Renací en un mundo de libro ABO Seguir história

Todo era tan borroso, sus manos se extendían hasta el cielo buscando ayuda... Hasta que lo último que pudo ver fue el cielo cubierto de estrellas, antes de cerrar sus ojos de manera permanente.

Su nombre era Denis, una joven 17 años. Tenía un carácter suave e introvertido, bendecida con una apariencia hermosa y delicada. Tenía tanto belleza como dinero, la niña favorita de papá... Pero bajo todo eso, era solo la hija ilegítima.

Su madre era la amante de un hombre con un gran poder y riqueza, el ya había tenido dos hijos con su esposa , su madre había sido la secretaria de el y después de un tiempo de coqueteos entre ambos comenzaron una relación de la que nació ella. Una mujer que sólo buscaba escalar ramas en la sociedad, de cierta manera había logrado su objetivo, a la edad de 7 años Denis junto su madre entraron por la puerta grande.

Sus hermanos nunca le dieron una buena cara, su madre no sentía aprecio por ella... Solo por una simple razón, había nacido como mujer. El parto de ella fue difícil y debido a eso le extirparon el utero quitándole la oportunidad de tener más hijos y Denis solo recibiría lo que le tocará y no podría pelear por las compañías como sus hermanos.

Su padre le daba todo pero tampoco estuvo a su lado, las personas a su alrededor solo la veían por su dinero, así que su vida podía describirse como solitaria.

Una vez que murió sintió como todas las cadenas a su alrededor se iban cayendo, en su corta vida había anhelado solo una cosa... Familia.

Creía que ese sería su fin, pero se sintió viva de nuevo no podía abrir los ojos cuerpo solo conseguía sentir que flotaba en un líquido extraño pero a pesar de todo una calidez extraña rodeaba su cuerpo, no duró mucho despierta antes de volver a dormir.

No sabía dónde estaba, sólo se quedaba flotando y en ocasiones llegaba a escuchar voces. Al abrir los ojos solo había oscuridad pero ahora escuchaba mejor las voces, había tanta ternura en ellas.

Hasta que un día sintió algo jalar de ella y una luz comenzó a aparecer, tenía sus dudas pero ahora lo sabía... Había nacido de nuevo, dejó escapar un llanto no sabiendo si ésto era una maldición o una bendición, aunque respirar costaba un poco.

Intentó mirar a su alrededor, al principio todo era borroso pero de poco a poco las siluetas comenzaron a tomar forma. Las enfermeras que la estaban limpiando para luego dejarla en unos cálidos brazos, la luz no la dejaba ver el rostro de esa persona bien.

Así que pensó que"esta persona era su nueva madre" a decir verdad tenía miedo de que todo fuera como en su primer vida, lleno de intrigas y falsas ilusiones.

Pero esos pensamientos se alejaron al sentir como gotas caían sobre su rostro, volvió abrir los ojos y observó como su "madre" lloraba mientras la abrazaba. Ese gesto la hizo dudar pero por el momento sólo sentía que tenía mucho sueño y la intensa necesidad de dormir.

Se dejó llevar cayendo dormida en los cálidos brazos de su "madre" y cuando volvió a abrir los ojos se encontró en una incubadora, movió los ojos tratando de ver algo... No podía contar con su cuerpo actual y eso era lo máximo que podía hacer.

Ahora solo había una pregunta en su cabeza ¿y ahora que haría? En su vida pasada no era muy fanática de la fantasía, tal vez lo más "mágico" que había leído era una novela que encontró de casualidad en Internet, movió con dificultad la cabeza hacía un lado y miró a otros bebés.. y un hombre había entrado al lugar.

Era alto y de complexión delgada por lo poco que podía ver, cabello negro azulado y unos bonitos ojos azules. Se acerco hasta donde estaba ella y por los agujeros del lado de la incubadora introdujo sus manos que llevaban guantes quirúrgicos, tocó su pequeña cabeza con delicadeza.

Ella quedó inmóvil ante el toque sin saber que pasaba ¿quien era esta persona? Se preguntaba mientras lo miraba.

- Hola pequeña, soy tu otro papá - dijo con una voz suave - te hemos esperado durante mucho tiempo Halina, tu mamá esta cansada pero cuando se recupere lo traeré para verte... Así que aguanta y mejorate pronto.

Se quedó a su lado durante unos minutos más mientras hablaba de diferentes cosas pero antes de irse, al frente de ella dejó pegada un foto.

- Te dejó esto para que que nos mires aunque no estemos cerca.

Miró la imagen donde se encontraban dos hombres abrazados, uno con una sonrisa y el otro avergonzado. Si esa era una foto de sus "padres" ¿porque no estaba su mamá? Aunque el hombre de cabello castaño en la foto le daba una sensación de haberlo visto.

Halina... Halina... Así que ese era su nuevo nombre, Denis había muerto y Halina había nacido.

Sus días habían pasado en una total monotonía, comía, dormía y para su ahora pena... Hacia sus necesidades. Su padre venía todos los días a verla, no podía negar que se sentía bien que alguien se preocupara, aunque el tenía la cara seria cada vez que le hablaba era cálido y reconfortante.

Lo único que varió en esos días fue cuando le dieron el biberon, habían cambiado su marca de leche y su débil estómago no soporto, es tuvo con diarrea durante un día y se sintió morir. Entendía que el cuerpo de los bebés fuera débil pero... ¡Casi la mata la leche en polvo!

Y bueno pasando ese echo vergonzoso, no había visto a su madre desde que nació... Sabía que estaba mal pero eso no evitaba que ella sintiera un vacío extraño.

Ese día mientras levantaba sus brazos para fortacer su pequeño cuerpo, apareció una mujer. Era alta y de cabello negro, los ojos verdes con una mirada altiva, tocó sus mejillas jalando las un poco, su piel ahora tierna y delicada enrojecio al instante.

- Pobre niña, tienes una madre tan lamentable... Si solo tu padre me hubiera echo caso... Tal vez estarías mejor, no te gustaría que yo fuera tu "mamá".

Halina solo pudo pensar que esta mujer soñaba demasiado, aunque no había visto a sus padres junto podía saber que ellos se querían mucho.

- Aunque admito que te pareces a el. .. Y eso como que me quita un poco el entusiasmo.

Le continuó hablando hasta que le tocó irse. Halina queria dejar un suspiro de molestia... No le agradaba esa mujer, su forma de pensar sólo le hacía recordar a su antigua madre.

Unas enfermeras la sacaron de la incubadora, mientras le cambiaban la ropa. Una manta de color rosa la envolvió impidiendo que se moviera y se sintió como si fuera un pequeño gusano.

La pusieron en los brazos de una persona y en ese momento volvió a sentir esa calidez emanar, si esta era su... ¡¿Madre?!