DANGEROUS NIGHT (one shot) Seguir história

Salí tarde aquella noche del hospital, las horas en emergencias me estaban llevando al cansancio máximo y casi no veía ni a mi familia ni a mis amigos.

Crucé la calle, al menos había algo positivo, trabajaba a dos calles del hospital central de Seúl.

Como cada día crucé la carretera, ya sin casi nada de tráfico, para meterme por una de las calles que me llevaban a mi pequeño apartamento. Giré a la izquierda y luego a la derecha para entrar a una pequeña calle en cuesta. Llegué menos ahogada que la primera vez que tuve que subirla, hacía ya un par de meses.

<<Bien hecho pulmones>>

Entré por el portal de mi edificio, de unas cuatro plantas, cuando vi algo extraño en el suelo.

<<¿Sangre?>>

Me agaché un poco asustada para tocarlo.

<<Está caliente ¿Quién?>>

Entonces junto a mis latidos nerviosos por la adrenalina escuché un quejido, pero nadie estaba en el recibidor del lugar. Subí precavida por las escaleras cuando vi una pierna estirada delante de mi apartamento.

-¡Taehyung! - corrí hacía mi vecino cuando le vi el rostro.

Tae era algo intimidante y misterioso, pero teníamos un juego pícaro entre nosotros donde las miradas y gestos me devoraban, sobre todo cuando se acercaba para decirme cualquier tontería de las suyas.

-T-tienes que...aashh -susurró dolorido.

-Tenemos que ir al hospital. -dije taponando la herida de la costilla que parecía bastante profunda.

-N-No-no...-negó tragando con fuerza. -T-tienes que hacerlo tú

-¡Pero, necesitas sangre!

-Si...ahh...me encuentran será peor...

-¡Está bien! ¡Joder! Pero vas a tener que contarme todo.

Siempre me había parecido un ser de otro planeta, tenía un rostro que cualquier hombre podría envidiar, varonil a la vez que femenino. Eso era a lo que se le llamaba belleza en Corea. Su cuerpo también era de sobresaliente, cada vez que lo veía con manga corta y jeans negros mi saliva me hacía atragantarme.

Lo metí dentro de mi apartamento cogiéndolo como podía, pesaba y yo era un retaco al lado suyo, lo dejé caer en mi sofá.

-Asshh...¡Me... cago en la puta!-gimió de dolor balbuceando palabrotas.

-¿Qué ha pasado?

Ayudé a abrirle la camisa que estaba toda manchada de sangre.

-Joder vecinita, ahora no es momento de explicaciones. -me miró directamente a los ojos molesto, no parecía el Tae de aquella mañana.

Le saqué la camiseta incómodamente nerviosa y aparté la mirada un poco confusa por lo que se me había pasado por la cabeza al verle el pecho desnudo

<<¡¡LA PUTA!!>>

Al encontrarme otra vez con su mirada él sonrió, y bajo su sonrisa picarona tuve que intentar concentrarme en mi trabajo.

<<Será cerdo, este no es el momento, pero que cerdo más apetecible ¡NO YA BASTA CONCÉNTRATE!>>

-V-voy a por material. -me zafé de la situación y fui a mi lavabo.

Menos mal que tenía un kit de emergencias donde tenía de todo, y cuando digo de todo es de todo. Tenía desde simples guantes hasta pinzas e hilo para suturar, nunca se sabía si podía caerme en mi propia casa y abrirme la cabeza ¿No?

Cuando volví hice que se tumbara sobre mi cama, pero no antes de poner una toalla para no manchar mis sabanas nuevas.

-Esto te va a doler...-me agaché para mirarlo más de cerca y por suerte había buenas noticias. -Menos mal, no hay bala parece que solo te ha rozado.

Limpié la zona con cuidado, no tenía ningún tipo de anestesia

-Aashh...- se quejó cuando el algodón impregnado en yodo le rozó

-Aguanta...-lo miré enfadada cuando me sujetó la muñeca para que parara.

Apartó la mano con un quejido de amargura y colocó su brazo sobre su boca para morderlo.

-No sé por qué no quieres ir al hospital, pero no me hagas esto de nuevo. Me he llevado un susto de muerte

-No era mi intención...ash... ¡Joder! -habló como pudo, eso tenía que escocerle como la vida y volvió a taparse la boca.

No os contaré todas las mierdas que soltó por la boca cuando la aguja para suturar hizo contacto... Lo vendé con todo el cuidado del mundo, para que no se le saltaran los puntos y acalorada por todo lo que llevaba en el día, cogí mi pijama y le avisé de que me iba a la ducha.

📷📷

-Luego quiero detalles ¿mmm? No puedo ir haciendo esto...

-Lo sé, lo sé...-finalizó antes de cerrar los ojos para relajarse

¨¿Cómo coño había acabado sangrando?

¿Quién le había disparado?

¿Por qué?¨

Todas aquellas preguntas me las apunté en la memoria para hacérselas más tarde, y me dejé envolver por el agua caliente para relajar todos mis puntos tensos del cuerpo.

¨¿Y si realmente había metido a un delincuente en casa?¨

Me saltó la duda

Pero no podía ser... era mi vecino, el que siempre me sonreía nada más verme, el que me preguntaba cómo me había ido el día cuando me veía por la noche en el portal y de paso me guiñaba el ojo.

Todo era tan confuso.

Salí del lavabo con más preguntas que cuando entre y cuando fui hablar lo vi dormido plácidamente.

Me resultaba irresistible verlo allí dormido. La piel de su pecho desnudo parecía tan apetecible, quería lamerlo

<<Joder puedes parar ya ¡Que está herido!>>

Me abofeteé la cara quitándome la idea de subirme sobre él. Respiré hondo y me tumbe en el sofá, no quería despertarlo, había perdido sangre y necesitaba descansar.

****

Sentí una caricia en mi muslo, que hizo que se me erizara la piel. Abrí los ojos, desconcertada, a punto de chillar, cuando vi los ojos de Tae. No recordaba que estuviera allí. Puso un dedo sobre mi boca para callarme.

No comprendía por qué hacía aquello, y lo miré extrañada en la completa obscuridad. La habitación estaba iluminada por los pequeños rayos de luz de la luna, haciendo que sus ojos se vieran brillantes.

-Shh...-miró hacia la puerta y yo agudicé el oído, con el pecho desbocado por aquel acercamiento tan gratuito.

-No está aquí. -se escuchó una voz grave a lo lejos.

Ahora asustada,

<<¿Quién es ese tipo?>>

Pensé sin apartar la vista del perfil de mi vecino. Su mano en mi muslo y su tacto en mi boca estaban tan calientes, que cerré los ojos para sentirlo más.

-Se han ido. -susurró volviendo la vista hacia mí cuando escuchamos los pasos alejarse.

-Vecinita, ya puedes abrir los ojos.

Su voz provocativa activo mi cuerpo. Todos mis sentidos estaban alerta y necesitaba más.

Relamió su labio, un tic suyo que había estado observando, y con la mano que aún descansaba en mi muslo, apretó incitando a correr a sus labios.

El primer contacto fue lo mismo que con sus dedos, estaba caliente, supongo que tendría fiebre, pero no podía parar.

Nuestras lenguas jugaron con fervor cuando se rozaron, pero entonces un movimiento brusco lo hizo quejarse. Se apartó y se llevó la mano a la herida.

-¿Estás bien? -pregunté sofocada a la vez que preocupada.

-Sí -volvió a mirarme

Con un movimiento rápido me subí sobre él y lo agarré del cabello haciendo que echara la cabeza hacia atrás. Le dejé un beso en la barbilla para ir después a su cuello, todo él me sabía a gloria, una mezcla de salado y alcohol de su perfume hacían un contraste que me hacía volverme loca.

-Ahhh...vecinita...

Su voz grave me hizo querer volver a sus labios.

Mis manos se fueron a su nuca atrayéndolo más hacia mí, si se podía. Mordí sus labios, él los míos, todo fue un juego de los dos.

Noté su miembro bajo mi pijama y me froté despacio disfrutando de su erección. Me agarró por el trasero para acrecentar el roce y de nuestras gargantas salió el placer de las ganas que habíamos acumulado.

-mmm... Joder vecinita.

Mordí su labio cuando de su boca salió aquel suspiro llamándome como siempre y me levanté del sofá, lasciva. Le ayudé como pude a bajarle el pantalón de traje que llevaba, para quedarme arrodillada delante del él, quería probarlo todo, quería saber cuantos sabores podía tener.

Metí sin previo aviso la notable erección en mi boca y como acto reflejo puso las manos en el sofá pareciendo que cogiera estabilidad. Echó la cabeza hacia atrás soltando pequeños suspiros acompañados de gruñidos mientras que yo parecía su coro, la diferencia es que los míos eran al verlo a él disfrutando.

📷📷

-Aaahh... que bien...mmm

Me regodeé hasta que cogió de mi cabeza, no quería que aquello acabara así. Abandoné su miembro dejando un pequeño beso sin apartar la vista de sus ojos y de nuevo se relamió.

Lo tenía para mí, para mi disposición de hacerle lo que yo quisiera, ya que él no podría hacer movimientos bruscos.

-En mi cartera hay condones -habló sin tapujos, parecía como si ya hubiéramos hecho esto antes.

Busqué con ansias en su pantalón sin apartar la vista de aquella maravilla en mi sofá mientras él sonreía al verme de aquella forma tan anhelante.

Joder mi mente no pensaba en nada más que en procesar lo que estaba pasando y aunque yo no soy de sexo esporádico, el deseo de tenerlo dentro de mi era mucho más fuerte que mis principios.

Estiró el brazo cuando llegué a su lado, pidiéndome el preservativo. Nunca antes algo me había alterado más, estaba impaciente estaba deseosa de sentirlo dentro y Taehyung lo sabía, porque todos sus movimientos eran lentos de manera juguetona. Me faltó poco para quitárselo y ponérselo yo misma, así que para que dejara de hacer el tonto comencé a quitarme la ropa de forma lenta y así también jugar con su mente.

Camiseta fuera

Se mordió el labio al ver mis pechos.

Para cuando deje caer los pantalones al suelo ya estaba con el látex bien puesto y meneando su erección

Me quedé parada allí observando cómo jugaba con su miembro a la espera de que me sentara a horcajadas sobre él, y mi acción fue morderme el dedo como una idiota soñadora en vez de disfrutar de su miembro de una vez.

-Ven aquí...- susurró cogiéndome por la muñeca. Me puso sobre él sin hacer nada más que acercarme a él, yo hice lo demás.

Definitivamente, tenía fiebre en cuanto todo mi cuerpo tocó el suyo desnudo, comencé a contagiarme de su calor. Pero me olvidé cuando tiró de mi nuca para volver a juntar nuestros labios en un acalorado y sabroso beso, su lengua me detuvo varias veces mis pulsaciones.

Ahora ya no había tela ahora podía sentir todo su miembro bajo mi vagina y me moví a la espera de que Tae hiciera gesto de querer meterme su erección. Pero parecía que al cabrón le gustaba verme anhelarlo porque mientras me besaba, en sus labios se dibujaban sonrisas malévolas. Así que cansada de esperar, gemía ya por todo y me desesperaba que me viera así. Me alcé un poco para coger su miembro y adentrarlo en mí.

Dios, dolió hasta que me hice a él.

-Que ganas te tenía...-jugó con mi pecho antes de llevárselo a la boca.

Baje y subí poco a poco hasta que ya no me molestó y él me abrazó cogiéndome por los hombros para ayudarme a que las embestidas fueran con más intensidad.

Lentas pero intensas.

No podía cerrar la boca, mis gemidos no me lo permitían y parecía que él había cambiado sus quejidos de dolor por unos de placer.

Bajó sus manos por mi espalda con un recorrido que hizo que se me erizara el vello y mi espalda se arqueara para hacer que me moviera aún más rápido.

📷📷

Sentía todo con más intensidad, cada caricia, cada movimiento, cada beso y mordida.

Lo cogí tirando del cabello, para que aun mirara más a mis ojos y le mordí el labio disfrutando de su saliva y su lengua.

-Joder... ojalá pudiera follarte como te mereces. -dijo al separarme de él para hacer pequeños saltitos.

Tragué con fuerza parando unos segundos ¿Cómo sería hacerlo con Tae si estuviera sano? Si así se sentía tan bien... como sería mientras él controla la situación y me embiste sin compasión solo para llenarme entera de placer, pero no me quitaba de la cabeza lo genial que era ser la que llevara la iniciativa, me hacía creerme la diosa de los dos.

Me cogió por la nuca, parecía que aquello le gustaba, era lo que siempre utilizaba para llevarme a sus labios y fundirme con él. Aquella vez Tae tomó las riendas y comenzó a mover sus caderas.

-Jod... joder...ashh- susurraba entre dolorido y lleno de placer.

Aquello tenía que dolerle, pero yo no dejaba de sentirme tan bien, y sentir todo multiplicado por mil. Mordió mi hombro para coger más fuerza y yo me dejé hacer.

Cansado de aquella posición me levantó sin siquiera preguntar y me puso de espalda, hizo que subiera una pierna sobre el sofá y me embistió.

Dios mío aquello era mucho mejor, me rodeó la cintura, abrazado a mí mientras entraba y salía pellizcando mis pezones. Tenía sus labios al lado de mis oídos.

-Vecinita...aahh... tenía tantas ganas...de follarte.

Acaricié su cabello detrás de mí y llevó su mano a mi clítoris para masajearlo con deseo de escucharme al borde del colapso.

-Tu sonrisa...aahhss- le molestó en aquel momento, pero a pesar de aquello siguió. -Tu sonrisa me hacía querer comerte entera. Has tardado mucho...ahh ahhh -se relamió.

No sabía qué responderle, entre su voz, sus repetidas embestidas y su mano en mi zona, me tenían la cabeza embotada, quería correrme, pero quería alargar aquello, pero ni mis piernas ni mi cerebro me dejaban pensar con claridad y tomar decisiones coherentes.

Entonces lo noté lo que se acercaba entre los dedos de mis pies, y subía lento para llegar y acabar con fuerza en mi intimidad.

Grité de placer cuando el orgasmo me invadió y con unas repetidas embestidas más Tae llegó después. Me dejó una mordida en mi espalda finalizando con un beso.

Tae exhausto me rodeó por la cintura y nos tumbó a los dos en el sofá, me dejó de nuevo unos besos en mi hombro y cuello y nos quedamos dormidos abrazados toda la noche hasta que al abrir los ojos ya no estaba allí. Sonreí al recordar en lo que había pasado, no me creía que había tenido sexo de aquella forma con alguien que no tuviera confianza.

Entonces giré la cabeza y sobre la mesa de noche había un pósit. Lo cogí y en el podías leer:

*La próxima vez te cuento todo.

Pd: Porque habrá próxima vez, vecinita*

📷📷