

La fricción de sus cuerpos, el calor del otro, todo era indescriptible, no había ruidos molestos o una burda imitación a la cópula de indomésticados seres, era pasión pura pero también dulzura, algo tan embriagante que Adán no pudo ser quien debía haber sido, el chico de ojos marrones y actitud impasible que sólo dejaba ver la fragilidad en sus hermosos ojos marroncinos una vez el placer lo hacía estallar tras haberlo apaleado con su fusta repetidas veces.

Adan lloró y la mujer desconocida lo consoló, le preguntó por qué su alma estaba sentida, si algo le había abierto una herida y por eso el cambio repentino en la noche que compartían, él negó repetidamente con la cabeza, pero las lágrimas caían más, buscó su bata ycon gran premura salió corriendo de ahí, como alma que lleva el viento, tras reconocer la fragilidad en ella y procurando que no transmute a febrilidad, por un corazón herido y el insano miedo.

Adán se quedó reflexionando en lo que quería hacer con su vida, no había pegado el ojo en toda la noche, el alba había salido y una vez miró su rostro, todo el cielo se tornó oscuro, la belleza del chico se estaba extinguiendo, empero algo peor sucedía de manera oculta, la tristeza absoluta y de solución irresoluble.

26 de Julho de 2022 às 18:48 0 Denunciar Insira Seguir história
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Fim

Conheça o autor

The Monster Me puedo considerar el más bello ángel que cayó del cielo álgido por la propia belleza de mi alma (es decir mi interior, lo que me define, la idiosincracia de mis letras, y mi alma pura que lucha a diario por no caer rendida a los pies de la deliciosa maldad, encadenada e inactiva, llamémosla aletargada, por la fuerza).

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